jueves, 20 de diciembre de 2012

Capítulo 7- ¡Ni protocolo ni hostias!


Entré en clase. ¡No había llegado le profesor! Busqué a Alex con la mirada sin quitarme las gafas de sol. Perfecto. Ahí estaba. Caminé hasta el final de la clase y me senté a su lado.
-Hola cariño- me sonrió y después me besó…¡ había gente a nuestro alrededor! Los que estaban ahí se quedaron flipando.
-Hola pequeño- sonreí- ¿Qué tal? ¿Porqué no ha venido el profesor?- respiré.
-Pues… Parece que está malo… Tenemos dos horas libres ¿Salimos?- me miró sonriente.
-No puedo, mi padre me sigue- saqué las cosas de música.
-¿Qué haces?- me miró.
-Los deberes de ayer…- abrió los ojos más que un búho.
-¿Tu haciendo los deberes en clase porque no los pudiste hacer en casa? ¡Esto es increíble!- dijo emocionado.
-Es… A ver, ayer conocí a mi madrastra y a mi hermanastra. Y después salí con unos amigos. Llegué a casa hoy a las 7:30 de la mañana- dije sonrojada.
-Ah, ¿Me estás diciendo que en nuestro primer día de noviazgo has quedado con unos amigos, te has emborrachado y has llegado a tu casa a las 7:30 de la mañana?- parecía enfadado.
-Umm… Sí, pero no dije que estuviera borracha- sonreía-Además, iba con Jane, mi amiga-hermanastra y los chicos tienen novia. Solo hicieron una fiesta por que estrenaban un sigle nuevo.
-¿Son cantantes?- asentí- Ah…- sonrió. Por su puesto, omití la parte de la canción de Ed.
Nos pasamos las dos horas hablando. Besándonos y sonriendo. Cuando se hiso hora de separarnos me cogió de la cintura y me dijo al oído “Después de clase te vienes conmigo, te espero en la puerta grande, y me da igual si tu padre nos sigue” Sonreí. Que mono.
                                                                  -Narra Danielle-
-¿…Entonces?- le miré dolida.
-Entonces… Esto se acaba Dani- dijo Liam sin dejarme respirar… No, no respiraba con tan solo pensar en lo que pasaría ahora.
-¿Eres consciente de todo lo que estás rompiendo?- dije.
-Si… Pero no podemos seguir así- bajó la cabeza- ¿Sabes cuánto tiempo nos vemos al año? 3 meses y medio Dani. Y ahora porque tú no trabajas, pero cuando comiences dentro de 2 semanas ¿Qué pasará?- suspiré- Tendrás miedo de ir al estudio porque una fan te ha echado una amenaza en el buzón. Tendrás miedo de todo. Y yo no estoy siempre… Así que sí, soy consciente de lo que rompo. Pero no sé que hacer para no romperte el corazón.
-Adiós- dije cogiendo las maletas y tratando de salir con todas a la vez de la habitación.
-Pero…- dijo antes de que saliera de casa- Podemos ser amigos Dani.
-No- dije seca- Yo no puedo ser amiga tuya, y lo sabes.
-Inténtalo Danielle, inténtalo por favor.
-No sé Liam. No sé- y salí de nuestra casa.
Sí, bueno ahora era su casa. ¿Y ahora donde iba? Ya sé. Lo que me duele es que lo ha hecho todo sin pensar en mí. Aunque él diga que lo hiso pensando en mi. Sé que no. Sé que lo hiso pensando en no sentirse culpable.
Me bajé del taxi y pagué. Perfecto, ahora no tenía novio, no tenía nada. Hasta mi coche dejé en casa de Liam. Llamé a la  puerta del apartamento y dije quien era. Ella me abrió sin pensarlo dos veces.
-¿Qué pasó?- dijo asustada cuando me vio con tantas maletas y llorando cuando las puertas del ascensor se abrieron.
-Liam me ha dejado- abrió los ojos como platos.
-Hijo de puta…- dijo por lo bajo, pero la escuché.
-No es su culpa. Es la mía- me abrazó y me ayudó a sacar todas aquellas maletas.
-Sí, te puedes quedar aquí- dijo sin que yo le preguntara. Sonreí.
-Lo siento, es que no tengo a nadie. Y Perrie vive con Jade y medianamente con Zayn, no podría aguantar estar ahí.
-A ver, yo me voy hoy. Así que no pagues alquiler nena. Nos mudamos a casa de Beth y el piso ya está pagado, así que solo encárgate de la comida.
-¿Cómo que os mudáis?- le pregunté- ¿Y a casa de Beth?- no sabía que pasaba.
-El padre de Beth es el hombre misterioso de mi madre- con eso lo entendí todo.
-Ah…- dije tirándome en el sofá.
Jane me abrazó. Y encendió la tele para que nos empanáramos mirándola. La verdad es que el piso estaba vacío. Hablando en términos personales, porque estaban todos los muebles. Ahí había vivido yo durante 3 años. Pero cuando cumplí el año con Liam, me fui a su piso dejando atrás a Jane y a Brenda. Ellas eran como mi madre y mi hermana. Ya que Brenda solo tenía 34. Así que la podía considerar una hermana. Solo me llevaba 11 años.
-¿Qué explicación te dio?- me preguntó Jane.
-La de siempre. Nos vemos poco bla, bla, bla…-dije concentrada en la tele. Ya había parado de llorar.
-Madre mía.¿ Pero esta vez irá en serio?
-Supongo. Yo ya le dije que si me iba no volvería. Y me dijo que me fuera. Y lo que más me duele es que esta mañana en casa de los chicos estaba tan normal hasta que llegó Massiel.
-Ella siempre la lía- dijo Jane.
-Pero lo que dice es verdad, es lo que más me gusta de ella.
-No sabía que se había quedado en casa de los chicos.
-Ni yo, la vimos al bajar. Hace buena pareja con Harry- dije mientras me acordaba de la conversación de esa mañana. ¡Bingo!
-Ya…- mierda, había metido la pata.
-No te preocupes, solo es sexo- sonreí.
-Ayer bailó con Beth, y le quería tocar el culo- hiso una mueca- Además no me importa- sonrió.
-Como que no te creo. Y no deberías enfadarte, tú fuiste la que lo dejaste.
-Me dijo que me quería.
-Haberle dicho lo mismo.
-¡Es que yo no me enamoro!- dijo enfadada. Los temas de Harry siempre la enfadaban.
-Claro, cuando lo hagas me darás 1000 libras.
-Vale- sonrió, como si hubiera ganado ella porque nunca se enamoraría.
-¿Por cuantos vas?- le pregunte curiosa.
-Ayer iban los 26, pero Louis me interrumpió.
                                                                -Narra Jane-
Llegué a casa de Beth  y organicé mi habitación. A ver, tenía ganas de que ella llegara porque yo sola  en esa casa me siento desubicada. Me tumbé en la cama a mirar el techo. Tenía una inscripción o algo parecido. Ponía algo en francés.
Rappelez-vous que ni les étoiles du ciel peut compter combien Je t'aime. Toujours en sécurité sous mon ciel.
Je t'aime.
Me gustaba, aunque no tenía ni idea de lo que decía. Me levanté y me di una ducha, mi baño también era bastante grande. Después me quedé sentada en el ordenador esperando a que Beth llegara.
Me levanté asustada, había soñado algo muy feo. Miré el reloj y eran las 6, Beth había llegado hace horas, seguro que no me quiso despertar.
-¿Dónde estabas?- pregunté entrando en su habitación, y me di cuenta de que Danielle estaba ahí.
-Hola Jane- dijo Dani.
-Hola J- dijo Beth- Me fui a dar una vuelta con Alex por ahí- miró a Dani-¿Qué tal llevas la mudanza?- sonrió.
-Pues ya está todo- dije tirándome en la cama.
-Bien…- me interrumpió Beth-¿Quién es Massiel? ¿Qué pasó con Liam? ¿Eleanor se enfadó?- empezó a preguntar emocionada.
-Pues….- pensé- Solo me eh quedado con lo último- sonreí.
Dani le contó a Beth lo que había pasado con Liam, entre las dos le contamos quien era Massiel, y no sabemos cómo terminaron Louis y Eleanor. Aunque verdaderamente, eso es lo que menos me preocupa ahora mismo.
                                                                        -Narra Beth-
Los chico se iban mañana y hay había una gran cena. Me daba mucha pena que se fueran. Ahora que nos habíamos hecho inseparables.  Me vestí corriendo ya que no teníamos tiempo.
-¿Te puedes dar prisa?- me gritó Jane mientras entraba  en mi habitación.
-Ya voy- dije echándome perfume- Venga, vemos- cogí el bolso y salimos de ahí.
Según los chicos  iba mucha gente a la cena. Massiel, unas amigas de Perrie, son de el grupo donde canta, creo que se llama Little Mix. También iba Ed y Eleanor. Lo que más pena me daba era que Dani no podía ir. Sí, yo aún no aceptaba la ruptura.
Estas últimas semanas han sido decisivas. Yo me eh juntado mucho con los chicos. Me eh separado de Ed. Jane y yo somos como hermanas. Y su madre y mi padre viajan ahora juntos por el mundo. La verdad es que mola un montón. Mi relación con Alex es perfecta, aunque mi padre no quiera que me vea con él a nosotros nos da igual.
Llegamos a casa de los chicos y antes de entrar nos retocamos… Yo (iba así) y Jane (iba así) Creo que íbamos divinas de la muerte. Entramos en el jardín y por lo menos yo… Respiré hondo.
-¡Hola!- dijo una chica de pelo rizado, creo que esa era Massiel- ¿Qué tal chicas?- sonrió. Era maja, no sé porque a Jane le caía tan mal.
-Hola- sonreí- ¿Tú eres?- le extendí la mano.
-Massiel- dije estrechándome la mano.
-Encantada Massiel, yo soy Elizabeth- dije pasando.
Dentro saludé a todos los que estaban. Era gente muy maja, aunque parecía que había cierta tensión sexual entre Massiel, Jane, una tal Jade y Harry. Me encantan los cuadrados amorosos… Son peores que los triángulos. Aunque siempre hay alguien a quien solo quieres porque te atrae.
La noche pasó como otra cualquiera, pero con la excepción de que los chicos se iban mañana. Lo último que recuerdo era que había bebido bastante y que estábamos bailando las chicas. Claro, todas menos Eleanor.
-¡Vega El, eres la única que no baila!- Perrie tiró de su brazo. Era un chicle, siempre detrás de Louis.
-¡Que no Perrie!- dijo ya enfadada- Paso de bailar como una guarra- dijo seria. ERROR. Eleanor acababa de dejar caer la última gota que colmaba el vaso de Jane.
-¿Me estás llamando guarra?- preguntó esta, le agarré del brazo.
-Sí, ¿Tienes algún problema con eso?- preguntó Eleanor, se levantó de donde estaba, y vi como los chicos contemplaban como iniciaba la pelea.
-Venga chicas, es una tontería- dijo Jessi, una de las amigas de Perrie.
-Sí, venga, estamos borrachas- dijo Anne. Tenía un nombre compuesto, pero es demasiado raro.
-¡No!- gritó Jane- ¡Nos ha llamado guarras!- dijo enfadada- No solo a mí, si no a Beth, a Leig-Anne,  a Jade, a Perrie, a Jessi y a Massiel- esta última se sorprendió al ver que Jane sacaba la cara por ella.
-Jane- le dije al oído- El protocolo- sonreí.
-¡Ni protocolo ni hostias, esta niña ya me tiene harta- los chicos se levantaron al ver que esto iba en serio- La llevo aguantando desde que voy con los chicos. Antes pensaba que como yo llevaba una lista me acostaría con Louis. Me amenazó, y ahora desde ese momento ha sido una falsa con todas- miró a Eleanor desafiante, esta solo reía, como diciendo que Louis no le haría caso a las palabras de Jane- Jade, a ti no te aguanta. Leig-Anne, Louis te miró el culo y eso fue motivo suficiente para que te odiara. Perrie, nunca ah podido aceptar el hecho de que las fans no te hicieran lo mismo que a ella con Hannah Walker. Y Beth, no sé como la aguantas. Pero yo tú le hubiera dado un guantazo hace mucho- y le pegó una bofetada que sonó hasta en los lugares más recónditos de Londres. 

