viernes, 11 de octubre de 2013

02x7 Marcas que quedarán para siempre

Louis
No podía creer lo que estaba escuchando.. Los secretos de esta familia están al descubierto por completo.
-Toca, por favor- le susurré desde donde estaba en el salón. Ella me miró sorprendida.
-No toco hace años Lou, no quiero…-me miró sonrojada. Sí, sí que quería. Lo que no quería era hacer el ridículo.
-Yo me pongo contigo- le dije.
-Vale.
Nos sentamos en el piano. La partitura de Claro de Luna  estaba dentro del sobre. La pusimos y tocamos las primeras dos teclas. Pero ella paró.
-¿Y si mamá está viva, porque la otra se suicidó?- miró a su padre. Bryan se quedó boquiabierto.
-¿No te cansas de preguntar?- le miró la abuela, ella negó- Sólo sabemos que una semana antes de su muerte, fue a visitar a tu mamá de verdad.
Silencio. Todos se quedaron quietos.
Entonces el piano comenzó a  sonar, era algo tímido. Y miré a las teclas, ahí estaba su manos, sus dedos era muy finos, como el de un pianista, y las uñas las tenía preciosas, estaba el esmalte desgastados y las uñas mordidas, por los nervios de estos días, pero a mí me parecieron preciosas, imperfectamente bonitas.
-Lo haces muy bien- le susurré. Ella se sonrojó.
-Lo sé…- me miró mientras seguía tocando. Se sabía la canción de memoria, de eso no cabía duda.

Harry
Eleanor estaba molestando desde hacían 2 días, esperando a que Louis viniera. Se quedó en la cena con mi madre y mi hermana. ¿Pero qué es esto? ¡Esta chica está loca!
-Seguro que está con esa..
-¿Tú porqué no lo dejas en paz, eh? Si no te quiere, no te quiere…- le miré mal.
-Sí que me quiere Harry- me respondió enfadada- Lo que pasa es que apareció la chiquilla esa y le metió mariposas en la cabeza.
-No, en la cabeza no- le miré mal.
-¿Qué quieres decir?
-Que no están en su cabeza, están en su estómago, ahí es donde tiene las mariposas, y han revivido cuando la conoció a ella.
-Ella no es mejor que yo.
-Ni tú mejor que ella, aquí no se trata de mejores o peores Els, aquí va de quién aporta lo que queremos, y quién nos deja tontos con solo una sonrisa. No te digo que Lou nunca te ha querido, porque mentiría. Pero ahora la quiere a ella, y tú, aunque no lo quieras has pasado a un segundo plano. Y a nadie le gusta ese sitio…
-No quiero que me deje Harry, hasta ahora nada tenía sentido. Nada, y entonces le conocí, pero ahora aparece ella, y me rompe mis sueños. Todos.
-Els, no puedes depender de alguien. Él la conoció y se enamoró, esta vez te toca perder a ti, de alguna manera, has perdido algo demasiado importante, y créeme, entiendo cómo te sientes…
-Harry, ya sé que piensas y que todos lo hacen, pensáis que soy un chicle, pero tengo la necesidad de estar todo el tiempo con él. Al principio no le molestaba, es que nunca le molestaba, pero poco antes de conocerla, comenzó a apartarse, quería espacio. Y con ella en juego, lo perdí del todo…
-Quería respirar- me miró confundida- Es mi mejor amigo, me lo cuenta todo. Y eso está incluido. Solo te diré algo. Contigo me lo contaba todo, absolutamente todo- me miró sorprendida.
-¿Y con ella no?- preguntó.
-No, es como si la quisiera solo para él, como si no la quisiera compartir…
-Si, como te pasa a ti con Jane- susurró- Ya no me quiere Harry- le salió una lágrima. En verdad es buena persona.
-Trata de no cometer los mismo errores con el próximo.
-Lo intentaré- dijo mientras me abrazaba. Después se levantó, cogió sus cosas y salió de casa.

Beth
-Lou, me voy a vivir con Alex- le dije mientras entrábamos a mi habitación- ¿Qué crees?
-Ya sabes lo que creo pequeña- me dijo tirándose en mi cama- Creo que deberías vivir con nosotros antes de con él.
-Lou, es mi novio. Además, ya sabes que no le caéis muy bien. Dice que sois unos creídos- le guiñé un ojo.
-Y tú que le crees- sonrió.
-Bueeeeno, no hay más que ver cuántas veces por minutos va Zayn a mirarse en un espejo, y las que tu les recuerdas a todos que eres el más guapo- le miré mal, pero a la vez era una mirada divertida.
-Es verdad, pero por eso nos quieres- sonrió.
-No, a ver… Yo os quiero por todo vuestro dinero y fama, nada sentimental- me tiré en la cama con él y lo abracé.
-Te echaré de menos pequeñaja- me revolvió el palo.
-No lo harás. Te visitaré cada día, y lo sabes.
-Nena, tendrás novio, vivirás con él e Ingrid no te hará la colada ni te tendrá la comida hecha cuando vuelvas de la academia..
-Ya la eh terminado Lou.
-¿Y qué harás?
-Disfrutar con vosotros vuestros 2 últimos meses aquí.
-Es verdad, se me olvidaba. Serán los dos meses más llenos de parrandas del mundo- me sonrió.
-¡Sí! Seremos unos alcohólicos noctámbulos- reí.
-Tampoco te pases eh…
-Sabes que sí.
-Si tú lo dices…

Jane
Me tumbé en la cama de Bryan. Dios… que guapo se ve con esas gafas de pasta. Pf, me pone a cien…
La gente dirá que soy una superficial, pero verdaderamente. Nunca eh tenido un novio tan listo como Bryan. Dios… se le da tan bien la tecnología, y todo lo que tenga que ver con las mates, la física y la química, y lo friki. Que ahora también me llaman la atención los frikis…
-¿Sabes? Eres un capullo, solo llevas 3 semanas sin Laure, y ya sales con otra- le sonreí.
-Ignoraré ese comentario y trataré de seducirte con un masculinidad señorita Greene, por cierto, me han dicho que le atraen los hombres con gafa pasta- me sonrió.
Yo no dije nada, el estaba en su escritorio, tecleando sin parar. Y yo, solo lo miraba. Dios, esto nunca me había pasado con un chico. No tan fuerte. Bueno si… con uno. Pero ese no cuenta.
Me sonrojé momentáneamente cuando me sonrió y me guiñó un ojo, estaba sin camisa, con unos vaqueros y con su sonrisa de chico interesante. Oh dios, tiene que ser mío ahora.
-¡Bryan!- le grité.
-¿Qué?- dijo girándose confundido, le sonreí y paró de teclear.
-Ven, vamos a tener hijos guapos- le hice sitio en la cama y él se levantó de donde estaba, tardando solo un segundo en estar a mi lado.
Nos besamos desesperadamente, no. Aun no me había acostado con él, y creo que es el único que eh mantenido a línea tanto tiempo después de lo de Harry y la famosa lista.
Me quitó la camiseta a la velocidad de la luz, pero luego fue más despacio. Me besaba y me acariciaba… Vamos, unos preliminares en regla. Cuando ya solo estaba en ropa interior, entonces le quité los pantalones, y no me decepcionó lo que vi por arriba. Oh si, los McCadne están bien dotados.
Me hizo el amor. Sí, así de simple. No fue un polvo de una noche, que al final te preguntas porque lo has hecho. No. Él me hizo el amor, y verdaderamente, es la vez que más eh disfrutado con alguien. Con Bryan…
-Ha sido increíble- le susurré.
-Pensé que no estaría a la altura…- dijo mientras me acariciaba la cara.
-¿Quién te lo ha contado?- le miré enfadada. Dios…
-Harry, me lo comentó el día de la despedida de Beth.
-Ah, tenía que ser él…- dios, lo odio.
-No pasa nada, yo también tengo una especie de lista…- me sonrió pícaro.
-¿Cuántas?
-17.
-22, contigo.
-¡Hostia!- me miró sorprendido- ¡Cómo ligas!
-A las chicas nos resulta más fácil ligar que a los tíos.
-No es así…
-Sí que lo es- le miré mal.
-No… A ver, demuéstralo.
-Los chicos siempre queréis.
-Es verdad.

