viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 5 -¿A dónde vas con esos labios?

Jane
Era temprano ¿Las 8? Algo así, y yo pregunto ¿Quién coño está despierto a esta hora?
-¿Estás despierta?- preguntó alguien de fuera, alguien con voz sexi. Alguien llamado Bryan.
-Em, ahora sí ¿Porqué?
-Porque estás en mi habitación, y necesito unas cosas.
-Tus cosas las guardó Ingrid.
-No todas.
-Tú lo que quieres es verme- le grité y me levanté para abrirle la puerta- Pasa- le dije.
-Lo siento, es que hay un escondite en el armario con pasta y me hace falta.
-¿Para tú camello?- le miré sonriendo.
-Graciosa- me miró mal, pero a la vez bien- Es porque eh dejado a Lauren hace 10 minutos, y me dijo que tenía que pagar yo el alquiler, porque ella pasaba del tema.
-¿Cómo estás?
-Bien, tenía ganas de dejarla, ya no estaba enamorado de ella, y lo de no apoyarme ayer con lo de Beth, eso fue lo que me hizo decidirme.
-¿Sólo eso?- le miré sonriendo, dudó- No sé, supongo que algo más, celos o terceras personas.
-Bueno a ver, conocí una chica, que aunque es más pequeña que yo, es muy, pero que muy sexi.
-Sí, suele pasarle eso a la gente una vez que me conoce.
-Em, no hablo de ti- me miró sonriendo, me gusta este chico. Mucho.
-Ya, verás como cambias de opinión dentro de poco…
-Eso espero. Por cierto ¿Sabes dónde está Beth? Mi padre la está buscando como un loco.
-Pues… No lo sé.
-Mira a ver si tienes un mensaje o algo, me preocupa.
-Vale- fui hasta la mesita de noche y cogí el móvil, como en efecto tenía un mensaje de Beth, se nota que son hermanos, el sabe perfectamente lo que hará ella, y ella lo que hará él.

“Jane, estoy en Doncaster, no se lo digas a nadie, te mandaré otro mensaje diciéndote que estoy bien, para que sea ese el que enseñes. No digas nada por favor y si lo dices, llámame para no llevarme una sorpresa. Un beso, regreso dentro de 2 días”
“Jane, estoy bien. Díselo a mi padre y a Bryan”
Después de enseñárselo a todos, me quedé en mi habitación conociendo un poco más a Bryan, y la verdad es que es un chico muy majo.
-¿Entonces cuánto llevabas saliendo con ella?- le pregunté mientras comíamos chocolate.
-Pues, desde los 14, sabes la típica novia que te hechas para pasar el rato y mírame, casi 10 años con ella.
-¿Enserio nunca te has dado cuenta de que estaba por tu dinero?- le miré sorprendida, hay que ser muy tonto.
-Bueno, un poco sí, pero después pasaba algo que me hacia cambiar de opinión, y bueno, cuando me fui de casa con ella, comencé a culpar a Beth de todas nuestras peleas, porque ella siempre me había dicho la verdad.
-Eres gilipollas- le dije seriamente mientras lo miraba, me miró mal- Eres buen chico, pero eres gilipollas.
-¿Exactamente por qué?- me preguntó.
-Porque te has enamorado.
-Eso no es de gilipollas.
-Sí, sí que lo es- suspiré y me levanté, el se levantó detrás de mí. Fui al armario y saqué una caja, tenía sus cosas, comencé a caminar con ella en los brazos y él me observaba.
-¿A dónde vas con esa caja?- me giré y le miré de arriba abajo. Y sonreí.
-¿Y tú con esos labios?- abrió la boca sorprendido y se me acercó. Me sentí bien. Me sentí cómoda.
-Pues…- me miró y sonrió- No lo sé la verdad, es que ¿Sabes? Mis labios besan muy bien- sonreí.
-No creo que besen MUY bien, bien como mucho- le respondí.
-¿No me crees?- me miró sorprendido.
-Pues… No lo sé, yo solo creo lo que veo, o lo que siento- le guiñé un ojo.
-Pues tú lo has querido señorita Jane. Ahora me dirás que tal beso- se acercó a mi y me besó. Sinceramente. El mejor beso que me han dado en mi vida.