viernes, 14 de diciembre de 2012

Capítulo 6- ¿Bailamos?-


Ya  no habíamos sentado, y mirábamos como la gente bailaba. Echaba de menos bailar… Y lo había hecho esta tarde.
-¿Bailamos?- me preguntó Harry.
-No sé… Es que no me apetece mucho- dije en un susurro. Susurro que escuchó.
-¿Qué pasa? ¿No sabes bailar? Jajaja, venga yo te enseño- dijo burlándose.
-¿Tú eres tonto?- me levanté hasta ponerme a su altura- ¡Claro que se bailar! Y mejor que tú- reí.
-Pues… ¡Demuéstralo!- dijo sonriendo.
-Vaaale- dije en un tono cansino.
                                                                    -Narra Louis-
Harry había sacado a bailar a Beth, eso me sentó muy mal. Pero, la verdad es que no sé porqué me pongo así, porque yo tengo novia. Ya llevaban unas 2 horas bailando, ¿Beth no se cansaba? La verdad es que bailaba muy bien, era buena… Y también iba borracha. Como una cuba. Me entretuve mirando como bailaba  y como Harry trataba de ponerse a su altura, pero no podía, esa chica era demasiado buena en lo que hacía.
-¿En que piensas?- me preguntó Eleanor.
-Pues…- ¿Y que respondía ahora?
-Pues… ¿?
-Pues pienso en que deberíamos ir ya a la cama- dije sacándomela de debajo de la manga.
-Yo creo que no, creo que estás estresado- dijo abrazándome.
-El.
-Dime.
-¿Porqué me has dicho que me odias?- dije en un susurro.
-Porque estaba enfadada- dijo sonriente.
-Ya, pero lo que pasa es que no puedes enfadarte cuando te dé la gana y después venir tan tranquila como si no pasara nada. Porque pasa- me miró flipando.
-Gracias Lou. Gracias por arruinarme la noche- y vi como se levantó y subió a la habitación.
Perfecto, la había cagado. Pero creo que si no se lo hubiera dicho sería un falso… Porque es lo que pienso, está jugando conmigo, y no me gusta que jueguen conmigo. Me fijé otra vez en Harry y Beth, estaban bailando más pegados aún. Dios, me daba nauseas ver esas escena. Me levanté y los separé. Si, los separé.
-¿Qué haces?- me preguntó Harry medio que enfadado.
-Separaros, le has tocado el culo Styles- dije mirándole  mal.
-¿Y?- si, el también iba borracho.
-Pues que es nuestra amiga, y seguro que esta es la primera vez que se emborracha, y no es justo que le metas mano- ya los había conseguido separar y estaba en medio de los dos.
-Tú como siempre, aguando la fiesta, ya tienes chica… Deja que los demás disfrutemos.
-Harry, tú a la cama ya- dije enfadado.
-Pff- y se fue. Me pasé, me pasé un montón. Porque Harry no tiene la culpa de mi cacao mental. Que si estoy con Eleanor, pero Beth es muy guapa. Eso es verdad… Pero a Beth la conozco desde hace 6 días y a Eleanor desde año y medio. Además a Eleanor la quiero, la quiero mucho.
-Y tú señorita a casa ya, o te quedas aquí- dije sin pensar pero después me acordé. El está en casa- Mejor a casa.
-Dios… Llama a Jane, ella me tiene que llevar- dije con dificultad.
Después de buscar a Jane por toda la fiesta y pillarla a punto de acostarse con uno que estoy segura que no conoce, le conté lo de Beth y se asustó. A lo mejor la regañaban por llegar borracha. No sé.
-¿Dónde está?- me preguntó.
-Está en el salón. Mira son las 3 de la mañana, ¿No es mejor que os quedéis?- si se quedaba Jane, entonces El no se enfadaba.
-No sé, es que mañana me mudo.
-Yo os llevaré temprano… ¿Qué me dices?
-Valee…- dijo sonriendo- La tenemos que llevar arriba.
-Yo os ayudo.
                                                                         -Narra Jane-
-¡Pero si no pesas nada!- dije ayudándola a subir las escaleras.
-Hombre, si está súper delgada- dijo Louis.
-Ya, creo que es bailarina- comenté.
-¿Cómo Dani y tú?
-Sí…
-Bueno, mañana me despertáis a la hora que os tengáis que ir- dijo ya cuando estábamos en la puerta de la habitación.
-No sé Lou, me da pena… Eleanor está en casa y tal. Será feo interrumpiros.
-Tú llama- dijo sonriendo.
-Vale- reí- Hasta después Lou.
-Hasta después.
Entramos en la habitación. Perfecto, teníamos que dormir con los vestidos puestos. No sé, pero era raro. Siempre la que se emborrachaba era yo.
Ayudé a Beth a tumbarse en la cama. Y me tumbé al lado de ella. Me puse a pensar en mis cosas, cosas de diosa sexi. Na’ es coña. Cosas de chica solitaria.
-¿Sabes?- sentí que dijo Beth.
-No, no sé.
-Pues te digo- dijo con dificultad.
-Dime- la miré.
-Te contaré un secreto, pero no se lo puedes decir a nadie- dijo susurrando.
-No se lo contaré a nadie.
-Soy virgen- susurró- Y tengo novio- rió.
-Jajaja- no lo pude evitar- Lo único nuevo es que tienes novio.
-Muy graciosa- se notaba, ya se estaba recuperando, tampoco es que estuviera tan borracha como pensaba Lou.
-Es verdad, todos sabemos que eres virgen.
-Ya, pero lo del pirsing ni te lo oliste- dijo mientras se acorrucaba, hacía frio.
-Hombre, es que nunca lo imaginé.
-Ya claro- dijo en un susurro- Voy a dormir, me muero de sueño.
-Hasta mañana.
Y ahí me quedé. Pensando en lo que había pasado hoy. Hoy me habían anunciado de  que tendría que convertirme en una Ladie en dos meses. Y eso, eso no molaba nada.  Pensé en todo lo que me pasaría a partir de ahora. Si ya recibía odio con todo esto de ser amiga de los chicos imaginaros cuando se enteren de que me convertiré en Ladie. Esto será un Caos.
Me di cuenta de que no había dormido nada a las 7 de la mañana. Vale, teníamos que irnos… El padre de Bath se levanta muy temprano y no quiero que nos pille.
-Beth- dije zarandeándola.
-Que- dijo con voz de camionero.
-Que son las 7 de la mañana, y no has dormido en tu casa, tienes clases y tu padre te pillará si no nos vamos ahora mismo.
-¡Mierda!- se levantó de una, se le había ido toda la borrachera de pronto.
-Tenemos que llamar a Lou para que nos lleve- dije sonriendo.
-No, mejor vamos caminando que Eleanor está aquí y no le gustará mucho que los interrumpamos- dijo Beth.
-Ya, pero es que queda muy lejos- dije quejándome. Solo quería joder a Eleanor.
-Pedimos un taxi- escusa perfecta, esta niña es muy lista.
-Lou se enfadará. Me dijo que lo llamara si o si- vale, le di un poco de dramatismo, pero es que si no, no me hacía caso.
-Vale, pero si la modelo se enfada, cargas tú con las culpas- dijo mientras salíamos de la habitación.
                                                                    -Narra Louis-
Eran las 7 y algo y El y yo aún estábamos despiertos. ¿Por qué? Porque llevábamos toda la noche discutiendo. Toda la noche.
-Estoy harta de que desaparezcas meses, y después cuando vengas a vernos le prestes más atención a los demás. ¿Y yo? ¿Dónde me quedo?- dijo en modo de reproche.
-El…- trataba de evadir la discusión. Paso de estos temas.
-No Lou ¡Estoy harta! ¿Entiendes? ¡Harta!- gritó en un susurro. No sé, fue raro.
-Yo sí que estoy harto- la cogí de la cintura y la besé. La besé con ganas. Ella primero estaba sorprendida por mi decisión pero yo no tenía ganas de discutir. Tiré de ella y calló en la cama. Sexo de reconciliación. Jajaja, estoy enfermo.
Estaba a punto, a punto de quitarle el sujetador  cuando tocaron la puerta de la habitación. Quien fuera, se iba a enterar.
-No abras- dijo El en un susurro.
-Tengo que abrir- me levanté y me puse los pantalones- Tápate- le ordené. No sé porqué, porque ya lo había hecho.
Me paré delante de la puerta y respiré hondo, como si fuera a hacer algo súper importante.
-Hola- dijo Beth sonriendo, me encantaba esa sonrisa- Lo siento si os hemos interrumpido, es que Jane insistió.
-No, no habéis interrumpido- dije sonriendo.
-Sí, sí que has interrumpido- dijo El por atrás.
-Em… Lo siento- dijo Beth.
-El- dijo mirando hacia atrás- ¿Queréis que os lleve?- le pregunté a las chicas.