Beth
Otra vez los platos rotos. Las cosas por el suelo y él pidiéndome perdón. No, no aguantaba más. Pero no podía irme.
-Lo siento Beth- me dijo mientras intentaba abrazarme. Pero lo aparté.
-Prometiste no hacerlo más- le dije en un susurro. Me levanté y me miré al espejo ¿Qué le diría esta vez a Lou y a Jane? No podía ser… Esta vez no colaría.
-Lo siento- bajó la cabeza.
-Yo también lo siento Alex. Pero no puedo seguir permitiendo que me trates así. No puedo.
-No pasará más. Te lo prometo- me miró a los ojos. Y le creí.
-Vale, pero no lo hagas más por favor… Me duele verte así Alex. Te quiero muchísimo, pero te estás pasando por unos simples celos. Solo paso tiempo con ellos porque son mis amigos y se van en 5 semanas, y no los volveré a ver en 5 meses. 5 meses que serán para los dos y viajaremos por el mundo- asintió- ¿Lo volverás a hacer?- negó con la cabeza.
-Te quiero- dijo mientras me abrazaba.
-Y yo- dije convencida de que con esta conversación estaba hundiendo mi vida en este pozo, y no creía que nadie la pudiera salvar.

Ya era lunes otra vez. Hoy había quedado con Jane para irnos de comprar. Los únicos que no saben lo de Jane y mi hermano, son mi padre y su madre. Los demás estamos al corriente y Harry está rabiando.
El moratón ya se ha ido un poco. Pero me eh maquillado para ocultarlo. Ya casi o se ve. Pero se le hará raro verme con maquillaje. Me eh puesto manga larga para ocultar lo de los brazos. No quiero que ella los vea. Es capaz de castrarlo, torturarlo y después matarlo.
-¡Hola flor!- dije abrazándola.
-Holaaaaa- dijo ella demasiado risueña.
-Oh, se de alguien que ya ha consumado su noviazgo con mi copia masculina.
-Eso suena mucho a Voyeur- dijo sonriendo.
-Lo sé. Me da mala espina eso- sonrió.
Nos cogimos del brazo y nos fuimos a explotar las tarjetas. Compré muchas cosas, cosas que no necesito, pero tenía que descargar la tensión de estas semanas de alguna manera. Joder ¿Cómo podía haber llegado a este punto, si solo llevo viviendo con él 3 semanas? No lo sé, pero supongo que ya está mostrando su lado salvaje y no me gusta nada.
Llegué a casa sobre las 7:30. Él tenía refuerzo de bajo, porque había perdido muchas clases. Así que en teoría, no llegaba tarde. Pero solo en teoría.
Abrí la puerta de casa, y dejé las bolsas en la entrada. Me fui directa a la cocina y me puse a preparar algo rápido. Vamos, lo que hemos comido durante estas 3 semanas. Comida precocinada.
-¿Dónde coño estabas?- sentí que alguien sonoramente enfadado me preguntaba.
-De compras con Jane- dije girándome lentamente- Te compré un jersey- le sonreí.
-¡Qué te eh dicho de salir! ¿Eh?- me soltó la primera bofetada. Muy bien Beth, claro que lista eres, como le has comprado un jersey no te pegará.
-¡Ahhhh!- solté un grito ahogado, pero la nariz ya me estaba sangrando cuando me quise dar cuenta.
-¡Al baño, ahora!- me gritó.
-¿Qué me harás?- le pregunté llorando.
-Ahora verás. Esto por puta.
Tiró de mi hasta el baño. Era un baño raro, porque tenía una especie de cristal, donde te podía ver todo Londres, o mejor dicho, Londres, te podía ver a ti, porque el cristal por fuera no es más que un simple espejo. Pero da al patio de luces y como es un edificio raro, por ahí entra mucho aire si no cierras la ventana desde fuera, cosa que solo puede hacer Alex subiendo por la cornisa.
En fin, me rasgó la ropa y me tiró agua fría. Tenía mucho frío, y me encogí en el suelo. Pero no sé cómo se las arregló, para terminar con mi pierna. Porque lo último que recuerdo antes de desmayarme, es que tenía la pierna rota.

Jane
Había pasado la tarde con Beth, y le había comprado un regalo a Bryan. No, no tengo ni puta idea de que regalarle a alguien que ya lo tiene todo… Eso es algo tan complicado como elegir una casa.
-Hola pequeña- me saludó Bryan cuando entré a su habitación.
-Hola amor, tenemos que ir a casa de Alex y Beth, que ella se llevó la bolsa de tu regalo.
-¿Me has comprado algo?- me miró sorprendido.
-Claramente, te compré un vibrador, pero tú shhhh- me miró con cariño.
-Oks, vamos ya, que quiero ver tu gusto en regalos- me sonrió y nos fuimos a casa de Beth

(Esta escena es un poco rara, porque narraran Beth y Jane a la vez, así que pondré a Jane de color azul, estará pasando cada cosa al mismo  tiempo)

Me bajé del coche y miré a arriba, allí estaba aquel espejo gigantesco. Y saber que es el baño de Beth. Pero hoy no estaba como otros días, hoy temblaba. Qué raro.
-Mira- le indiqué a Bryan- Subamos y les avisamos de que se les caerá el cristal.
-Eso no se cae listilla.
-¿A no, y por qué coño vibra?
-No lo sé, será un terremoto.
-Ya… y tú gilipollas.