Beth
Estaba nerviosa, tan nerviosa como si me fuera a citar con el presidente de los Estados Unidos, así  me siento, y solo conoceré a la familia de Louis, aunque para mí, eso es muy importante.
-¿Lou, aún me tienes que dar mi regalo- le dije mientras arrastrábamos nuestras maletas a la puerta de la casa.
-Te lo daré, y mañana te daré el de Navidad.
-No tengo tú regalo de Navidad Lou- le miré mal.
-No pasa nada, esta noche salimos con las chicas y compramos algo ¿Sí?
-Bueno, si a tus hermanas les caigo bien.
-¿A quién no le caes bien tú Beth?- ya no habíamos parado.
-Pues a Eleanor- lo miré y me di cuenta de que había metido la pata- Lo siento Lou.
-No pasa nada, será hasta que nos acostumbremos- me guiñó un ojo y sacó las llaves del bolsillo. Entramos, y dejamos las maletas en la entrada- ¡Chicas, ya estamos en casa!- gritó emocionado, se lo notaba en la mirada.
-¡Lou!- vi a dos pequeñas rubias aparecer escaleras abajo, parecían unos demonios de Tasmania.
-¡Hola chicas!- gritó Lou, más tarde bajó una rubia, monísima seguida de una morena, que era muy parecida,  monísima también.
-¡Lou!- gritaron las dos. Nadie se había dado cuenta de mi existencia, y le daba gracias a dios.
-¡Boo!- salió la madre de la cocina muy emocionada, yo solo sonreía, me hacía mucha gracia ver a Louis rodeado de tantas chicas, sus fanes número 1, las mujeres que más lo quieren en el mundo.
Después de que lo apretujaran y él se quejara de que lo habían llenado de baba, se dieron cuenta de mi presencia, yo no pinto nada aquí.
-¿Quién es Lou?- preguntó su madre.
-¡Ah mamá! Esta es Elizabeth, es una amiga, hoy es su cumple también- sonreímos los dos a la vez.
-Encantada de conoceros- sonreí, estaba emocionada, no sé porqué.
-¡Bienvenida!- me saltó encima la morena- ¡Y Felicidades!- me abrazó- Yo soy Felicity, pero me dice frizzy- sonreí.
-Bueno, yo soy Elizabeth, pero me dicen Beth- le devolví el abrazo.
-¿Y Eleanor?- preguntó la rubia mayor- ¿No iba a venir contigo?- me miró de arriba abajo.
-Sí Lottie, pero lo hemos dejado- le respondió Louis fríamente.
Los minutos siguientes, fueron muy raros. Las gemelas se tiraron encima de mí y me comenzaron a hacer preguntas, y su madre me atendía, pero prestaba atención a la pelea que estaban teniendo Louis y Charlotte.
-¡Tú eres tonto!- le gritó la chica- ¿Cómo vas a dejar a la increíble Eleanor por esta?- me miró con desprecio, o con asco.
-Es que no somos novios- interrumpí, todos me miraron- Yo tengo novio, solo que estábamos pasando los dos por un mal momento y Lou me ofreció una salida- le sonreí- Pero me puedo ir a mi casa si queréis.
-Si- dijo la rubia.
-No- dijeron los demás de la sala a la vez.
-¿Pero qué coño te pasa Charlotte?- le miró Louis enfadado- ¿Desde cuándo eres así?- iba subiendo el tono.
-¡Louis William Tomlinson, a la habitación!- le gritó la madre.
-¡Mamá, tengo 21, además, ella es la que se está pasando!- le replicó Louis como un niño pequeño.
-¡Ahora estás castigado!- le dijo la madre roja como un tomate-¡Charlotte, a tu habitación también!- dijo más calmada mientras veía que los dos subían las escaleras, aunque claramente se escuchaba como se peleaba por lo bajo.
-Em… Yo me voy- dije cogiendo mi abrigo y mis cosas.
-No querida, lo siento. Es que Lottie estaba obsesionada con Eleanor, no la dejaba en paz cuando venía. Pero si Lou la dejó por algo será.
-Si- susurré.
-¿Tú sabes algo?- me miró mientras las chicas me quitaban las cosas de las manos para que no me fuera.
-Pues…- dudé ¿Y si Louis se lo quiere callar?- Él solo me dijo que estaban mal hacía tiempo, perece que la confianza se quebró.
-Suele pasar pequeña ¡Vente a la cocina, estoy haciendo un bizcocho! Hoy vienen todos, pero por la tarde iremos a por los regalos.
Me pasé toda la mañana en la cocina con las gemelas, con Jay y Frizzy. Son encantadoras, pero por la noche vienen todos. Los abuelos, la familia. Todos. Y estoy nerviosa.
-Beth- dijo una de la gemelas, es imposible saber cuál- ¿Nos maquillas?- me sonrió.
-No sé si vuestra madre os dejará- miré a Jay pidiéndole permiso y esta asintió.
-A ver, voy a por mí  neceser, os gustará seguro- les sonreí saliendo de la cocina.
Fui al salón y lo busqué rápidamente, después regresé y me puse a maquillar a Phoebe, mientras Daisy esperaba jugando con mi móvil.
-¿Eres una Ladie?- me preguntó de repente Frizzy. Palidecí.
-¡Frizzy! Esas cosas no te importan- la regañó Jay.
-No pasa nada- me puse roja.
-Es que siempre busco a la gente en Google, y su familia es muy cercana a la real, su padre es abogado y ella, dios. Ella conoce a la reina- sonrió la chica mientras iperventilaba.
-Sí, es verdad, la conozco. Pero eso no es nada comparado con tener a Louis como hermano- le respondí.
-Sí, es divertido ser la hermana de Louis Tomlinson, o ser una Tommo.
-No hablo de eso, hablo de ser la hermana de Lou, no de Louis Tomlinson.
-Eso es lo mejor- dijo Daisy- Es único.
-Lo sé- sonreí.
Pasó una hora y ya había terminado de maquillar a las chicas, y peinarlas, la verdad es que les hacía mucha ilusión y a mí también. Porque son una monada de niñas.
-¡A comer!- gritó Jay desde la cocina.
-Todos salieron corriendo y lo dejaron en su sito todo. Donde estaba, no se molestaron en recoger ni nada.
Yo me levanté y comencé a recoger lo que las chicas habían desordenado, no sé porqué, pero es que estaba todo muy desordenado. En ese momento bajó las escaleras Louis.
-Hola Lou- le saludé con una sonrisa- ¿Qué tal tu castigo?- le pregunté burlándome de él.
-Muy graciosa señorita, le recuerdo que me han castigado por defenderla- me miró con cara de indiferencia.
-Lo siento Lou, en serio, no pensé burlarme de ti- me puse triste ¿Porqué me había hablado así?- En serio, no pretendía…
-¡Qué era broma poma!- me dijo mientras me abrazaba.
-Mamá ha dicho que a comer, no a abrazarse- interrumpió Charlotte.
-Pero mira que eres pesada. Hago lo que me dé la gana Charlotte- le respondió Louis “indiferentemente”
-Lou, es mejor que vayamos a comer. Para no crear más problemas- le susurré. Y entramos en la cocina.