-Ese era el plan, pero si estás ocupado llamamos a un taxi, esa era mi idea- dijo Beth.
-No, le dije a Jane que os llevaría y os llevaré- entonces entré en la habitación y cogí una camiseta y me la puse, besé a El que me devolvió el beso de mala gana y salí de ahí con las chicas.
Por el camino nadie dijo nada. Solo cuando llegamos a casa de Beth como a las  7:30 am. Las chicas se despidieron y entraron. Perfecto. Ahora cuando llegue a casa será la 3ra guerra mundial.
                                                                       -Narra Beth-
Entramos en el jardín a toda prisa. Teníamos miedo ¿Y si se daban cuenta? No sé, mi padre me mata.
-¿Crees que se habrán dado cuenta?- le pregunté mientras subíamos por la ventana de mi habitación.
-¿No confías en mi madre?- me dijo  Jane desde abajo en un susurro-grito.
-¡Claro! Pero es que mi padre es difícil de engañar- dije desde arriba- ¡Tírame los zapatos!- dije alzando un poco el tono de voz.
-Ahí van- dijo tirando uno.
-¡Ostia!- me pasé la mano por la pierna, dios me había dolido- ¡Eres una salvaje!- le miré mal.
-Es que si no, no llegaba- puso de escusa-   Anda tira.
-Bestia- dije por lo bajo. Después de entrar en la habitación se me enganchó el vestido en un clavo, no sé que hace ahí porque me eh escapado muchas veces y nunca lo había visto. Ayudé a Jane a subir y me preparé para ir a la escuela de música. Hoy sí que me maquillaría. Tengo unas ojeras que asustan.
-Buenos días- dijo Ingrid canturreando- ¿Tú despierta? ¿Qué ángel se va a caer?- dijo en broma.
-Ninguno- respondió Jane- Es que tiene muchas ganas de comenzar el día- dijo tumbada en mi cama, que morro tenía esta niña.
-No me lo creo- dijo Ingrid- El desayuno está servido, Beth, por favor, disimula más y despierta que tú padre se dará cuenta de que salisteis anoche. Maquíllate- me guiñó un ojo y salió de la habitación.
-Espera…¿Cómo lo sab…?- y salió de la habitación sin dejarme hablar.
-Llevas el vestido aún, además, hay que ser muy tonto para no saber que esta es la mañana del día después.
-Ah, interesante- mascullé, entonces Ingrid entró otra vez en la habitación.
-Os están esperando todos en la mesa- sonrió- Daros prisa.
-Ya voy- dije con voz cansina.
Entré en el baño. Le pregunté a Jane si se quería duchar, me dijo que si así que la envié al baño de la habitación de al lado, le advertí que no tocara nada. Esa era la habitación del recuerdo, y todo lo que hay ahí es importante para mí.
                                                                            -Narra Jane-
Entré en la habitación. La verdad es que se veía abandonada ¿Qué habrá ahí? No quería ser cotilla, pero es que cuando te prohíben una cosa  más deseas hacerla.
Todo estaba lleno de polvo. Vi un piano, sí  me encantaban los pianos, aunque no tuviera ni idea de cómo tocarlo, tenía una sábana por arriba, pero lo cubría poco. Me senté y toqué una tecla. Una mota de polvo se levantó y comencé a toser, era mejor no tocar más.
Todo estaba lleno de cajas y cosas cubiertas ¿Porqué esta habitación estaba tan abandonada? La verdad es que yo quería saber porqué, porqué lo dejaban todo así.
-Es mejor que te duches- pensé en voz alta. Me levanté y entré en el baño. Por dios, era inmenso… ¡Yo quería un baño así!  Me metí  y me duché. El agua estaba súper caliente. Me encantaba el agua caliente. Entonces me pregunté. ¿Cómo tienen un baño listo en una habitación que nadie utiliza? Esa era la vida de los pijos.
Después de una buena ducha me vestí  con la ropa que me había dado Beth. Salí de ahí, esa habitación me causaba escalofrío. Era oscura y fría. Y llena de cajas. Claro está. Entré en la habitación de al lado y vi que Beth ya estaba preparada. Estaba radiante, era increíble. Sin embargo, yo parecía que llevaba una semana sin dormir.
                                                                        -Narra Beth-
-¡Hola!- dijo Jane animada al entrar en el comedor.
-Hola- dije yo sin ganas.
-¿Qué tal chicas?- preguntó la madre de Jane.
-Bien, ya sabes- sonreí.
-Hola- dijo mi padre-¿Qué tal la noche Jane? ¿Te ha gustado la casa?- mi padre, tal falso como siempre.
-Bien, si me ha gustado- y Jane fría. Me encantaba esa niña.
-En fin, me voy a la escuela- dije levantándome.
-Que te lo pases bien- dijo mi padre.
-¡Basta!- pegué un golpe en la mesa.
-¿Qué te pasa?
-¡Que si quieres ser amable con ellas lo puedes ser, pero a mí me dejas en paz! –me levante, pensando en lo niña mimada que había parecido ahora...-Buenos días chicas- miré mal a mi padre y salí de allí.
                                                       -Narra Louis-
En cuanto entré en casa comencé a temblar. La verdad es que estaba muy nervioso. ¿Y si esto daba comienzo a otra discusión con Eleanor? ¡Dios! No estoy preparado para esto. Atravesé el porche y entré en el vestíbulo. Sí, los chicos tienes en la mala manía de dejar la puerta abierta.
-Hola- dije entrando en el salón.
-Hola Boo- me contestó Danielle- ¿Tienes tú algo que ver con el enfado de Eleanor y Harry?- me preguntó, cosa rara… Ella no se suele meter en estas cosas… Pero a lo mejor lo hace porque El es su amiga y eso preocupa.
-Tal vez…- susurré.
-Pues tienes un problema majo- dijo Zayn- No sé cuál de los dos está más enfadado.
-En fin…- cambié de tema- ¿Qué hacéis despiertos a las 8 de la mañana?- sonreí.
-No lo sabemos, a lo mejor tendrá algo que ver con que tu novia llora y no se calla- dijo Perrie irónica, sí, ella y Zayn la pareja perfecta.
-¿Está llorando?- me sorprendió- ¿Porqué?- los miré a todos.
-No sé, tú eres el que la ha cagado- dijo Liam. Perfecto, ya solo hablaba Niall y todos habrían dado su opinión.
-¿Y que os hace pensar el hecho de que Harry esté enfadado?- pregunté.
-Aún no se ha levantado- dijo Dani – Aunque ese no es motivo.
-Ya…- sonreí-Niall…- este me miró-¿Tú no tienes nada que decir?- le miré, estaba comiendo, como no.
-Hoy eh quedado con Amy, y no tengo plan- sonrió.
-Pues tenemos una emergencia- dijo Perrie- ¿Le ayudamos?- le sonrió a Dani y esta asintió. Tenían un plan de “emergencia” para estos casos. La única que faltaba era Jane.
Subí las escaleras y sentí sollozos. Eran de El, claro  está.  Por el fondo del pasillo se cerraba una puerta. Ahí apareció Massiel, uno de los ligues de Harry, y atrás el. En calzoncillos.
-Hola Lou- dijo Massiel mientras me alborotaba el pelo, esta chica me caía genial- Creo que es mejor que la dejes un rato. Ahora solo te dirá que te odia- me sonrió. Si os soy sincero, esta chica ah salvado mi relación muchas veces. Que Eleanor no se entere.
-No sé. Es que está llorando.
-Si- dijo Harry, no estaba serio, no estaba enfadado.
-Y no sé porqué, por eso tengo que averiguarlo.
-Está llorando porque has sido un cabrón- dijo Massiel. Si, ella tan directa como siempre.
Prácticamente me obligaron a bajar a la otra planta. Son muy pesados, pero era verdad. Tenía que evitar discutir con El.
-Entonces…¿Este era el motivo por el que no salías de la cama?- preguntó Niall metiéndose un puñado de cereales de la boca.
-Se puede decir que si- dijo Massiel sentándose en el sofá.
-¿Qué hicisteis?- preguntó Zayn.
-Cosas de mayores Malik, cosas de mayores- respondió Massiel. No sé porqué Harry no salía con ella. Era perfecta.
-Vosotros dos- dijo Dani-¿ Por qué no salís?- me leyó el pensamiento.
-Porque yo no quiero salir con el ricitos rompecorazones. Yo no he nacido para estar atada a un tío que solo tiene tiempo para mi 3 meses al año- respondió Massiel, duro, pero cierto.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Capítulo 5 -Little things-