Le estaba pegando tan fuerte al cristal, que en cualquier momento caería. No me podía creer lo que me estaba pasando. Lou me lo dijo. No te vayas con él. No me da buena espina.
Y es que tenía razones para dudar. Muchas.
-¡Déjame salir Alexander, ahora!-  le volví a gritar- ¡Me muero de frío y me duele la pierna!
Si, la pierna. Estaba rota. ROTA. Completamente rota. Me desmayé cuando se me rompió, creo que es el fémur, pero nada. Me levanté y estoy luchando por vivir. Esto es una pesadilla.

Ya estábamos en el descansillo, se sentían gritos. Gritos de Beth. Le decía a Alex que la dejara salir, que le perdonaría todo. ¿Qué?

-¡Alex, tengo la pierna rota, me duele!- le grité otra vez- ¡Déjame salir de aquí, hace frío!
Nada. Silencio.

Me quedé quieta cuando escuché lo de la pierna. Bryan estaba a mi lado con los puños cerrados. Miraba la puerta.
-Rómpela ya- le dije. Y eso hizo, de dos patadas la puerta calló. Entramos, pero no se escuchaba más que el llanto de Beth. Entramos en el baño, y mientras yo la abrazaba y le preguntaba que pasaba, Bryan iba en busca de ese cabrón.
-¿Qué pasó?
-Me pega- fue lo único que dijo en ese momento…- Pero no digas nada- y cerró los ojos.
-No ¡Eh, despierta!- le pegué en la cara- ¡Bryan ven!- le grité.
-Está muerto.


Jane
No sabía nada. Y la sirena de la ambulancia me estaba aturdiendo. No encontraba a Bryan, los chicos no llegaban y Beth estaba inconsciente. No sabía qué pasaba.
-¿Cómo que está muerto?- grité.
-¿Señorita Greene, que dice?- me preguntó un hombre de blanco delante de mí.
-Está muerto. Está muerto.
-Está usted en shock señorita.
-Está muerto.

Ya lo sentía. Esa mujer era guapísima. Y sentía lo que me ponía en la nariz, era asqueroso ese olor, me recordaba algo malo. Pero nada en concreto.
-Dios, que cosa más asquerosa- le dije con mala cara.
-Ya estás bien pequeña- me sonrió.
-¿Dónde están?- le pregunté.
-Él chico habla con la policía y la chica está en quirófano. Y son malas noticias.
-¿Cómo no me eh enterado de nada?
-Estabas en Shock, viste algo increíble, así que no me extraña.
-Tenía la pierna rota. Y está muerto.
-Sí, está muerto.
Pero mi problema era saber lo siguiente ¿Quién estaba muerto? ¿Bryan o Alex? Esperemos que el segundo.
-Es un caso de maltrato, así que os harán preguntas.
-¿Maltrato?
-¿No lo sabías?
-Algo me imaginaba.
-Pues eso.



miércoles, 11 de septiembre de 2013

02x6 Confeciones sobre unas dementes.

Chicas! 
Siento haber tardado tanto en escribir. Es que eh estado castigada sin ordenador. Así que no podía escribir, ni por el móvil. Lo que pasó fué que me pude conectar algunos días al de mi madre, y publiqué en el otro blog. Pero el de ella no tiene el paquete Microsoft, así que no podía escribir. En fin. Aquí un capítulo nuevo. Aquí se descubren muchas cosas. Así que prestad atención. Porque tendréis que juntar lazos para entender que pasa. Un besazo y subo este finde!! Comentaaaaad! 



-Me encanta tú familia- le dije a Louis en un susurro  mientras despedíamos a sus abuelos.
-Te entiendo- me sonrió cómplice.
Despedimos a todos y entramos en casa, eran poco más de las 5 de la mañana y teníamos que poner los regalos debajo del árbol. Jay se fue al trabajo porque la llamaron de urgencia, así que nos quedamos Lou y yo preparándolo todo para que las chicas lo encontraran en orden por la mañana.
-¿Sabes que en Navidad se levantan a las 7?- me dijo Lou sonriendo.
-Yo también lo hacía- le miré mientras ponía mi regalo para Daysi.
-Sí, y yo. Y en reyes descubrí que era mi madre porque lo puso demasiado pronto. La pillé.
Nos comenzamos a reír. A mí nunca me pasó eso. Ingrid ponía los regalos en el armario de la limpieza, y yo no solía revisar por ahí. Y la madrugada de Navidad, Bryan se levantaba a poner los regalos. A mi “madre” y a mi padre, les daba igual.
-Un año, mis padres se olvidaron de poner el regalo de reyes- dije mientras colocaba otro- Pero tampoco pusieron carbón. Sabes, me puse a llorar como una histérica por la mañana  pensando que me había portado tan mal, que no merecía ni carbón.
Lou soltó una carcajada brutal, posiblemente hasta haya despertado a las chicas. Pero la historia es graciosa.
-¡No lo creo!- me dijo aún riendo.
-Créelo- le sonreí nostálgica.
Terminamos de poner los regalos y nos tumbamos en el sofá. Él me abrazó. Era un abrazo diferente a los demás. No era como todos los que nos habíamos dado en el tiempo que llevamos siendo amigos.
-¿Y sí mañana no vamos a comer a mi casa?- le dije en voz baja.
-Nuestro avión sale en 4 horas, así que tenemos una para despedirnos de las chicas, y después nos iremos al aeropuerto. Dormirás las 2 horas y media de vuelo y llegarás radiante a tu casa conmigo, para comer con tu padre y los demás.
-Mandón.
-Niñata.
-Tengo 18.
-Recién cumplidos. Yo tengo 21.
-Recién cumplidos también. Aunque puedes beber en los bares de USA ya- le sonreí.
-Es verdad. Pero para eso tengo tu casa, y podemos beber los dos ahí.