-¿Y bien querida, como es eso de que eres una Ladie?- me preguntó la madre. Charlotte abrió los ojos como platos.
-Pues, mi padre, hizo mucho mérito para obtener el título y aquí estamos.
-Mamá, celebró su decimo séptimo cumpleaños en la casa real, eso no son méritos. Eso ya es una familia- dijo Frizzy emocionada- Además, tiene maquillaje carísimo y  si ves la ropa, flipas.
-¿En serio?- preguntó Lottie bastante interesada, parece que eso es lo suyo.
-Em…- dudé, y miré a Lou, quien me dio su aprobación- Pues sí, si quieres te lo enseño cuando terminemos de comer- le sonreí.
-Me gustaría que lo hicieras- me sonrió.
Terminamos de comer y Jay buscó el postre. Una tarta inmensa, que ponía “Felicidades Boo&Ane”
-¿Quién es Anne?- preguntó Daisy.
-Soy yo, hoy también es mi cumple- le sonreí.
-¡Es verdad! Lou lo había dicho.
-¿Pero no te llamabas Beth?- me preguntó Lottie.
-Sí, Elizabeth Anne MacCadne ||- le sonreí-¿Nos vamos a comprar los regalos? ¡Mañana es Navidad!- les sonreí.
-¡Siiiiiii!- gritaron las gemelas emocionada saliendo de la cocina.
-Gracias Cariño, así podré cocinar en paz- me dijo Jay.
-Sí, me lo imaginé, cuando regrese te ayudo con la cena.
-No es necesario.
-Yo creo que sí- dije mirando todo aquel desorden que había en la cocina y sonriéndole.

