viernes, 22 de febrero de 2013

Capítulo 12 - No me duele porque tú no quieres-

                                                    -Narra Danielle-
Nos fuimos al salón. Ahí no pintábamos nada. Era raro que Beth quisiera estar sola, yo también comparto esa teoría de que tuvo que haber pasado algo ayer después de haberme ido a mi habitación, y tenía la intención de averiguarlo todo. Absolutamente todo.
-¿Qué pasó después de haberme ido a la cama?- pregunté cuando ya estábamos en el salón.
-Pues…- si, pasó algo- Pues nada, que Beth nos echó de casa- dijo Harry.
-Entendible- dije mientras me tiraba en el sofá.
-Dani- dijo Liam que estaba enfrente de mí.
-Perdiste el derecho a decirme Dani cuando me dejaste- dije seca, estaba enfadada. Muy enfadada.
-Danielle- le miré- Tenemos que hablar, vamos a la cocina por favor- sonrió.
Me levanté y fui detrás de él. Estaba seria, estaba acojonada. Eso si os soy sincera.

                                                -Narra Niall-
-¿Qué creéis que pasará?- preguntó Lou.
-No tengo ni idea, puede terminar de dos maneras- dijo Perrie.
-¿Cuáles?- mi curiosidad me supera.
-Pues mira…. Que Dani le clave un cuchillo y lo mate o que se arregle- dijo seria.
-¿No podrían no arreglarse sin que Dani lo mate?- pregunté- Es que nos hace falta para la banda y es mi mejor amigo- hice pucheros- Porfa- sonrió.
-Lo intentaré- todos reímos.
Nos quedamos un poco haciendo el tonto, como siempre, pero Louis se sentó en el CARÍSIMO piano del salón.
-¿Qué haces?- gritó Zayn- No lo podemos pagar ni aunque pongamos todo nuestro dinero y después trabajemos 100 años- dijo estresado.
-No es tan caro- dijo Louis mientras levantaba la tapa.
-12 millones- se sintió una voz al fondo del salón, era Beth, bien, había terminado de bailar- 12 millones de libras, eso es lo que vale- su sonrisa era forzada.
-Joder- dije yo ¿Porqué valía tan caro un simple piano?- ¿Porqué tanto?
-Pues porque es de marfil, el es una material caro, y porque es de hace más de 100 años- se sentó en el sofá, Iba vestida como una bailarina obsesa que lo único que sabe es “bailar”.
-Vale, pues ni lo toco- dijo Lou.
-No, tócalo- dijo Beth- Total, no lo toca nadie desde hace años- sonrió, era un sonrisa forzada.
-Es muy caro Beth, no lo voy a tocar- el ambiente se tensaba.
-No, en serio, si solo estaba de adorno. A mi padre le gusta gastar- se levantó- Bueno yo voy a comer que tengo mucha hambre- dijo mientras se iba a la cocina, mierda.- ¡LA COCINA!- grité pero ya era tarde.
 
                                                              -Narra Danielle-
-¿Qué quieres?- dije una vez dentro de la cocina con Liam, me senté en la encimera para estar por encima de él.
-Pues que dejemos de pelearnos- dijo mientras se acercaba.
-No te acerques- dije seria- Y no nos peleamos, eso solo ha sido ayer, porque parece que te fumaste algo.
-No es eso, es que me dolió que dijeras que no era su culpa, seguro te referías a mí.
-¿Tú eres tonto?- le mire mal, se estaba cercando y eso no me gustaba.
-No, no lo soy, lo siento Dani, es mucho tiempo sin vernos, sin que las chicas me dijeran algo de ti, de cómo estabas. Solo sabía alguna que otra cosa por twitter o instagram.
-Liam, yo te dije que lo podíamos arreglar, pero no, tú no querías, te cegaste con todo lo que había pasado y no pensaste en lo mal que lo podía pasar yo- dije sería, ya estaba frente a mí- ¿Qué quieres?- le aparté con la mano.
-Que volvamos a estar juntos Dani, ni Leona es como tú, no puedo ¿Entiendes? No puedo- repitió, lo tenía demasiado cerca.

-No, no volveré con el Sarah, se acabó- le dije a mi hermana llorando mientras intentábamos ver Love actuallyti.
-Que sí, a ver Dani, no es la primera vez que lo dejáis. Y él te quiere, tú lo quieres ¿Qué te impide perdonarlo?
-Pues que lo ah hecho público, las otras veces no lo hacía. Me llamaba a los 2 días aunque estuviera en la otra punta el mundo. Me llamaba- dije mientras cogía un pañuelo- Y hoy hacen 2 semanas.
-No puedes amargarte la vida por dos semanas porque Liam tenga un calentón. Vive la vida tu también, porque él es quien la ah cagado.
-Ya, pero no volveré con él.
-Ya verás cómo sí- dijo mientras me abrazaba.