Jane
Los desayunos de Navidad en casa de los MCcadne son un coñazo, pero con Bryan se suavizan un poco.
-¿Entonces viene a comer?- preguntó Ingrid a Allan cuando le puso los gofres.
-Que si Ingrid, que ya está todo.
-No puedo creer que le hayáis ocultado algo así- espeté. No sé porqué. Pero… ¿Ocultarle algo así a Beth? ¡Increíble!
Todos me miraron. Mi madre me fusiló con la mirada, y Allan no creía que tuviera el valor de haberlo hecho. La abuela, simplemente soltó una carcajada.
-Hay cosas que haces por la gente que quieres- dijo Bryan- Y esta es una de esas.
-A ver, no lo dudo- le respondí- Pero tú te fuiste de esta casa porque tu “madre” te hacía la vida imposible, y tú padre le ayudaba. Y dejaste a Beth sola. En este infierno. Que ha podido salir de él escapándose porque ninguno le habéis dado la solución.
<<Ingrid, ella confiaba en ti. Todo te lo contaba, o casi todo. Pero lo importante en su vida tú lo sabías. Sabías lo que ella sufría con su “madre” y con Allan. Sabías que ella echaba de menos a la abuela  y que creía que Bryan se había salvado, pero que ella no lo haría. Bryan. Tú la puteaste, porque yo no dejaría a mi hermana pequeña en una casa de locos. Y ella lo sabía. Sabía que la habías cagado, pero se auto convencía de que era lo correcto y de que no tenías culpa. Habéis sido unos cabrones con ella, y no queréis que os diga nada, pero es mi amiga. Y yo nunca la traicionaría así>>
Me levanté y salí del comedor seguida de Bryan. No podía creer lo que acababa de hacer. No, espera. Sí que podía.
-Te has pasado- me dijo mientras esquivaba la puerta de mi habitación con el brazo.
-Y tú- me tiré en la cama- 3 pueblos.
-Ya, pero yo lo hice por alguien a quién quiero.
-¿Y yo no?- le miré mal.
-No digo eso.
-Pues aprende a expresarte, porque te has pasado con las dos.
-¡Que dramáticas sois las mujeres por dios!- dijo con las manos en la cabeza.
-Oh si, y vosotros que cabrones. Ah no, espera. Hijos de puta.
-Te has vuelto a pasar.
-Tú también.
-Mira, ya está. Déjalo estar.
-¿Alguna vez has ido a ver a tu madre al loquero donde está?- le pregunté sin más.
-Sí, voy cada mes, 2 días. Los paso con ella.
-¿Y tú padre?
-Beth cumplió ayer 18, y mamá se fue hace 16 años. Así que la media es de 1 vez cada 16 años.
-¿Sólo una vez?
-Sí, y da gracias. Porque si la vuelve a ver, el que se quedará en ese sitio es él.
-¿Tanto la quería?
-La quiere- le miré confundida- A tú madre también. Pero ten en cuenta de que el amor de la vida de mi padre, es mamá. La quiere como a nada.
-¿Sí?
-Le escribe una carta cada día. No importa donde este. Él le escribe cada día. Y se las envía casi todas.
-No sabía eso.
-Lo sé. Por eso te digo que te has pasado. Le hemos ocultado esto a Beth, porque no es normal enterarte de que tú madre te intentó bañar en legía. Y menos, que tú heredarás esa locura.
-No. Ella no está loca- le miré. Con angustia. Ella no está loca, ni lo estará.
-No, aún no. Le quedan un par de años, o 3 como mucho.
-Tú madre no comenzó tan joven.
-Sí. Pero no lo detectaron. Lo mismo pasará con ella. Solo que estamos avisados y veremos las señales.
-Le habéis planeado la vida desde que nació.
-No nos ha quedado de otra Jane. Tú nunca has visto a tu madre en un estado de locura extremo y a los dos segundos bien. Le afecta el cerebro, y te afecta a ti emocionalmente. Yo no quiero eso para mí Beth. Ella no merece eso.
-No.
-Lo que jode, es que la más fuerte de todos en esta familia, sea la que peor termine.
-¿La más fuerte?
-Ha pasado por mucho. Nuestra “madre” de pega, la puteaba mucho. Ya sabes la historia y aún así no ha intentado suicidarse aún. Ni se ha vuelto loca. Y no ha huido, hasta ayer. Y con sus antecedentes. Es lo que se espera.
-A lo mejor no empeora.
-Lo hará Jane. Tienes que hacerte a la idea. Tarde o temprano. Esperemos que tarde. Pero lo hará.
-Bryan, no puedo creerlo. No lo entiendo.
-Tú solo tienes que hacer una cosa.
-¿Qué?
-Disfrutar cada momento con ella. Cada sonrisa y cada lágrima. Disfruta cada cosa que te diga. Pero no llegues a depender de eso. Te lo digo por experiencia. Porque si  dependes, entonces lo pasaras mal cuando ella esté lejos.
-No creo que pueda.
-Solo piensa que puede que la pierdas mañana, o que ya la hayas perdido.

No lo podía creer. No podía ser verdad. Esta conversación puede que sea la más sincera y profunda de mí vida. No la puedo perder. En 3 meses ha hecho que la quiera como una hermana, eso a Dani le costó años. No puede dejarme.
Louis  y Beth ya estaban en casa. Habían llegado y estaban radiantes. Los regalos del árbol de Beth aún estaban allí. Esperando a ser abiertos por ella. La tensión se podía cortar con una tijera. Ella estaba bien. Por fuera. ¿Pero por dentro? ¿Y en su cabeza?
-Me voy  a vivir con Alex- dijo de repente.
Todos soltamos los cubiertos. Louis la miró sorprendida. Pensé que le había quitado  esa idea de la cabeza en Doncaster. No se podía ir. ¡No!
-No te irás a ninguna parte- le dijo Allan alterado.
-Sí, te recuerdo que ya no mandas sobre mí- le dijo cortante. Esto es algo personal.
-No te vayas B. Tú no puedes irte de aquí- le susurró Bryan. Se veía el miedo e sus ojos. En los ojos de todos, supongo que hasta en los míos.
-¡No podéis pretender que sea la princesa encerrada en este castillo por siempre!- gritó. Estaba alterada- ¡Tú te fuiste el mismo día que cumpliste los 18!- señaló a Bryan- Y nadie te le pudo impedir ¡Ni yo!- dijo llorando.
-Ya B, pero estoy de vuelta. No me iré más. No se está bien fuera de casa B. No,  y menos tú.
-¿Porqué yo no estaré bien?- le miró.
-¿Por qué tú perteneces a este sitio- le dijo Allan- Ese Alex no me gusta. Si me dijeras que a casa de Louis, estaría tranquilo. Pero no con él.
-Papá, me da igual. Soy mayor de edad.
Silencio. ¿Ahora respondía con tranquilidad? ¡Antes lloraba y ahora no! ¿Serán estas las señales? No. Me estoy emparanoiando con lo que me dijo Bryan. No puede ser verdad.
-¿Quieres ver mi regalo de Navidad?- le pregunté. Cambio de tema.
-Sí, espero que sea caro.
-Según Ingrid, sí- le respondí- Está en el salón. Lo acaba de poner.
-¿De poner?- preguntó confundida.
-Exactamente- le sonreí.
Nos levantamos y caminamos hasta el salón. Los demás nos siguieron. Ella se quedó quieta, hasta puedo decir que no respiraba. Ni ella ni nadie de la sala.
-¿De dónde lo has sacado?- preguntó en un susurro.
-De tú sala de los recuerdos. Pensé que te alegraría.
-No. Eso ya estaba en la sala de los recuerdos cuando yo la comencé a utilizar. Es como si alguien antes de mí lo hiciera.
-¿No te gusta?
-No lo tocaré Jane. No toco- dijo en un susurro. Sí, era un piano de madera blanca. El que había en la sala de los recuerdos cuando fui a ducharme.
-Sí. Si que tocas y lo sabes.
Se acercó. Encima del piano había una nota. Ingrid me dijo que tenía algo que darle, y que eso le daría un toque mágico a mi regalo. El sobre era color hueso. Era un sobre muy caro y de hace unos cuantos años. Ella se acercó. Lo cogió y se sentó en el piano. Levantó la tapa y se podía ver esa frase en azul, la de mi habitación y la del piano de New York. Ella leyó la frase y sonrió. Siempre que la leía lo hacía. Tocó una tecla y volvió a sonreír.