Danielle
-¿Dónde están?- me preguntó Alex, el novio de Beth.
-No lo sé Alex, Louis está en su casa en Doncaster, Beth, no lo sé.
-¿No están juntos?- me miró raro.
-No, no están juntos.
Intenté cerrar la puerta de mí piso pero el puso el pie. Y no me dejaba cerrar, me desesperé. No sé porqué.
-¿Qué quieres Alex?- le miré mal abriendo la puerta.
-¡Dónde está!- me gritó.
-¡Qué no lo sé joder! ¡No lo sabe nadie!- le grité- ¡Déjame en paz de una puta vez!
Y cerré la puerta de una vez.

Jane
-Para, para Bryan- lo paré. Estábamos a punto de hacerlo. No sé porqué. O si, sí  sé porque lo iba a hacer, porque esto soy yo.
-¿Qué pasa?- me miró mientras sonreía. Sí, el quería seguir.
-Nos conocemos desde hace 1 día y medio y hace 5  horas has roto con tu novia. Y no es plan de acostarte  conmigo ahora.
-¿Eres una mojigata?- me miró sorprendido- Porque me has dado la impresión de que no.
-Ni mucho menos, pero mi etapa de puta terminó.
-Bueno entonces no pasa nada. Seremos hermanastros hasta que estés preparada.
-Oh podemos vivir una bonita historia de amor- le puse ojitos y pestañeé seguido.
-¿Qué?- me miró sorprendido.
-Nada, es broma, que podemos estar de lío. Aunque ese no es mi rollo.
-Siempre hay primeras veces belleza.
-Ya veo guapo- le guiñé un ojo.

Louis
-¡Yo quiero esas dos muñecas!- gritó otra vez Daisy.
-¡Que no! ¡Yo quiero un vestido nuevo!- gritó Lottie.
-¿A que no compro nada para nadie?- dije haciéndome  el indignado.
-Lou, pero si tienes dinero suficiente para comprarles toda esta tienda- me dijo Beth riendo.
-Shhh- la miré mal.
-Mirad, hacemos una cosa, yo os compro todo lo que queráis, pero si os portáis bien hasta que nos veamos la próxima vez- le dijo Beth a las chicas.
-Vale- dijeron todas mientras la abrazaban.

-¿Cuánto has gastado?- le pregunté mientras metíamos las cosas en el coche, no cabían.
-Unos 2000 ¿Y tú?- me preguntó.
-Menos, mucho menos- me miró mal- Menos mal que es un coche familiar, porque o si no, no cabría nada.
-Venga, vámonos ¡Espero que me hayas comprado algo eh!- me miró sonriendo.
-Lo mismo digo. Por cierto, mañana volvemos a las 10 y estaremos a las 12 o 1 que comemos en tu casa.
-No me apetece- me miró mal.
-Pues lo harás.
-Joder Louis…

-¡Eh, no se dicen palabrotas!- dijo Phoebe mientras todos reíamos. 

2 comentarios:

  1. necesito siguiente capitulo lo quiero por favor, esta genial y me encanta

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar!! Sé que tengo que publicar, pero lo que pasa es que no tengo mi ordenador, estoy en el de mi madre y no no es plan de escribir aquí!!
      hahahah Esoeri qye sigas visitando y comentando el blog...

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