Me senté en  el sillón del salón. Si, el sillón de mi madre. No sé porqué sufría tanto en silencio. Total, mi madre solo estaba de vez en cuando, la quería, la quería mucho, pero desde pequeña se notaba que ella a mí no. ¿Sabéis lo que es vivir con personas que no te quieren? No, no lo sabéis. En mi casa la situación era rara. Mi padre no me quería, o si lo hacía tenía una forma muy peculiar de demostrarlo. Mi madre tampoco, pero eso no era una novedad en mi vida. Solo mi hermano, sí, el mismo, pero cuando cumplió los 18 se fue, no sé porqué,  según el por que estaba harto de esa vida. Pero… No, porque su vida era la mejor. La mejor, sin dudas.
-¿Beth?!- gritó Ingrid.
-¡Seeeeh!- le grité yo- ¿Qué hay de comer?- volví a gritar.
-¡Tú comida favorita!- gritó.
-¡Oh Yeah!- miré el reloj, 3:30. ¡Mierda!- ¡Ingrid! No voy a comer, eh quedado y voy tarde-¿Tanto había tardado en  pensar en el asco de vida que tenía?
Entré en mi habitación y me senté en la cama, ¡Mierda! Me había dejado la bolsa de danza en el salón, si  Ingrid la veía me mataba, pero bueno, era un riesgo que correría. Me tumbé, estaba muy cansada y confundida. No sabía si ir a mi encuentro con Alex, pero es que no sé, es un chico  muy guapo, y siempre me ha gustado, y cuando digo siempre, es siempre. Solo que es muy creído.
Me metí en la ducha, me quedaban 20 minutos para la quedada con Alex. ¡Mierda! Que habíamos quedado a las 6. Que palo. Salí después de la ducha, con la bata puesta, caminé por todo aquel pasillo y llegué a la cocina.
-Tengo hambre- dije con cara de zombi.
-¿Tú no habías quedado?-  me miró Ingrid que estaba haciendo algo raro, no sé.
-Sí, pero me acordé de que quedé a las 6- me senté en una de las sillas de la cocina.
-Sabes que tú padre llega a las 8 ¿Verdad?- asentí- Te quiero aquí a las 7:30.
-Mira que eres pesada- me miró mal- ¿Me das la comida ya?- puse mi cara más angelical.
-No, tú profesora de danza llamó. Has engordado- la miré sorprendida.
-Sí, ¡una mierda!- grité.
-¿Qué te eh dicho de las palabrotas?- me miró como “soy la madre que está harta de decirte que no digas palabrotas”
-Lo siento- bajé la cabeza- Pero tengo hambre.
-¿Una manzana?
-Sabes que las odio.
-¿Pera?
-No.
-¿Plátano?
-¿Me ves cara de tenista?
-¿Kiwi?
-Demasiado verde.
-¡¿Qué quieres?!- estaba frustrada.
-¡Carne roja! ¡Quiero carne!- grité.
-Vale- y se puso a calentarme la comida.
Después de prepararme el gran chuletón con patatas fritas y beicon miré, comí, al terminar miré el reloj 4:48. Pff, me tendría que duchar otra vez. O algo así. No sé.
-Dios, me voy a la ducha- le dije a Ingrid.
-¿No te duchaste cuando llegaste?- me miró como “estas mal”
-Sí, pero ahora me daré un baño, tengo que pensar.
-Vale, “señorita Rockefeller”
-¿Porqué me llamas así?- la miré mal.
-Porque sé que odias que te llamen así.
-¿Y si lo sabes, porqué lo haces?
-Pues por eso, porque te molesta.
Salí de la cocina, en serio a veces Ingrid era muy pesada, pero de broma, y entonces tengo ganas de matarla, pero cuando veo como es conmigo, se me pasa. No se puede matar a un ángel.
Entré en mi habitación y me metí en la ducha, en verdad me di un baño, con música de Ed de fondo. Era algo que me relajaba mucho. No sabía que hacer, ¿Iba a mi encuentro con Alex?  ¿Pasaba de todo aquello? Me negué, yo quería a Alex desde el día que lo conocí, era algo surrealista, todo esto era diferente.  Vale, acepté que lo quería. ¿Por qué tenía que ser tan jodidamente guapo? A lo mejor solo me atraía. Pero daba igual todo lo que pensara en ese momento, tenía que ir a mi encuentro, para enterarme de que quería Alex.
Me levanté, me vestí, hice un repaso a mi pelo, que estaba mojado y me lo dejé que se secara solo, odio los secadores. Me eché colonia y salí rumbo a Hyde Park (Iba así)