Beth
                                                            Reino Unido, Londres. 24 de Diciembre de 1996.
Querida B
Ya sé que cuando leas esto yo no estaré por ahí. Sé que posiblemente no sabrás quién te habla. Pero soy mamá. Sí, mamá. Ya sé que estarás confundida ahora mismo. Pero esta carta te la escribo por tu 18 cumpleaños. Quiero que sepas que Ingrid ha estado seguramente todo este tiempo trabajando en casa. Ella te vio nacer, y me prometió que te la daría. No quiero que te enfades con papá. Ahora mismo está hablando con unos señores que me llevaran de aquí, y tú no paras de llorar. Así que se me hace complicado contarte todo lo que pasa. No sé qué pasará después que me valla de aquí pequeña. Pero solo sé que Bryan te cuidará como si fueras una estrella. Él adora a las estrellas. Eh intentado explicarle lo de las luces, pero él cree que nunca dejan de brillar.
Bryan dice que eres preciosa. No para de mirarte cuando duermes, creo que se ha enamorado de ti. No entiende que eres su hermana. Pero lo entiendo. Yo también me eh enamorado de ti, y papá. Eres hermosa. Eres la criatura más bella que eh visto. Ni las de las revistas, pequeña.
Tienes una belleza de princesa. Recuerdo cuando la princesa Diana te cogió en sus brazos. Ella fue a verte al hospital cuando naciste. Dijo que serías una estrella y eso le gustó mucho a Bryan, así que a ella también la ama. Lástima que haya muerto.
Pequeña. Solo tienes dos años, no te acordarás de lo que hace 30 minutos intenté hacerte. Ni yo sé porque lo hice. O porqué lo intenté. Pero solo quiero que sepas que no lo hice porque no te quiera. Lo hice porque las voces me dijeron que lo hiciera. Y no puedo con las voces. Ellas me persiguen constantemente. Y no puedo evitarlas.
Solo quiero que sepas que te quiero. A Tyler y a ti. Sois mis B&B. Sois mi todos. Y papá es nuestro dios. Siempre protegiendo. Princesa. Quiero que toques mis pianos, que bailes y cantes. Quiero que vivas, hasta que  puedas. Porque si lees esto es que tienes 18, y si tienes 18. Es que te queda poco tiempo.
Quiere a la gente que te quiere. Y por favor. Vive a partir de ahora. Este es tu anuncio de salida a una vida sin límites. Porque si no lo haces, te arrepentirás.
Rappelez-vous que ni les étoiles du ciel peut compter combien Je t'aime. Toujours en sécurité sous mon ciel.
Je t'aime.
 Mamá.

Me quedé blanca. No podía ser. No sabía que eran de mi verdadera madre. Y la frase. Está en la mayoría de mis cosas. De pequeña Bryan me decía que esa frase era especial, y que debía sonreír cada vez que la viera. Ahora sé de donde la sacó. Porqué está gravado en tantos sitios.
Recuerda que ni las estrellas del cielo pueden contar cuanto te quiero. Siempre estarás segura bajo mi cielo”
Te quiero.
-¿A ti también te dio una?- le pregunté a Bryan.
-Sí. Me la dio a las 18 Ingrid.
-¿Y por qué yo no lo sabía?
-Se supone, que no lo tenías que saber hasta hoy… ayer- dijo Ingrid- Lo siento pequeña. Pero se lo prometí a tu madre. Y después a tu padre.
-No pasa nada Ingrid ¿Me dices B por ella?- miré a Tyler otra vez.
-Tú a mi también.
-Ahora te diré Tyler- le sonreí.
-Sabes que lo odio.
-Mamá te llamaba así.
-Sí. B Tyler. Siempre decía lo mismo- sonrió. No le gusta porque la recuerda- Sólo mamá me puede llamar Tyler, B. Sólo mamá.
-Vale ¿A mí cómo me llamaba?- le pregunté.
-B, o rayito de luz. Pero prefería llamarnos B&B.
-Me lo dijo- me quedé callada un momento. Comienzo a recordar. Aunque con 2 años. No se recuerda mucho- Quiero ir a verla- solté de repente.
-Lo harás. Ahora toca- me dijo mi padre.
-No toco hace años papá- sonrió. Cuando le llamé papá sonrió. No lo hacía desde hace 10 años.
-¿Porqué no tocas desde hace tanto?- preguntó Lou, que hasta ahora estaba muy cayado.
-Porque a mi otra madre no le gustaba que tocara. Supongo que porque le recordaba a mi mamá de verdad.
-No era por eso- dijo Bryan.
-¿Entonces por qué?
-Cuanto tú tocabas la canción favorita de mamá. Era el único momento del día en que papá sonreía y yo también. Hasta Ingrid tenía una sonrisa inevitable.
-Tú madre amaba esa canción- dijo Ingrid.
-Claro de luna- susurré- Las estrellas. No es la canción favorita de mamá porque sí. Si no, porque le recuerda a B, y también, porque es lo contrario de rayito de sol. Ahora todo tiene sentido.
Sí. Ahora mi vida ha dado un giro. Ahora todo lo que eh vivido tiene una razón. Ahora sé que quiero a una persona. Ahora sé que mi madre. Mi verdadera madre, me quiere. Que mi padre se alejó de mí porque le recuerdo a ella, y que Bryan, ha dedicado toda su vida, a convertirme en la madre que nunca tuvo. A la que echa de menos. Por eso papá le reprendía. Porque odia ver cómo me convierto en la mujer a la que ama.

Ahora mi vida tiene sentido. 

viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 5 -¿A dónde vas con esos labios?