-Olvídalo Liam, no volveremos a estar juntos- lo volví a apartar.
-Mira, tú, yo y todos sabemos que has venido por mí, para verme.
-Cada día más engreído. Eh venido porque quería apoyaros.
-Venga ya Dani, yo te quiero- le volví a apartar.
-Que me dejes Liam- repetí.
-Dani- susurró.
-¡Qué no Liam…!- fue lo último que hice porque me beso.
Al principio no sabía que hacer, pero a medida que pasaba el tiempo y sus labios estaban pegados a los míos, yo respondía. No podía dejar de hacerlo. Era adicta a sus labios y eso lo sabía hasta la biblia.
-¡Iros a un hotel!- sentí que gritó Beth, mierda, yo no quería hacerlo, no podía.
Nos separamos muy rápido cuando la sentimos gritar ¿Y ahora que significaba esto? ¿Estábamos juntos otra vez? No lo creo.
-Vale, yo salgo, tenéis 2 minutos porque tengo hambre- dijo Beth saliendo de la cocina.
-¿Entonces que?- me preguntó Liam- ¿Lo intentamos otra vez?- no sé. Joder, no sé.
-Las directioners- dije en un susurro- No sé Liam.
-Mira, sin ellas no estaría donde estoy, eso es verdad. Pero creo que yo tengo derecho a hacer lo que quiera con mi vida. No lo que digan ellas. Yo las amo, eso es verdad. Pero a ti también. Y no me gusta que me hagan elegir.
-Vale. Pero como me vuelvas a dejar, te juro que tu cadáver aparecerá pálido y en trozos.
-Por eso te quiero Peazer.
-Anda, anda, deja de hacerme la pelota- lo abracé. Bien, Sarah tenía razón, lo quería y si mi lo pedía. Yo era débil y eso ellos lo sabían.
Salimos de la cocina de la mano y fuimos al salón. Estaban todos, Beth obligaba a Louis a tocar el piano. Jane le estaba pegando a Harry. Perrie y El estaban hablando, de moda seguramente. Niall estaba  en el sofá boca abajo con Zayn sentado encima y saltando para hacerle daño. ¿Dónde está Irene?
-¡Oh! ¡Diam Payzer ah vuelto!- gritó Harry aguantando a Jane para que no le pegara.
-¿Cena de celebración?- preguntó Beth- Es que tengo hambre.
-Vale, cena. No creo que Paul nos deje, pero nos escapamos.
-¿Quién es Paul?- preguntó Beth.
-Nuestro Babysister- dijo Niall ahogado.
-Razones tiene vuestra madre para no confiar en vosotros.
Los chicos se fueron a su hotel nos dejaron en casa, Perrie se quedó con nosotras, y Eleanor. Bueno, ya sabéis como es.
-¿Qué me pongo?- pregunté nerviosa.
-No lo sé, busca algo en mi armario- dijo Jane.
-¿Qué me pongo yo? ¡Aquí no tengo ropa!- Perrie desesperada.
-¿Habéis visto a Irene? ¡No se me puede perder!- otra desesperada.
-¡Estoy aquí!- una voz de arriba.

                                                           -Narra Jane-
 No sabía a que restaurante íbamos, así que no sabía que tipo de ropa ponerme. Le pregunté a Beth, la “experta” en situaciones complicadas con la ropa. Siempre sabe que hay que ponerse.
Yo iba (así) Opté al final por algo serio. Aunque creo que debería ir más sexi, creo que no es el momento.
Irene fue (así) Con una chaqueta de piel sintética monísima. Según Perrie iba demasiado arreglada. Y según yo. Yo iba demasiado desarreglada.
Dani iba (así) Es más típico en ella ir así de sencilla, no le gusta llamar mucho la atención. Pero yo creo que por ser la protagonista de la cena, debe ir más guapa que todas.
Perrie iba (así) Mona como siempre. Es prácticamente imposible copiarle el estilo sin parecerse a ella. Por eso me cae tan bien.
Beth iba (así) Estaba mona, era sencilla y guapa. Típico en ella.
Salimos de casa en el mini Cooper de Beth. Estábamos guapas, yo nos veía así. Pusimos la música al máximo y nos pusimos a cantar.
-I want you to rock me, rock me, rock me, yeah,
I want you to rock me, rock me, rock me, yeah,
-Me encanta esa canción- gritó Perrie.
Al final llegamos al restaurante antes que los chicos. No era formal. O si no ya íbamos por mal camino en el vestuario. Era uno normalito. Como para ir como íbamos todas. Esperamos como unos 10 minutos cuando Liam llamó a Danielle.