Este es Alex! 

-Hola- sentí detrás de mí.
-Hola- le sonreí, iba muy guapo.
-Pensé que no vendrías, de verdad, es que eres muy…- se quedó buscando una palabra para describirme.
-No lo digas, lo arruinaras. ¿Qué quieres?
-Hablar contigo, el beso de ayer, ya sabes.
-Bueno, me besaste tú, y todavía no sé porqué, así que este es buen momento para que me des una explicación que me convenza.
-Pues… No sé- Pensó- Te queda muy bien el pirsing, ¿Lo ha visto ya tú padre?
-¿Porqué cada vez que hablo del beso cambias de tema?- le miré mal.
-Pues porque no sé como coño decirte que te quiero desde el día en que te conocí.
Me quedé a cuadros, ¿En serio? ¿Había venido preparada para esto? Le podía hacer dicho que él no tenía sentimientos, pero creo que sería muy cruel, decirle eso a alguien que acaba de confesar sus sentimientos, es de gente mala. De gente muy mala.
Mis pensamientos se esfumaron cuando sentí los labios de Alex. Este beso había sido mejor, ¿Qué digo mejor? ¡Mucho mejor! Me sonrojé, no estoy acostumbrada a este tipo de cosas. Sí, soy muy rara.
-Para- dije apartándome.
-¿Qué pasa?- me miró. Su cara fue épica.
-No sé, esto es muy raro Alex, tú y yo nos odiamos,  es ley de vida. Yo soy la niña de mamá y papá y tú, eres un chico que ha luchado con uñas y dientes para llegar a dónde estás ahora. Me odias, desde siempre. Esto es demasiado raro.
-No, siempre te eh querido. Porque eres extrañamente rara. Y lo raro me gusta.
-¿Me estás diciendo rara?
-Te lo acabo de decir.
-Ya lo sé, pero esto  son cosas de chicas, ya sabes, bueno, no, no sabes…  Los tíos sois demasiado cortitos para esto.
-¿Me estás diciendo tonto?- rió.
-Bueno…- alargué la o.
-En fin, te lo preguntaré, me da igual, tengo que lanzarme- suspiré- ¿Quieres salir conmigo?
-Pues…- pensé, ¿Qué pierdo diciéndole que no? ¿Nada, verdad? Pues venga, allá vamos- Pues claro que si- Sonrió y yo hice lo mismo. Me abrazó y después juntamos nuestros labios. Si, ese niño me encantaba.
Después de media con Alex en el parque, hablando de todos estos años de odio. Me sonó el móvil. Era Jane.
-¿Qué quieres pesada?- dije con una voz cantarina. Estaba feliz.
-Pues si que estás de humor. ¿Quedamos hoy?
-Sí, pero a más tardar a las 8 tengo que estar en casa.
-Vale, ¿Paso por ti?
-No, en el Big Ben en 20 minutos, ¿Estarás?
-Seeh- dijo soltando una carcajada.
-Vale guarra, nos vemos por ahí.
Colgué y miré a Alex, que me estaba mirando mientras sonreía como tonto. ¿En serio llevaba todo este tiempo enamorado? O no tanto así, si no que le gustaba hace mucho. Esto era demasiado raro para mi, si, demasiado.
-¿Tienes que irte?
-Eh quedado con Jane, una amiga.
-Ah, vale- me sonrió- ¿Te acompaño?
-Si quieres.
Me levante de encima de él y nos pusimos camino al sitio donde había quedado con Jane. Pero mi móvil sonó. Mi padre ¿Cómo coño tenía mi número nuevo? Pff.
-¿Qué?
-Esta noche hay cena importante, así que vístete elegante y estate en casa ya. Sé que has salido y sabes que no me gusta que lo hagas.
-¿Y desde cuando a mi me importa lo que te gusta o no?- puse mala cara.
-Pues desde ahora. Ve para la casa ya.
-Vale.
Me detuve, paré de caminar. ¿Por qué era tan mala persona? ¡Dios! Nunca había odiado tanto a una persona, bueno de hecho creo que él es la única persona a la que odio.
-Lo siento Alex, pero me tengo que ir a casa.
-Vale, ¿Pasa algo?
-Mi padre- suspiré- Si sales conmigo tendremos un montón de problemas, la vida con una Lord no es todo color de rosa. Al contrario, si hay algo que tiene color, es porque detrás hay algo malo.
 -Creo que podré soportarlo- rió.
-Vale, tengo que llamar a Jane, porque no puedo ir.
Pero el móvil sonó otra vez, ¿Qué tenía la gente que me llamaba tanto ahora? Era Jane, menos mal, no la tenía que llamar.
-¡A ti que iba a llamar ahora!
-Tía, que no puedo ir hoy, es que mi madre me ha dicho que tenemos una cena muy importante, me tiene que presentar a su novio, dios mío, me lo presentará después de 1 año. Increíble.
-Se te nota eufórica- sonreí- Te iba a llamar para decirte lo mismo. Mi padre me ha dicho que tengo que ir a casa, tenemos una cena muy importante y me tengo que ir ya. Así que hablamos mañana que ya casi llego.
Entré en casa y fui directo a mi habitación. Me metí en la ducha. Ya sé que me eh duchado dos veces ya, pero si hay una cena importante tienes que hacerlo cuantas veces sea necesario. Es broma, pero si mi padre ni me ha echado la bronca por salir de casa, es porque está demasiado estresado con la cena. Así que es importante.
Salí de la ducha a las 7, ¡mierda! Sólo tenía una hora para prepararme. Tenía un problema. Llamé a Ingrid que me arregló el pelo. Me hice la raya y un poco de colonia. Después  me vestí a toda prisa. (Iba así)