Jane
Era temprano ¿Las 8? Algo así, y yo pregunto ¿Quién coño está despierto a esta hora?
-¿Estás despierta?- preguntó alguien de fuera, alguien con voz sexi. Alguien llamado Bryan.
-Em, ahora sí ¿Porqué?
-Porque estás en mi habitación, y necesito unas cosas.
-Tus cosas las guardó Ingrid.
-No todas.
-Tú lo que quieres es verme- le grité y me levanté para abrirle la puerta- Pasa- le dije.
-Lo siento, es que hay un escondite en el armario con pasta y me hace falta.
-¿Para tú camello?- le miré sonriendo.
-Graciosa- me miró mal, pero a la vez bien- Es porque eh dejado a Lauren hace 10 minutos, y me dijo que tenía que pagar yo el alquiler, porque ella pasaba del tema.
-¿Cómo estás?
-Bien, tenía ganas de dejarla, ya no estaba enamorado de ella, y lo de no apoyarme ayer con lo de Beth, eso fue lo que me hizo decidirme.
-¿Sólo eso?- le miré sonriendo, dudó- No sé, supongo que algo más, celos o terceras personas.
-Bueno a ver, conocí una chica, que aunque es más pequeña que yo, es muy, pero que muy sexi.
-Sí, suele pasarle eso a la gente una vez que me conoce.
-Em, no hablo de ti- me miró sonriendo, me gusta este chico. Mucho.
-Ya, verás como cambias de opinión dentro de poco…
-Eso espero. Por cierto ¿Sabes dónde está Beth? Mi padre la está buscando como un loco.
-Pues… No lo sé.
-Mira a ver si tienes un mensaje o algo, me preocupa.
-Vale- fui hasta la mesita de noche y cogí el móvil, como en efecto tenía un mensaje de Beth, se nota que son hermanos, el sabe perfectamente lo que hará ella, y ella lo que hará él.

lunes, 24 de junio de 2013

4x02- El chicle ha perdido su sabor.

Louis
Llevábamos unos 5 minutos sentados todos en los sofás. La situación era muy rara, nadie hablaba.  Beth se levantó y se puso a buscar como loca entres los cajones de aquel gran salón. No paraba.
-¿Qué haces?- le preguntó Jane, alguien que se atrevía.
-Busco unas zapatillas de ballet nuevas, las últimas que compré estaban por aquí- le respondió esta sin desviar la mirada de los cajones.
-¿Para qué quieres unas zapatillas nuevas?- le preguntó Harry.
-Para bailar- se limitó a decir esta.
-Beth, tienes montones de zapatillas viejas en el estudio, coge una de esas- le dijo Ingrid, que la miraba detenidamente.
-No, quiero unas nuevas.
Nadie habló.
-¿Dónde coño están Ingrid?- Beth la miró mal.
-Están en el segundo cajón, ahora te traigo un mechero y el costurero.
-Trae unos libros- fue lo último que dijo Beth.
Bajé la mirada, miré a Jane, ella no sabía que decir ni tampoco que hacer. Después me dirigí a Danielle, que estaban a mi lado.
-¿Para qué necesita unos libros, un mechero y un costurero?- le pregunté en voz baja.
-Para romper las zapatillas.
-A ver, espera ¿Va en busca de unas zapatillas nuevas para romperlas? ¿No que iba a bailar?- preguntó Harry intrigado, me quitó las palabras de la boca.
Danielle nos iba a responder, pero Ingrid llegó con todo, perecía que estaba preparada para cada vez que esto pasara. Se lo puso a Beth enfrente que estaba sentada en el suelo del salón. Todos la mirábamos, su abuela lloraba, el padre parecía que no la quería ver hacer lo que iba a hacer, y el hermano, el hermano estaba como que espantado con lo que estaba mirando.

lunes, 10 de junio de 2013

Capítulo 3- Todos me habéis traicionado-

Beth
-Hombre, al fin apareces- le dije a mi hermano mientras abrazaba a mi abuela- ¿Y eso que estás por aquí?- le pregunté.
-No me iba a perder tu primera actuación aquí, encima no me llamas.
-Ni tú.
Todos nos quedamos en silencio unos segundos, nadie hablaba. Y los entiendo, es una situación un tanto complicada. Hasta para mí.
-Hola Bryan- le dijo mi padre llegando a nuestro grupo, mi hermano lo saludó desganado y después se dirigió a Brenda, que estaba al lado de mi padre.
-Está a mi hija Jane- le dijo Brenda a Bryan, Jane pasó por mi lado y me susurró “Que bueno está tu hermano” yo solo tosí.
-¿Qué tal Lauren?- le pregunté, su novia. Una de las personas que odio.
-Pues ha venido. No quería hacerte el feo.
-Aquí no pinta nada- le miré mal.
-Anne, cállate- me dijo mi abuela.
-¡No, sí a mi me parece perfecto! Tú- señalé a mi abuela- Desapareces 8 años y vienes a mandarme a callar. Y tú- señalé a Bryan- ¿Te tiras meses sin llamarme y ahora vienes de hermano guay? Que te den- me di la vuelta y me fui caminando.

viernes, 31 de mayo de 2013

02x2 ¿Sin voz, y de vuelta a pasado?

Jane
-¿Por qué no me respondes?- le grité, mientras ella me hacía señas y lloraba- ¿Qué te pasa Beth?- Saltó en la cama, lloró, tiró cosas y lo último fue tirarme de los pelos- ¡Para!- le grité- ¿Qué te pasa?- volví a preguntar preocupada.
Me señaló su garganta y abrió la boca tratando de hablar.
-¿Estás sin voz?- le pregunté espantada, asintió- ¡Mierda Elizabeth!- le grité- ¡No hables!- le ordené y salí de la habitación en busca de ayuda.

Beth
22 de diciembre, un día antes de la gala y estaba afónica ¡No podía hablar! Me puse histérica con miedo a no poder cumplir con lo que tenía que hacer mañana.
-¿Estás bien?- me preguntó mi padre y negué con la cabeza.
-¿Cómo va a estar bien si no puede hablar?- le dijo Ingrid mirándome la garganta, hice un ruido raro y eructé- ¡Serás cerda!- me dijo mientras todos reíamos.
-¿Qué hacemos?- preguntó Brenda.
-Pues esperar a mañana, y ver si recupera la voz. Si no lo hace pues llamamos y que pongan a la  suplente- mi mundo, se acaba de derrumbar.