                                                       -Narra Danielle-
-Hola cari- le dije con una voz cantarina.
-Hola Dani- dijo serio.
-¿Qué pasa?- me preocupó ¿Y si se arrepentía? ¿Si me dejaba por teléfono?
-Nada sobre nosotros- dijo con un tono tranquilizador, parece que notó mi tensión.
-Me alegro, pero… ¿Qué pasa?- quería saberlo. Ya.
-Verás… Es que sabes lo de Jane y Harry- dijo en un susurro.
-Sí, ella es mi mejor amiga.
-Pues, es que Harry lleva una invitada.
-Se tendrá que aguantar Liam, ella es mayorcita.
-Es que no es una invitada cualquiera, por favor… Dile que se controle.
-Se lo diré. No te preocupes, solo habrán indirectas.
-Por favor, ni eso- dijo rogando.
-Liam, yo la puedo presionar, decirle que no se comporte como una loca posesiva. Pero no le puedo decir que no diga indirectas. Eso es como si le pidiera a los judíos que no odien a Hitler.
-Gran ejemplo.
-Seh- vacilé por un momento.
-Te quiero Dani, llegaremos dentro de 10 minutos.
-Llegáis tarde.
-La invitada- dijo en un susurro.
-Dios, dile que es una tardona. Un  beso Liam, te quiero.
-Te quiero.
Colgué el teléfono. Las chicas me miraban expectantes. No sabían de que iba la cosa.
-¿Porqué metes a Hitler en vuestra conversación?- preguntó Irene.
-Pues porque esto es la guerra. Harry trae invitada- dije en un susurro.
-Hijo de puta- fue lo único que salió del a boca de Jane.
                                                        -Narra Beth-
 - A ver, no me entero ¿Qué te importa a ti que Harry traiga pareja?- pregunté confusa.
-Es que la historia de estos dos no es sencilla- dijo Perrie- Son como el aceite y el vinagre- sonrió.
-Contádmelo ¿No?- “ordené”
-A ver. Hace año y medio que Harry y Jane salieron juntos- dijo Dani.
-¿Y?- curiosa, estaba curiosa.
-Pues que ya sabes que Jane no cree en el amor- asentí- Pues a los 2 meses Harry le dijo que la quería y ella lo dejó.
-¡Qué cruel!- dijimos Irene y yo a la vez.
-Pues si- dijo Dani- Lo que pasa es que por eso se odian, se pelean y todo eso. Porque Jane no quiere aceptar que está enamorada de Harold  y no quiere estar con él, pero tampoco quiere que el esté con nadie.
-Entiendo. Vamos que Jane está siendo una egoísta, manipuladora, dominante y pesada. Y Harry un pringado egoísta, vengativo y rencoroso- sonreí.
-Nadie lo podía haber descrito mejor-dijo Jane.
-Pues tú compórtate, que eso que haces es de niñas pequeñas.
-Te juro que me comporto si no es rubia- dijo Jane revolviéndose en su silla.
-¡Eh! ¿Qué tienes contra las rubias?- se quejó Perrie.
-Pero que más te da ¡Si tienes el pelo lila!
-Pero era rubia- dijo mientras bebía de la coca-cola que había pedido.
-Claro, tú quéjate- dije mientras sonreía.
Nos quedamos como unos 10 minutos y cuando nos quisimos dar cuenta estaban allí los chicos. Y escondían a la invitada de Harry, atrás de ellos.
-Hola farola- dijo Niall.
-Me gusta ese saludo rubio, me lo copio- le dije mientras me  levantaba y le daba un beso.
-¿Y a mí no me besas?- me preguntó Harry.
-No beso a putos- dije riendo.
-Esa palabra te la acabas de inventar- protestó divertido.
-Pues sí, pero lo eh inventado para definirte- reímos todos a carcajadas.
-Bueno- se hiso el silencio- ¿No presentas a tu cita, Harold?- preguntó Jane, por eso el silencio.
-Pues claro señorita Green- dijo Harry con una sonrisa falsa, se quitó de el medio y detrás de él apareció la rubia a la que todos llamar Taylor Swift.
-Hola- dijo tímida.
-Hola- dijimos todas a la vez, menos Jane, no es difícil saberlo.
-Que comience la fiesta- dijo Jane.