Entré en el salón de casa porque sentí  voces, perfecto Taylor iba a la cena. Si ¿Os acordáis de mi prometido? Pues ese mismo. Me miré en uno de los espejos antes de entrar en el salón y respiré hondo.
-¡Hola!- sentí decían detrás de mí. Me giré.
-¿Tú?  ¿Qué haces aquí?
-Pues mi cena es aquí.
-Vamos, que mi padre tiene novia nueva- sonreí, me encantaba lo que estaba pasando.
-Sí, lo siento tía. Yo creo que es muy pronto teniendo en cuenta lo de tú madre y tal.
-Tía, mis padres están separados hace 3 años. Esto no me afecta. Estoy deseando conocer a tu madre- la abracé, ¿En serio  mi hermanastra sería Jane?
Entramos en el salón  y todos se nos quedaron mirando. Verdaderamente Jane iba muy guapa. Y yo, bueno, yo no me podía quedar atrás. La gente mi miraba más de lo normal. ¿Será por el pirsing? Hombre, claro que era por eso, pero me daba igual, yo quería estar así y estaría. En la sala había mucha gente. Parecía que sería yo la última persona  que se iba a enterar de que iba todo esto.
Después de que mi padre mi mirara mal por el pirsing. Nos presentaron a Brenda, la madre de Jane. Parece tímida, y además han puesto fecha para la boda. Dentro de 2 meses.
-Elizabeth- sentí que me decía una de las 2 personas que quedaban en el salón.  Me giré.
-Beth, solo Beth- corregí- ¿Qué pasa?
-Pues, ¿podemos hablar?- preguntó Brenda al lado de Jane.
-Claro- sonreí. Me senté a su lado en el sofá.
-Pues verás, no sé si tu padre te ha dicho que Jane y yo nos mudamos aquí mañana- me sorprendió.
-¡¿Qué?!- solté sin darme cuenta.
Me levanté del sofá, sé que sería inadecuado para una señorita, pero no me importaba eso ahora mismo. A lo mejor a Jane le sentaba mal, pero lo siento, hasta ahora la casa era solo para mí, y no es porque sea egoísta, si no es demasiado precipitado. ¡Mi madre murió la semana pasada!
Entré en el despacho de mi padre. Con mala leche.
-¿Qué quieres?
-¿Iba a ser yo la última en enterarme de que tenías novia? ¿De que venía hoy a cenar?¿De que se viene a  vivir mañana a esta casa?- le miré mal.
-¿Iba a ser yo el último en enterarme de que vas con los chicos de One Direction? ¿De que tienes un pirsing en la nariz? ¿En que conocías a Jane de antes?
-Yo pregunté primero.
-Pues mi respuesta es sí.
-Yo no hace falta ni que te responda- me di la vuelta y salí de allí.
Entré en el salón y estaba Brenda como que enfadada, o no tanto así. Si no que a lo mejor se sentía incómoda por esta situación. Me senté a su lado y  esperé a que continuara con la conversación que interrumpí antes.
-Ya me informaron de que os venís.
-Mira Beth. Yo no pretendo ser tu madre. Porque una madre es irremplazable. Pero quiero que nos llevemos lo mejor posible.
-Se lo.
-¿Qué?
-Que seas mi madre. Nunca eh tenido una. Y me gustaría que te preocuparas tanto por mí, que como lo haces con Beth.
-No me esperaba esto- dijo sonriendo.
-Ni yo, pero las cosas vendrán así a partir de ahora, y tú hija es mi amiga… No sé, si te quedas aquí entonces nos tendremos que llevar bien, ¿No? – sonreí.
-¿Abrazo en grupo?- preguntó Jane.
-Abrazo en grupo- acepte.
Mientras nos dábamos nuestro abrazo en grupo sonó mi móvil y el de Jane. Abrí rápidamente y vi de quien era. De Danielle.
De: Danielle  Para: Beth   Hora: 11:49
Mensaje: Hoy hacemos una fiesta en casa de los chicos, ya sabemos que es muy tarde pero es que no hemos tenido tiempo con todos los preparativos. Vente  Porfa xx

Jane y yo nos miramos, parece que nos habían llegado el mismo mensaje. Después de que Brenda nos dijera que podíamos ir sin problemas y que ella nos cubriría con mi padre, nos fuimos a mi habitación para cambiarnos, ya que íbamos de etiqueta.
Me vestí y le dejé ropa a Jane. Mañana se mudaba así que nos iríamos de compras yo (iba así) Y Jane (iba así)

El camino no fue muy largo.  Jane y yo íbamos felices porque lo que había pasado hacían unas horas. Cuando llegamos la casa estaba llena de gente. Dios, llena.
-¡Hola señoritas!- dijo Harry cuando nos vio.
-Hola rizos- le dijo Jane mientras le daba dos besos. 
-Hola- dije sonrojada. Yo no tenía tanta confianza como ella, pero  no era razón por la que sonrojarme ¿Verdad?
-Oix que se nos pone roja- dijo riendo.
Nos adentramos en la casa. Llegamos a una parte del salón donde estaban los chicos. Louis y Eleanor  un poco más distante de lo normal. Danielle y Liam, Zayn y Perrie, Niall y Ed Sheeran.
-¿Ed? – le miré sorprendida.
-¿Beth? ¿Mi Beth?
-¡Sí! ¡Tu Beth! – corrí a sus brazos y le salté encima. Hacía tanto que no lo veía.
Después de un abrazo de más de 2 minutos nos separamos, los chicos nos miraban expectantes. No sabían que conocía a Ed.
-¿Os conocéis?- preguntó Louis.
-¿Bromeas?- sonreí – Veraneábamos  juntos  hace 6 años- volví a sonreír.
-Mucho tiempo- dijo Harry.
-Sí, el tenía  16 y yo 12, casi 13.
-Ah… - dijo Louis.
-Bueno chicos tenemos que subir- informó Liam.
-¿A dónde? Y por cierto ¿Cuál es la razón de la fiesta?
-Pues a cantar y la razón es que tenemos un nuevo single.
-¿Ah sí?
-¡Oh Yeah!- dijo Harry con su típico signo heavy.
-¿Cómo se llama?- pregunté.
-Little Things- respondió Niall.
-Ese nombre me suena- dije en un susurro, Ed que aún estaba a mi lado se sonrojó.
Los chicos subieron al “escenario” que habían montado en el salón de casa. ¿Por qué hacían la fiesta en casa y no alquilaban un local? Era lo más lógico. Pero supongo que no lo hacían porque querían algo discreto. Aunque con ellos es casi imposible. La canción comenzó, cantaba Zayn. Saludé a las chicas, que no lo había hecho. Entonces de mi interior salió.
Your hand fits in mine
Like it's made just for me
But bear this in mind
It was meant to be
And I'm joining up the dots
With the freckles on your cheeks
And it all makes sense to me
I know you've never loved
The crinkles by your eyes when you smile
You've never loved
Your stomach or your thighs
The dimples in your back at the bottom of your spine  
But I'll love them endlessly