Toda la noche dando vueltas, tengo unas ojeras increíbles, y no sé qué hacer con lo de mi voz. Tengo que recuperarla.
-¡Hola!- saludó Jane sentándose en la mesa pasa desayunar.
-¿Quieres comer lo de siempre cariño?- me preguntó Ingrid. Negué con la cabeza- ¿Entonces qué quieres?- le señalé las tortitas americanas.
-Vas a engordar- me dijo mi padre- ¿Estás mejor?- me preguntó. Asentí. Entonces alguien tocó el timbre.
-Voy yo- dijo Ingrid.
Después de los 2 minutos que se tarda en ir y regresar a la puerta, sentí voces. Quería preguntar quién era el  que hablaba, pero no podía. No podía hablar. Además tenía mucho miedo de no poder cantar hoy.
-¡Hola farola!- sentí la voz de Niall- ¡Ui! Parece que hay desayuno del bueno- dijo sentándose y me tiró un beso a mí y a Jane, pero se dio cuenta de que mi padre y Brenda estaban se levantó y se puso como un tomate- Lo siento- dijo sonrojado.
Niall era el único de los chicos que sabía lo de mi presentación y dijo que iría. No sé porque no quiero que vayan los chicos. Oh sí que lo sé, no quiero que me vean fracasar, por eso no había dicho nada en todo este tiempo.
-No pasa nada, siéntate. Como en tu casa- le dijo mi padre ¡Está demasiado amable!. Niall se sentó y comenzó a zampar.
-¿Cómo estás?- me preguntó, le dijo que bien con el pulgar hacia arriba, pero estaba concentrado en la comida- ¿Cómo estás?- me volvió a preguntar, pero al ver que no le respondía, me miró-¿Estás sin voz?- me preguntó asustado, asentí- ¡Mierda, mierda, mierda, mierda Elizabeth! ¿Desde cuándo no tienes voz?- me preguntó.
-Desde ayer- le dijo Jane.
-Dios, esperemos a que hoy puedas cantar.
-Y bailar- dijo mi padre, le miré extrañada- Si, claro que voy. Es tu primer año en esa gala, y ya sé que no eh estado muy pendiente de ti, pero me gustaría estar ahí, como cuando eras pequeña- me sonrió y le puse cara de asco.
-Guay, pues mira Mat, lo que pasa es que quiero sacarme el carnet. Pero… Es que no sé- le dijo Jane a mi padre.
-Sí, yo te lo pago.
-Que pelota eres- le dijo Brenda.
-Nos tenemos que ir- dijo Niall mirando el reloj.

Jane
Beth seguramente me matará por esto, pero veo injusto que los chicos se pierdan esto. Veo injusto todo esto… Así que si se acusa a alguien de cotilla, que sea a mí.
-¿Dónde está?- me preguntó Zayn en la puerta del teatro.
-Está en el backstage con un ataque de nervios.
-Lo hará bien, así que ve y tranquilízala.
-No se estará tranquila Zayn, no tiene voz.
-¡¿Qué?!- gritaron todos los chicos y la gente nos miró.
-SHhh, es una gala muy pija así que comportaros como gente medianamente normal, que vive en este mundo.
-¿Cómo que ha perdido la voz?- me preguntó Louis preocupado.
-Sí, ayer vino llorando a la habitación y se puso a pegarme y a romper cosas, entonces le preguntaba y no respondía, y nada. No habla.


Beth
-¿Crees que podrás hacerlo?- me preguntó mi profesora de canto. Asentí- Bien, entonces a la de tres, repites “Me llamo Beth, y hoy podré cantar”
Respiré. Estaba nerviosa, nunca había perdido la voz. Así que supongo que será porque llevo demasiados días ensayando sin descansar la voz, y con notas muy altas.
-Me llamo Beth, y podré cantar- repetí delante de todos los que participábamos, y todos aplaudieron, claro. Soy la protagonista.
-Perfecto, ahora ves a calentar la voz. Esperemos que hoy puedas cantar sin que te afecte- me dijo la profesora.
-Yo también, tenía mucho miedo de no poder hablar- le sonreí y me puse a lo mío.

Una actuación perfecta. Canté tres canciones y bailé tres. Las canciones que canté fueron, Girl on Fire, de Alicia Keys. Love on top de Beyoncé y una en grupo.
-¡Felicidades!- sentí que gritaban detrás de mí, tenían que ser ellos.
-¿Qué hacéis aquí?- les pregunté.
-Gracias por invitarnos- dijo irónicamente Harry- Ya sé que estás enfadada conmigo, pero yo contigo no.
-Lo siento chicos, es que no quería que me vierais fracasar.
-¡Pero si has ganado!- me dijo Danielle dándome un abrazo.
-Sí, supongo.
-No, no supongas, has ganado renacuajo- sonreí a la voz que había detrás de mí. “Renacuajo” Desde cuando alguien no me decía así. Desde que tengo 10.
-¿Sabes, llevas 8 años de mi vida sin hablar conmigo, y no me abrazas?- dije sin girarme a ver quién era, ya lo sabía.
-Viajar por el mundo, no te deja tiempo para nada. Ya eh estado en los 204 países y en todos los estados de Estados Unidos- me respondió.
-Bien por ti- me giré- No sabes cuánto te eh echado de menos yaya- le sonreí- Y más cuando mamá murió- puso cara de asco.

-Y yo, yo también- dijo una voz que reconocería en cualquier sitio del mundo. Mi hermano. 

domingo, 19 de mayo de 2013

02x1 Hay que hecharle huevos.


Hola chicas! Bueno, la verdad es que sé que he tardado mucho, pero todas me entendéis, estamos liadas por lo últimos días del curso. Pero bueno, aquí os traigo el primer capítulo de la temporada, y sé que es una mierda de capítulo, pero esto es un enlace a capítulos de tristeza y dolor, así que iros preparando!! 
Un besazo y comentad, porque me deprimo. en serio chicas, pordéis comentar cualquiera y  sin poner el código este! :) 
<3 





Y entonces te das cuenta, de que la vida no se detiene por nadie. Todo continúa y todos buscan la oportunidad para olvidar algo malo. Algo o alguien que te ha hecho mucho daño.

-No me sale Alex, no me sale- le dije a Alex por 4ta vez.
-Inténtalo. A ver… ¿Cantamos Girl on fire?- me miró buscando mi aprobación. Pero no estaba segura.
-Tócala tú, que yo no puedo- puse una escusa barata, me miró mal- Me duele la mano.

Jane
Estaba en mi habitación  buscando que ponerme esta tarde, que había quedado con Danielle para dar una vuelta por Londres. Tres días sin salir de casa y ya me estaba volviendo loca.  Pero me sacó de mis casillas, le hecho de escuchar a Alicia Keys en casa ¿Desde cuándo se escucha música tan alto en esta casa?
Salí de la habitación y me encaminé al salón de casa para averiguar qué pasaba.
-¿Y esa música?- le pregunté a Ingrid que estaba a mi lado limpiando en el pasillo.
-Beth está ensayando para la presentación- respondió tranquila- Al fin va.
-¿Qué presentación?- me pilló por sorpresa.
-Pues la de invierno, si la gana ya no tienen que examinarla más, solo irá a las clases que le quedan y punto.
-¿Dónde están?
-En el estudio.
-¿Qué estudio?
-Ah, es cierto, tú no sabes que hay un estudio en esta casa, sígueme- CONFUSIÓN ¿Estudio?
Caminamos por el pasillo principal de la casa, y después 3er pasillo a la derecha, dos pasillos más y estábamos delante de una puerta inmensa. La música era cada vez más alta. Se sentía un piano e Ingrid abrió la puerta de una.
-No hagas ruido- me dijo, y salió de la habitación sin molestar.