                                              -Narra Louis-
Nos habíamos sentado. Nadie hablaba. Nadie. Y Jane estaba fulminando a Taylor con la mirada.
-Taylor- dijo Jane sonriente- ¿Qué haces aquí en NYC?- esto sería divertido.
-Pues… Harry me llamó ayer y no pude negarme- dijo la rubia. Muy maja.
-Oh. Entiendo- nos miró a todos- Es que es casi imposible negarse a esos hoyuelos.
-¿Qué pedimos?- interrumpí, Jane se podía pasar.
-Yo quiero un chuletón- dijo Beth, iba guapa, despampanante como siempre.
-Tú para ser una Ladie y bailarina, comes como una cerda- dijo Perrie.
-Ya ves, soy la ama- le dijo Beth.
-¿Caviar?-  pregunté en broma.
-Eso es de pijos- me dijo Beth.
-¿Te has visto?- preguntó Taylor- Se ve que tienes dinero a todos los sitios que vas- todos reíamos.
-Eso no es cierto,  yo soy muy normal.
-Claro- espeté- Tú no quieres el dinero de papá porque quieres ser independiente.
-Y tú eres gilipollas- me dijo sonriente- Yo no reniego de mi herencia, si tengo dinero hago lo que  tenga que hacer con él, entre esas cosas ayudar a personas necesitadas.
-Y comprarte un piano de 12 millones- dijo Niall.
-También- sonrió. Era perfecta.
-Dejemos el tema del piano- dijo Jane- Vamos con la nueva, quiero conocerla- sonrió falsamente.
-Es curioso- dijo Taylor- Harry me previno de ti- sonrió más falsamente.
-Es que no nos llevamos bien- dijo Jane esta vez- Pero tú me caes bien.
-¿Por qué?- preguntó Taylor.
-Pues porque ninguna chica acepta cenar con su novio y la ex de su novio, además debes tener la moral por los cielos, porque mira que salir con un chico que le dice a todos los medios de comunicación que no eres su tipo, es duro. Seguro que es muy duro.
Silencio.
-Perdonad, tengo que ir al baño- dijo Taylor levantándose- Ahora regreso. Y desapareció.
-Quedamos en que no sería cruel- le dijo Liam a Danielle.
-Se me olvidó decírselo- dijo Danielle- La verdad es que Harry se lo merece Liam.
-Ya, pero es que la pobre chica está pagando los platos rotos de Harry- dijo Zayn.
-Eso le pasa por salir con cerdos- dijo Jane.
-Eh guapita, sin insultar- protestó Harry.
La noche pasó entre indirectas y más indirectas. No sabía que Jane podía ser tan cruel. A ver si que lo sabía pero nunca la había visto así. Solamente con Brenda, Ámber, Peiton, Jade, Massiel y Bianca.
Los insultos fueron algo como: “Los segundos platos suelen ser para llenar lo que dejó vacío el primero” “A Harry no le gustan las rubias de piernas largas, porque son tontas y parecen putas” “¿Eres de bote? Porque a algunos de esta mesa no les gustan las rubias de bote, al no ser que se llamen Perrie” “¿Cómo le pondrás a la canción que le dedicaras a Harry cuando dentro de 3 semanas vuestra relación se acabe?”
-Jane, vamos fuera, tenemos que hablar- le dijo Harry enfadado.
-No me dejes sola aquí, por favor- le dijo Taylor a Harry.
-Ah Harry le gustan las tías valientes- dijo Jane.
-¡Jane!- dijimos todos, tenía que parar.
-Vale, ya salgo- dijo levantándose. Harry fue detrás no sin antes decirle a Taylor que hablara con Beth, que era con la que posiblemente se sentiría mejor.
-¿Estás bien?- le preguntó Beth a Taylor.
-¿Me ves bien?- esta le habló mal.
-Eh… No. Solo preguntaba, recuérdame la próxima vez, dejar que Jane te pegue- le dijo Beth.
                                                    -Narra Harry-
Esta conversación la habíamos tenido miles de veces. Con todas las chicas que han llegado después de ella. Siempre termina mal. Siempre termina pegándome y tirándome al suelo mientras me muerde o me tira de los risos. Hoy será diferente. Porque hoy Jane ah utilizado su artillería pesada y yo utilizaré la mía. Y no hablo de sexo precisamente.
-¿Qué quieres Harold?- me preguntó una vez fuera del restaurante.
-Que pares- le dije serio.
-A ver… Esta conversación me suena- dijo pasando de lo que decía.
-Ya, pero esta vez es en serio Jane- dije serio. Aun más.
-Me sigue sonando la conversación Harry- me seguía vacilando.
-A ver Jane. Estoy harto. Me tienes mal. Te dije que te quería, a lo mejor demasiado rápido para ti, pero no creo que era motivo para dejarme. Me dejarte Jane, y tienes una lista en la que pones a los tíos que te has tirado desde que no estás conmigo, y me la enseñas cada vez que estamos bien como “amigos”. Jane son 26 tíos. Claro y a mí no me duele porque tú no quieres que me duela. Entonces te pido una cosa. No te metas más en mis relaciones. Quiero rehacer mi vida y si tú estás ahí siempre, entonces yo no avanzo, me deprimo. Paso de todo esto, a mi no me comas más el coco. Déjame en paz, tuviste tu oportunidad y  me dejarte. Encima me tuviste detrás de ti 8 meses. En serio Jane. Madura.
Ella estaba quieta. Lo raro era que no me había interrumpido. Lo normal sería que a la mitad me dijera que pasa de todo esto y me pegara para que me callara. Si, esa era la Jane madura, a la que tenía miedo de conocer porque la Jane inmadura era la ama.
-¿No dirás nada?- dije incómodo. Hasta me apetecía que me pegara.
-Dile a Beth y a Dani que sé como volver a casa- dijo en un susurro- Necesito pensar ¿Vale?- se dio la vuelta y comenzó a caminar- ¡Ah Harry!- me gritó- Lo siento, siento a ver sido tan inmadura- se giró y siguió caminando.