I won't let these little things slip out of my mouth
But if I do, it's you,
Oh it's you,
They add up to
I'm in love with you,
And all these little things 
You can't go to bed,
Without a cup of tea,
And maybe that's the reason
That you talk, in your sleep
And all those conversations
Are the secrets that I keep
Though it makes no sense to me 
I know you've never loved the sound of your voice on tape
You never want to know how much you weigh
You still have to squeeze into your jeans
But, 
You're perfect to me 
I won't let these little things slip out of my mouth
But if it's true,
It's you,
It's you,
They add up to
I'm in love with you,
And all these little things 
You'll never love yourself
Half as much as I love you
You'll never treat yourself right, darlin'
But I want you to,
If I let you know, I'm here for you,
Maybe you'll love yourself,
Like I love you
Oh 
Y seguí cantando la canción, no  podía creer que fuera él. ¿En serio? Se había enamorado de una niña de 12 años? Era increíble. Y también era increíble que no me haya dado cuenta hasta ahora.
Los chicos  bajaron y me vieron. Estaba llorando y sonreía como tonta.
-¿Qué te pasa pequeña?- me abrazó Niall- ¿Te ha emocionado la canción?- sonreí.
-Esta canción… Aparte de que me ha emocionado, yo la tengo, tengo la original en casa- dije con dificultad.
-¿Cómo, si esa es exclusiva, solo la tiene Ed?- dijo Louis.
Miré a Ed, preguntándole si era lo que yo pensaba. Entonces asintió, se sonrojó de tal forma que su pelo rojo no era tan rojo ahora. Entonces le abracé.
-No me eh dado cuenta hasta ahora Ed- ya lo había soltado- Lo siento.
-No pasa nada, mi intención era que no te dieras cuenta.
-A ver, a ver, a ver- dijo Harry- No me eh enterado, explicadme.
-Veraneábamos juntos… Cuando regresé el último verano había correo para mí. La letra de una canción llamada Little things, con una carta preciosa. Pero nunca pensé que el chico pelirrojo de 16 años se iba a enamorar de la chica de 12 años que entonces usaba pantalones. 

jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 4 - Don't Forguet-

Otra vez lunes. Odiaba los lunes. Era como que me mataban cuando era lunes. Vale estoy dramatizando un poco. ¡Pero odio los lunes!
-Venga que ya vas tarde- dijo Ingrid entrando en la habitación.
-No quiero ir Ingrid- me quejé.
-A la ducha ya- me miró como amenazándome, y creedme, cuando Ingrid se enfada es porque la has cagado muy pero vamos.
-El sábado me compré un móvil nuevo- dije sin pensar.
-Tú padre ya lo sabe, los  extractos de las tarjetas están en la mesa- dijo mientras me quitaba la manta que me cubría.
-Ah, pues nada, ya me echará la bronca- dije sonriendo.
-¡A la ducha!- me gritó y salí corriendo en dirección al baño.

Llegué a las clases de música, las odio, porque  a mí se me da muy mal cantar, es algo que no está en mi, sin embargo, tocar la guitarra es mi pasión. Entré en el auditórium y subí las escaleras corriendo, llegaba tarde.
-H…Hola- dije tímida- ¿Puedo pasar?- le pregunté al profesor que había, el de música.
-Sí, pero Beth por favor, que no se repita- asentí.
Entré en clase y me senté en uno de los últimos sitios, no sabía porque, ya que normalmente me sentaba adelante del todo, pero llegué tarde y estaba todo ocupado. Puse la bolsa de danza en el suelo y saqué me senté atenta.
-¿Tú no eras la niña de mamá y papá que nunca llegaba tarde?- me preguntó el chico que estaba sentado delante de mí. Era el malote de la clase.
-¿Tú no eras el gilipollas que no hablaba con la niña de mamá y papá?- le miré mal.
-Ah, ¡Qué tiene genio!- se hiso el impresionado.
Sin palabras. Pensé.
La clase pasó con normalidad, sin contar el espécimen que estaba sentado delante de mí. Se pasó las 2 horas chinchándome. Después, cuando solo faltaban 5 minutos, el profesor nos mandó un trabajo.
Me levanté y miré en el tablón, perfecto, mi grupo estaba formado por Alex, el insufrible chico de adelante y Delia  la tonta de la clase.
-Perfecto- susurré.
-Oh, me toca con la niña de mamá y papá que dice palabrotas como “gilipollas”- dijo Alex mientras se paraba a mi lado.
-¿Tú eres tonto o que?- le miré mal.
-Pff, si comenzamos con peleas vamos mal.
-¡Qué bien! ¡Me toca con vosotros!- dijo Delia acercándose a nosotros.
-Esta tarde a las 5  en mi casa, no lleguéis tarde- me giré y caminé.
-¿Dónde vives?- gritó Alex.
-Búscalo en Google, ahí sale la casa de la niña de mamá y papá- le guiñé un ojo y me fui a clase de danza.
La clase pasó rápida, porque bailar es la otra cosa que me encanta. Era baile contemporáneo y clásico,  ya sé que puede parecer aburrido, pero no cuando estás en último año. En realidad, tenía ganas de terminar mi paso por el auditórium para poder vivir del baile o de la música, porque ese había sido mi sueño, aparte de ser abogada claro.
Llegué a casa a las 4, no había comido y me moría de hambre. Ingrid me dio pizza para comer, se notaba que mi padre no estaba en casa. Me encerré en mi habitación a estudiar un poco hasta que llegaran los chicos, si estudiaba en casa, pero en enero entraría a la uni, es raro porque empezó este mes, pero no había enviado solicitudes, si toda una locura. A lo mejor me aceptan, eso quiero.
Estaba en chándal con un moño playero, una camiseta básica fucsia, las gafas de la vista y un boli en el pelo, me había olvidado por completo de que había quedado a las 5.
-¡Beeeth!- gritó Ingrid, odiaba que me gritara, pero la casa es muy grande y la verdad es que da mucho palo caminar de una punta a otra.
-¡Ya voy!- Respondí. Salí de la habitación sin ganas- ¿Qué quieres Ingrid, estoy estudiando- dije entrando en el salón.
-Te buscan- me giré y allí estaba Delia sonriendo y Alex me miraba con aires de chulo.
-Hola- dijo Delia emocionada- Nunca había venido a tu casa- sonrió- Es muy bonita… Y grande.
-Hola- me limité a responder, pero pensé. ¿Porqué ser borde con ella cuando ella siempre era simpática?- Pues ya estás aquí guapa, si es muy grande, y asquerosa- dije sonriendo. ¿Por qué había dicho asquerosa? No sé, la verdad es que me gustaba esa palabra, y mucho hahah Estoy mal vv’.
-Hola- dijo Alex con su cara de “paso de todo esto”
-Hola gilipollas- dije sonriendo, sé que esa palabra le molestaba.
-Massiel- dijo Ingrid como regañándome- Esa boca- Ella era como mi madre, porque a pesar de que mi madre me quería, ella estaba siempre ahí, se ocupaba más de mí propia madre y eso yo lo valoraba, también que ella dijera que tenía tres hijos en vez de dos, eso es de alguien que te quiere de verdad.
-Lo siento- bajé la cabeza- Ingrid, estaremos en el estudio, que tenemos un trabajo de música que hacer, es para mañana y ya sabes.
Los conduje hasta nuestro destino y les dije que se sentaran en los sillones para hablar que haríamos.
-¿Has pensado en algo?- preguntó Alex.
-Pues… En nada en concreto, aunque creo que algo roquero nos vendría bien- dije sin pensar, pero algo adaptable a la voz de Delia.
-Pues piensa, que no tengo mucho tiempo- le sonreí falsamente.
-Gilipollas- dije por lo bajo.