Los chicos no se habían dado cuenta de mi presencia. Alex tocaba el piano embelesado mientras Beth cantaba sentada en un taburete mirando una partitura, hacía gestos con la mano, subiendo y bajando los tonos de la canción.
Y el final de la canción llegó.
-¡Olé!- grité aplaudiendo como una posesa.
-¿Qué haces aquí?- me preguntó Beth- No me gusta que me miren mientras ensayo.
-¿No pensabas decirme que actuarás en la presentación más importante de la mejor escuela de artes del mundo?
-Es que no quiero que nadie me vea, no me gusta que me vean cantar- sonrió falsamente.
-Tonta, que eres tonta.
-Hola Jane- me sonrió Alex. A ver, no era que me callera mal, pero había algo de él que no me gustaba. A lo mejor soy una paranoica, pero después de lo que me contó Beth con lo de NY, no me fio de él ni un pelo.
-Hola Alex ¿Tú estás invitado?- le pregunté.
-Bueno, como público, falta mucho aún para que me inviten.
-¿Porqué?
-Nah, es broma, si estoy invitado, pero Beth necesitaba a alguien que tocara el piano y aquí estoy- me sonrió.
-Louis puede hacerlo- le dije caminando hacia ellos.
-Louis no toca el piano como Alex- respondió Beth, la miré mal- Y no por lo que piensas, si no por el grado de piano, tiene que ser el que tiene Alex.
-Vale, pues… Me quedo, que tengo tiempo de aquí a que salga.
-¿Te acuerdas que tenemos que ir a casa de los chicos no? 
-Que si, pesada.

Louis
Las chicas llegaban tarde. Els y yo nos hemos dado un tiempo  que ha durado los 3 días que eh tardado en regresar a Londres. Beth me llamó y me dijo que Alex venía, la primera vez la verdad es que fue muy majo, pero Beth estuvo escondida en una sala durante toda la mañana y parte de la tarde, por su culpa. Además, no me caía bien.
-Lou, has pollo por favor- me rogó Zayn otra vez.
-Que no, ayer comimos pollo frito y después cenamos pollo a la no sequé.
-A la italiana.
-Asqueroso.
-Por favor- dijo en español.
-¿Desde cuándo hablas español?- le pregunté.
-Pues Beth me lo enseñó en New York, y también a decir alguna que otra palabra en francés.
-En fin, hoy hay pasta ¡Liam!- le grité.
-¿Qué?- preguntó entrando en la cocina- Mira que pesado con la manía de gritar- se sentó en una silla- ¿Qué queréis?
-Haremos pasta para cenar- le informé- Y como te toca cocinar, pues ale, que tengo cosas que hacer.
-¿Qué hago?- me preguntó.
-Espaguetis a la boloñesa- dijo Zayn- O eso o pollo.
-Espaguetis- dijimos  Liam y yo a la vez.
Salí de la cocina y me encaminé a mi habitación, Els estaba arriba y no quería dejarla sola, porque según ella “La dejaba sola por irme con Beth” Cosa que no es verdad.

-¿Qué haces cari?- me preguntó Eleanor.
-Me estoy peinando ¿Y tú?
-Más de lo mismo.
-¿Quiénes vienen hoy?- me preguntó, os traduzco “¿Beth viene hoy?”
-Las chicas, y los chicos. Los de siempre Els. Me voy abajo que estoy ayudando a estos con la comida.

Beth
-No estés nervioso cari, que la primera vez le caíste bien a todos- le sonreí a Alex.
-Ya, pero no sé- me respondió- Tenemos que hablar de lo que haremos esta Navidad- sonrió.
-Me quiero ir de casa, pero es que no sé a dónde. Después de mi cumpleaños. Me voy.
-Vente conmigo pequeña- me miró sonriente.
-¿En serio?- le sonreí- ¿No vivías con tu madre?- le pregunté.
-No- le miré extrañada- Bueno, sí. Pero mi madre se ha ido a York. Así que no hay problema.
-¿Y cuando regrese?- le pregunté.
-No regresará. Por eso no te preocupes.
-Vale cari, vamos dentro que me estoy congelando- le sonreí.
Entramos en la casa. Estaban todos. Eleanor y compañía.
-La noche promete- dijo Louis.
-¿Qué haremos después de la cena?- les pregunté.
-Pues nos vamos de fiesta, la ocasión lo merece- me respondió un tanto frío. Eso me dolió mucho. ¿Por qué de repente era así conmigo?
En ese momento, pensé en preguntarle, pero me paró el hecho de que era posible que Eleanor montara un escenita de celos y que Alex no se quedara atrás con el tema. Miré a las escaleras porque bajaba alguien. Harry. Pero esta vez no iba solo.
-Hola chicos- saludó un poco desanimado, sería porque Jane está aquí, o algo parecido.
-Hola- le respondió Alex.
-¿Y Lucía?- preguntó el rubio que venía de la cocina.
-Creo que no vendrá, se estaba instalando en su nuevo piso.
-Es verdad, bueno. La llamo y le pregunto- y salió otra vez del salón, pero esta vez con el móvil en la mano.
-Bueno chicos vais  a presenciar el soborno que me debe Beth desde hace un par de meses- dijo Jane- Ya veréis como mola.
-Que pesada eres- le miré mal- Este no es el momento para hablar de eso.
-¿De qué va?- preguntó Zayn.
-¿Os acordáis de aquella cena, en la que Eleanor cometió el lamentable error de pegarme?- todos asintieron, incluida la misma Eleanor- Pues Lou me llamó desde España, para que la perdonara. Porque eso estaba teniendo efectos secundarios. Pero yo me negué y únicamente lo hice porque Beth me sobornó.
-¡¿Qué?!- gritó Harry.
-¿Con qué te sobornó?- preguntó Liam.
-Un móvil nuevo- dije yo en un susurro- Para Jane, esto no lo tendría que saber nadie.
-No, a ver os lo dejo claro. Yo lo quiero ahora. Y quiero que Eleanor se vuelva a disculpar, pero sinceramente. Y que Harry también lo haga. Y me vengo.
-¿Qué ganas con esto?- le pregunté.
-A ver. Harry tiene que disculparse contigo, por tratarte como te trató. Eleanor, conmigo, porque no me creo ni una palabra de lo que dijo aquella vez. Y el móvil. Porque eh perdido el otro.
-No me pienso disculpar- dijo Harry.
-Esa rubita te contamina- le dijo Jane señalando a Taylor.
-Jane, para ¿Estás borracha?- le miré mal.
-Pueeeede- dijo alargando la E.
-Sí, lo está- dijo Dani- No pude pararla y sabes cómo es.
-Dios mío. Siempre es algo diferente Jane. Compórtate- le dije enfadada- Ahora te irás arriba y te tumbarás en la cama de Zayn. Después te vas a dormir y de ahí no te levantas hasta que yo te suba a buscar. Solo yo ¿Ok?-asintió y se fue directamente a hacer lo que yo le dije.
-¿Cómo lo has hecho?- me preguntó Perrie.
-Pues ordenándole que lo haga, a vosotros nos os hace caso…
-¿Por?
-Porque no tenéis huevos de enfrentaros a ella.