lunes, 18 de febrero de 2013

Capítulo 11 - Qué bien bailan los ángeles-


                                                                  -Narra Danielle-
Miradas, miradas y más miradas. No sabía cómo enfrentarme a Liam ¿Y si nos dejaban solos alguna vez? Dios, me había metido en un buen aprieto, con lo bien que yo estaba en Londres. Además que Irene no despierta, y creemos que  tenemos que llamar a una ambulancia.
-¿Qué hacemos?- pregunté preocupada.
-Traed alcohol- dijo Jane.
-¿Pero tú sabes algo de esto?- le preguntó Harry, para picarla, claro está.
-Pero que pesado eres joder- se mostró inexpresiva, cosa rara en ella.
-Parad, en serio, no es el momento- dije sería.
-A ver, yo voy a por el alcohol, Dani ve arriba y trae una almohada, Jane, a la cocina a por agua y Perrie, al baño a por una toalla- dijo Beth mientras se levantaba del suelo.
Ya está. Está despierta ¡Por fin está despierta! En verdad me asusté mucho cuando la vi en el suelo. La pobre chica, que no sabía lo que le esperaba.
-¿Estás bien?- preguntó Liam.
-Sí…- dijo con dificultad.
-Ah…- Jane.
-Bueno, ya están las presentaciones, ya sabéis que ella es Irene, la hermana de un amigo  y se  va con nosotras a Londres a finales de la semana- dijo Beth- Y estos son los chicos y sus novias, menos Dani, Jane y yo- recalcó el Jane.
-Lo de Dani lo sé- dijo la chica sonrojándose, Liam tosió- Lo siento- la chica se sonrojó.
-No pasa nada, no tienes la culpa- le dije sonriendo.
-¿Y quién la tiene?- preguntó Liam.
-No quiero hablar- dije ignorando al resto de las personas.
-Pero yo si- dijo enfadado- Vienes a “apoyarnos”- hiso las comillas con los dedos- Y ahora no quieres hablar.
-El hecho que haya venido a “apoyaros”- yo también las hice- No quiere decir que tenga que hablar contigo, pensé que éramos civilizados y no tendríamos esta conversación.
-¿En serio? – dijo Harry- ¿Estáis discutiendo delante de nosotros?- estaba como que ¿sorprendido?
-¡Calla!- le gritamos los dos a la vez.
-¿A que viene esta escenita? Si, tienes la culpa, no fui yo la que te dejó- le reproché.
-¡Pero si te ha dado igual!- me gritó- Te has ido de fiesta, te has emborrachado, y te ah dado igual que la prensa saque las conclusiones que no son.
-¿Qué?!- le grité- ¡Tú me dejaste! ¡Tuviste una cita con Leona! ¿Y yo soy la culpable? ¿La que se emborracha? ¿La que trata de sacarse de la cabeza al niñato del que se ha enamorado? ¡Qué te den Liam!- le grité, me di media vuelta y subí las escaleras corriendo mientras las lágrimas caía por mi cara sin tener pensado cuando parar de hacerlo.
                                                                     -Narra Beth-
-Es mejor que os valláis- dije mientras me levantaba del sofá- Mañana tenéis que madrugar y nosotras tenemos que arreglar este desastre- con eso me refería a Dani.
-Lo siento- dijo Liam.
-No, no lo sientes- dijo Jane.
-¡Ya está!- grité.
-Pero quiero hablar con ella- Liam estaba más tranquilo.
-Sé que lo quieres arreglar, pero no es el momento, así que espera a mañana- dije más tranquila.
-No, quiero hablar ahora- como los niños pequeños.
-¡Fuera de mi casa todos ya!- estaba enfadada- ¡YA!- grité. Todos salieron en fila cogiendo sus cosas, Liam se quedó quieto mirándome, me estaba desafiando- ¡Que salgas de una puta vez Liam!- le grité.
Salió pero no muy seguro de si hacerme caso o no. La que no estaba segura era yo. Estaba harta de todo, de los líos con Jane y Eleanor, lo líos con Harry y Jane y lo líos con Dani y Liam ¿No sabían resolver sus problemas como personas normales? En vez de a gritos ¡Por dios! Creo que no saben.
-¿Estás bien?- me preguntó Jane.
-A ver… ¿Tengo cara de estar bien?- le respondí mal.
-No- dijo en un susurro.
-Pues no lo estoy- dije mientras me acercaba a las escaleras- Me voy a la cama. Bienvenida al Infierno Irene- dije mientras subía y me perdía en la oscuridad del piso de arriba.
Me metí en mi habitación y me tiré en la cama. Mi móvil se alumbró en ese momento, me estaban llamando. Lo miré y era Alex  ¡Mierda! ¡Alex! Le había dicho que le llamaría cuando llegara pero se me ah pasado.
-Hola cariño- dije mientras trataba de parecer tranquila.
-¿Dónde coño estabas?- preguntó enfadado.
-Eh, tranquilo guapito, que no estoy para tonterías- ahora sí que no estaba tranquila.
-Lo siento cariño, es que te eh llamado 10 o 12 veces, estaba preocupado ¿Y si te pasaba algo?
-¿Qué me iba a pasar?- dije mientras me comenzaba a quitar la ropa para meterme en la ducha.
-Pues no sé, pero llevas 16 horas en New York y ya te has olvidado de mí.
-No es eso tonto, solo que eh estado muy liada, preparando la cena y esperando a la hermana de un amigo.
-¿El que me contaste?
-Sí ese.
-Pero igual, no era motivo para no llamarme- su voz era dura.
-En serio Alex no me apetece discutir.
-¡No!- gritó- ¡Siempre es igual! ¡Me tenías preocupado! Siempre estás pensado en ti, te da igual si los demás se preocupan.
-No es cierto- dije con un hilo de voz, no quería perderlo.
-¡Si que lo es!- gritó otra vez- Seguro que no respondías porque te estabas liando con alguien- dijo seguro de si mismo.
-¡Qué!- me parecía una estupidez lo que acababa de decir.
-¡SEGURO QUE ESTABAS POR AHÍ CON LOUIS, SE QUE TE GUSTA NO LO NIEGUES!
Colgué, todo era una mierda. Odiaba esto, odiaba a Álex, a Louis, a Jane a Harry a Danielle, a Liam y a todos. Estaba odiando todo lo que me rodeaba. Tenía que desaparecer unas horas.
                                                                      -Narra Danielle-
Tiré el despertador dos veces, pero no se apagó. Se suponía que hoy teníamos que hacer muchas cosas, pero después de lo de ayer  no creo que vayamos a ningún sitio. Y menos con los chicos.
-¡Pasa!- grité para que supiera que estaba despierta, era Irene- Hola- dije sin ganas- ¿Qué pasa?
-Pues…- Esta chica se ponía roja fácilmente- Es que sé que estás mal, y la verdad no estoy muy empapada del tema, pero a todos nos viene bien un chocolate caliente- dijo sonriendo.
-Oh… que mona eres- dije sonriendo- Me encanta- se veía buena chica.
-No es nada- sonrió- Me caes muy bien, siempre mejor que Eleanor- ERROR, El era mi amiga, no me gustaba que hablaran mal de ella.
-Veras…- dije tratando de corregirla.
-No me cae mal- rectificó- Solo que tú me caes mejor.
-Ah, vale- dije relajándome.
-Bueno, después del chocolate, viene la mala noticia- estaba…. ¿Asustada?
-¿Qué pasa?- me asusté.
-Pues… A ver, es que nos hemos levantado y nos dimos cuenta de que Beth no estaba, y se dejó el móvil en su habitación.
-¡¿Qué!?- mi grito retumbó en todos sitios, eso seguro.
  