                                             -Narra Louis-
-¡¿Sabes que te odio?!- gritó Eleanor por tercera vez, ayer había llegado de Manchester y hoy ya estábamos discutiendo.
-¡Esta es la 3 vez en el día de hoy que lo gritas!- le grité enfadado.
-¡Es que te odio!- volvió a gritar- ¡Me voy!- cogió su bolso y desapareció.

Dos horas desde mi discusión con El, estaba sentado en el sofá mirando a la nada y Harry rompió mi tranquilidad.
-¿Qué pasó?- me preguntó.
-Resumen- suspiré- Beth ¿Es muy guapa, sabes?- le dije.
-¿Y eso que tiene que ver?- me pregunto, para ser un experto en chicas, era bastante malo.
-Es muy guapa, la conozco, me llevo bien con ella, es mi amiga y mi novia se siente amenazada ¿Eso te suena de algo?- le miré.
-Suerte- se levantó y subió las escaleras.
Seguí pensando, ¿Qué mejor que pensar? Mi relación estaba considerablemente destruida por muchas razones, pero parece que esta era la gota que colmaba el vaso.
-¿Se enfadó, verdad?- preguntó Liam mientras entraba en el salón.
-Me dijo 4 veces que me odiaba, no, mejor, me lo gritó- dije con un hilo de voz.
-Lleváis mucho tiempo así- dijo dándome una palmadita en el hombro.
-Lo sé, pero la quiero y no me puedo separar de ella, no es fácil- pensé en lo que tenía que hacer- Supongo que debo hacer lo que ella me pide- dije sin pensar.
-¿Y que te pide?
-Que deje de hablar con Beth- dije en un susurro.
-¡Eso es ridículo!- dijo sorprendido.
-Lo sé- bajé la mirada- Pero la quiero, y haré todo lo que ella me pida.
-Bueno, haz lo que creas necesario- dijo mientras se levantaba.
                                                 -Narra Beth-
Ya Delia se había ido, y Jane me había llamado para quedar y dar una vuelta, le dije que se viniera a casa, salíamos y después se quedaba a dormir en casa. Aceptó encantada. Alex estaba aún conmigo, ayudándome a guardar las guitarras.
-¿Entonces?- me miró.
-Entonces  nos vemos mañana en clase, apréndete la partitura por favor- dije mientras cerraba la cremallera de la funda de una de las guitarras.
-Eso está hecho, no es tan difícil, aunque es rápida.
-Lo sé- dije un poco borde.
-Bueno, entonces hasta mañana- me sonriendo ¡Alex nunca me sonreía!
-Hasta mañana- se acercó a darme dos besos, y cuando se los iba a dar, giró la cara y me besó. Fue un beso apasionado y que nunca me había dado nadie. Fue largo, y yo me dejé llevar, no sé porqué, pero me dejé llevar. Y me gustó.
-Adiós- se despegó de mi y salió del estudio. Me quedé flipada ¿Cómo podría pasar eso?.
-Adiós- dije en muy bajo. Estaba completamente sonrojada y no sabía que hacer. Era increíble,
Me senté en el sillón y me quedé pensativa, entonces sonó el timbre. Me levanté rápido y sonreí, era Jane. Salí de la habitación y fui directa al salón.
-Hola- dije tímida, Jane era con la que menos había hablado.
-Hola señorita- dijo sonriente.
-¿Qué haremos?- le miré.
-Tú solo vístete- sonrió. Nos metimos en mi habitación y comenzamos a buscar la ropa adecuada para salir a dar una vuelta una tarde de Octubre, precisamente lunes.
Al final me vestí (Así)  (Con unas medias)   Y salimos por Londres a “liarla” según Jane, esa chica me transmitía buenas vibraciones. Y eso me gustaba.
-¿Qué es esto?- la miré sorprendida- ¿Te vas a hacer un tatuaje o un pirsing?- le miré atenta.
-¡Oh Yeah!- hiso el signo Heavy con la mano- Si quieres te puedes hacer uno tú también, no hace falta ser tan monja.
-Ya tengo uno- dije en un susurro.
-¿¡Qué!?- gritó.
-¡Shhh! Que ya tengo uno- dije en un tono normal esta vez.
-¿Dónde?- sonrió.
-En el ombligo- reí.
-A ver- se lo enseñé- Que malota ¿No?- soltó una carcajada.
Nos fuimos dentro y ella se puso un pirsing en la oreja, en el cartílago precisamente, y yo en la nariz, ya sé que mi padre me matará, pero me lo hice y punto.
Llegamos a casa y la liamos aún más en mi habitación. Ingrid se había ido, porque eran las 2 de la madrugada, y mi padre estaba durmiendo, no sé cómo no se ha dado cuenta de que no estaba. Me fui a la cama a las 4 y eso que dentro de unas horas tenía clase.
-¡Beth!- me levanto el grito de Ingrid.
-¿Qué?- me levanté asustada.
-¿Qué te has hecho?- mierda, el pirsing.
-Un pirsing, ¿Te gusta?- reí.
-Pues si- sonrió- A la ducha.
-Me eh planchado el pelo- le saqué la lengua.
-Hay que ver que niña eres a veces- señaló el baño para que me duchara.
-Te odio- y salí corriendo al ver que me tiraba una almohada.
Me duché, salí y me vestí (Iba así) Después desayuné contándole a Ingrid como me había ido la tarde. También le pregunté por Jane, me dijo que se fue muy temprano, se la había encontrado en la puerta de casa cuando ella entraba. Según Ingrid Jane le dijo que tenía que ir a trabajar.
Salí de casa tarde, pero no sé como el chófer llegó temprano al auditórium. Entré en clase de danza, hoy me tocaba primero. Todo el mundo estaba flipando con el pirsing, ya que soy la “niña de mamá y papá” pero me daba igual. Lo único que me ponía nerviosa era el volverme a ver con Alex. Eso sí que me ponía nerviosa. Entré en clase de música y me senté en el mismo sitio de siempre, el primero, no quería tener ningún tipo de contacto con Alex, y menos el visual. Llegó nuestro turno, y cantamos la canción “Don’t forguet” De Demi Lovato. Alex y yo hicimos los solos de guitarra, fue difícil porque en realidad son 4 guitarras, pero lo hicimos muy bien para solo tener dos. Delia no se quedó atrás, ella canta como los ángeles y esta vez no iba a hacer una excepción.
Cuando salía de clase alguien tiró de mi brazo. ¿Cómo no? Alex.
-¿Qué quieres?- le miré mal.
-Que hablemos- sonrió.
-Yo no tengo nada que hablar contigo, ya está tenemos un sobresaliente en el trabajo, ese era mi objetivo, ya está cumplido, ya no tenemos que hablar.
-Me gusta tu pirsing.
-No hablamos de eso.
-Esta tarde, en Hyde Park a las 6, tenemos que hablar-  y se alejó, así tan pancho.  Me monté en el coche y  me fui a casa.