                                                                              -Narra Harry-
-A ver, ayer se fue a la cama después del incidente Liam-Danielle, después no supisteis nada de ella- comenté comprobando la historia de Jane.
-Yo la sentí  gritar- dijo Irene.
-Eso se dice antes- ataqué.
-Lo siento- susurró.
-El caso es que puede estar en muchos sitios, conoce esto mejor que nosotros y no sé si sobrevivirá- dijo Jane.
-Es fuerte, no le pasará nada- informó Louis.
-Louis, estamos  cerca del Bronx, o al menos algo, aunque ella no quiera, se viste como una pija y desborda dinero ahí a donde va.
-Lo que tenemos que hacer es confiar en ella- dijo Louis, otra vez.
-A ver Louis, que si a ella le pasa algo, yo me muero ¿Entiendes?- le gritó Jane.
-Yo también- susurró Louis, pero le restamos importancia , lo que faltaba era otra escenita.
Nos quedamos unos minutos en silencio. No sabíamos que pasaba. Si Beth se fue enfadada, no podía ser por lo de ayer, tenía que ser algo más fuerte.
-¿Escucháis?- preguntó Danielle.
-¿El qué?- le miré extrañado.
-La música, está sonando música- dijo Danielle- Es Sylvia: Darcey Bussel - Leo Delibes.
-¿Tú como sabes eso?- preugnté.
-Soy bailarina, y fui de Ballet- dijo seria.
Nos pusimos a seguir el sonido, la verdad es que se sentía muy poco, y lo raro era que venía de un sitio de la casa que nadie conocía. La puerta del “No”
-¿Porqué pone “No”?- preguntó Louis.
-Porque no se puede entrar, está totalmente prohibido.
-¿Porqué?- preguntó pregunto Liam, alguna razón tendrá ¿No?
-No lo sé, supongo que son cosas de ella o de la familia, en la casa de Londres tienen una habitación a la que llamar “la habitación de los recuerdos”  y es muy rara- dijo Jane.
-¿Entramos?- preguntó Eleanor “agobiada”

                                                                  -Narra Louis-
Me quedé embobado mirando como bailaba, ella no nos podía ver, pero era increíble. Nada comparado con bailar en una fiesta o algo así.  Era relajante, la música, todo. Además… Ella se movía como si flotara en el aire, era como si nada fuera imposible, era como si no tuviera huesos, solo que lo llevaba a otro nivel. Se movía, saltaba y daba volteretas como nadie. Era increíble, lo más increíble que eh visto.
-Es…- me quedé sin palabras.
-Así que este es su secreto- dijo Danielle- Me encanta como baila, con razón está en esa escuela de arte.
-Es increíble, me encanta- dijo Harry mirando detenidamente cada movimiento que hacía.
-No se pude enterar de que hemos estado aquí- dijo Jane- Es como su escondite.
-¿Pero tú has visto que grande es este estudio de ballet? ¿Cómo puede tenerlo en la casa?- Danielle estaba ilusionada.
-Es una Ladie, Dani, esto no debería sorprenderte- dije embobado.
-Me da igual, esto no puede salir de aquí, ella necesita espacio y creo que no estamos dándoselo- recordó Jane. Pero era demasiado tarde, nos habíamos concentrado tanto en nuestra “conversación” que Beth nos pilló.
-¿Qué hacéis aquí?- preguntó enfadada.
-Pues… estábamos preocupados, desapareciste y no dejaste ni nota ni nada- dijo Irene- Estábamos preocupados- sonrió.
-Ah…- estaba diferente, no era la chica inocente que yo conocí o por lo menos no quería serlo- Pues estoy bien, ya me habéis visto. Necesito estar sola, necesito bailar y con vosotras aquí, la cosa no mejora- dijo seria.
-Claro… Ya nos vamos- dije dudando- ¿Pero estás bien?- era mi amiga, posiblemente mi mejor amiga, no puedo dejarla así cuando está mal.
-Sí, estoy bien, solo necesito bailar. Necesito desahogarme.
-¿Porqué no podemos mirar?- preguntó Lou.
-Porque no, necesito desahogarme sola- dio media vuelta y se fue. 

sábado, 2 de febrero de 2013

One Shot #1: Te quiero con fuerza, te odio a momentos

 Sabes que todo está cambiado cuando nada sale como tu esperabas, cuando tus amigos no reaccionan a todo como tú esperabas, cuando tu familia no tiene en cuenta lo que tú piensas. Sabes que todo está cambiando cuando nada es como antes.
-En serio mamá?- dije llorando.
-Sí, lo siento cariño, pero aquí sola no te puedes quedar- dijo mientras me abrazaba fuertemente.
-Pero mamá, que aquí tengo a todos mis amigos, y sabes que soy lo suficientemente tímida como para que me cueste hacer amigos en el otro colegio- dije ahogada en llanto.
-Lo siento- dijo mi madre.
Hoy comienzo en el instituto nuevo. Dejé a mis amigos y a mi novio en Londres, y ahora estoy aquí en Bradford, en un sitio donde no quiero estar. Mi madre me ha traído  y todos se me han quedado mirando. ¿Será porque soy la nueva? Bueno, eso es lo más probable.
-Chicos, esta es Rachel (Reichel) , vuestra nueva compañera- dijo el profesor de historia dándome un empujón hacia delante.
-Ho...Hola- dije completamente sonrojada y con la vista fija en el suelo.
-Hola- dijeron todos a la vez, cosa que hiso que levantara la vista y mirara al fondo de la clase. Cosa que no debería haber hecho.
-Bueno Rachel, te sentarás al fondo, porque es el único sitio que hay libre.
Pero yo no respondí, estaba lo suficientemente ocupada mirando a aquel morenazo de  aires misteriosos como para responderle al profesor. Lo que más me llamó la atención es la forma en la que me miraba. Con aire de vampiro ¿quizás? No deja de ser ilusa Rachel, te está mirando por que eres la nueva.
-¿Rachel?- repitió en profesor.
-¿Sí?.
-Que te sentarás al fondo- dijo señalando el sitio que no quería que señalara.
-Val…Vale- me dirigí a mi sitio y me senté sin mirar a la persona que tenía a mi lado.
La clase fue lo más incómodo que eh presenciado nunca. Y mi timidez no ayuda. Cuando se acabó algunas chicas se acercaron a mí y me acribillaron a preguntas.
-¿Cómo te llamas?- me preguntó la más alta.
-Rachel  Jane Mccann- dije en un susurro.
-¿Y de dónde vienes?- me preguntó una morena.
-De Londres- dije en otro susurro.
-¿Y donde vivías en Londres?
-En un Loft en el mismo Coven Garden - dije recordando aquel sitio tan maravilloso.
Y así se pasaron todo el cambio de clase. No me dejaban en paz, era unas cotillas y yo lo único que quería era salir corriendo de aquel sitio.
-¡Dejadla en paz! – dijo con mucha mala leche aquel moreno.  Todas salieron corriendo.
-Gracias- dije lo más bajo que pude.
-De nada Rachel Jane Mccann.
-Ah ¿te sabes mi nombre? Que raro, pensé que no te caía bien.
-¿Por que no me ibas a caer bien?- preguntó confuso.
-Porque eras el único que no me había hablado- dije suspirando.
-Ya, es que soy muy cerrado Rachel Jane Mccann.
-¿Puedes parar de llamarme así?- dije sonriendo.
-¿Pues entonces como quieres que te llame?- preguntó mientras apuntaba lo que decía la profesora de lengua.
-Puedes llamarme Jane- dije apuntando yo también.
-No te gusta que te llamen Rachel?- me miró.
-No mucho- dije sin levantar la vista de los apuntes.
-Pues entonces te llamaré Rachel- le miré mal- Ya que no te gusta, y yo soy único, pues entonces te llamaré así- sonreí, porque era estúpido, muy estúpido.
-Vale- puse los ojos en blanco.
El resto del día pasó sin que pasara nada nuevo. ¿Por qué? Porque nadie más se me acercó y eso me gustó por una parte, pero por otra me sentó muy mal. Me sentía sola, y a mí no me gusta sentirme sola.
-¿En que o quien piensas?- me dijo aquella voz con aires misteriosos mientras caminaba a casa.
-¿Tú?- dudé- Pues en los deberes que han puesto hoy- mentí.
-Ninguna persona normal piensa en deberes cuando va del cole a casa- me miró de reojo.
-¿Yo eh dicho que sea normal?- sonreí.
-No, pero yo tampoco lo eh dicho- dijo mirando un coche que pasaba.
-Es que a ti se te nota, yo paso más desapercibida.
-Oh Rachel que graciosilla ¿no?- dijo en tono de broma.
-Pues no- paré en seco.
-¿Porqué paras?- me miró confundido.
-Pues porque vivo aquí- le miré y sonreí.
-Pues que sepas que yo vivo al lado- me giñó un ojo y sonrió.
Entré en casa y dejé las cosas en la entrada y fui directo a la cocina. ¡Me moría de hambre! Después de merendar cogí mis cosas y subí, tenía que hacer deberes y estudiar, abrí las cortinas de la gran ventana que tengo en mi habitación y puse la música a un volumen aceptable. Hice lo de siempre, cantar, bailar, saltar en mi cama y cuando venían las canciones tristes llorar.
Estaba tan metida en mi mundo que no sentí como me llamaban, hasta que algo dio en mi ventana.
-¿Qué coño?- me di la vuelta, y allí estaba el sonriendo, o mejor dicho riéndose a carcajadas de mi baile- ¿Qué haces ahí?- le miré mal.
-Vivo aquí- sonrió- Y esta es mi habitación.
-¡Dios! Que vergüenza- me sonrojé.
-No te preocupes, solo estoy mirando desde que comenzó How  To Save A Life- The Fray.
-¿Tú eres tonto?- me miró mal- Ese es el principio- Soltó una carcajada.
-Lo sé- soltó una carcajada- Pero que sepas que bailas muy bien- dijo con un tono burlón.
-Gilipollas- dije por lo bajo y cerré la ventana y pasé la cortina.
Me pasé la noche haciendo deberes y después me conecté en twitter y el facebook. ¡Sorpresa! Zayn me seguía y  me había agregado de amigo… No solo le tenía en mis narices… También tenía que aguantarlo en clase y en las redes sociales… ¡Era increíble!
Lo acepté y seguí en lo mío. Me entretuve y alguien me abrió en facebook.
Zayn: Hola.
Yo: Hola.
Zayn: ¿Qué tal el primer día de colegio?
Yo: Bien, si no fuera porque un gilipollas me ha acompañado hasta casa y dio la casualidad que era mi vecino. Que después se puso a espiarme por la ventana de mi habitación.
Zayn; Menudo pervertido ¿No?
Yo: Y que lo digas.
Nos quedamos hablando mucho tiempo. Tanto que me fui a la cama a las 2 de la madrugada. La conversación había sido interesante. El era increíble y yo, yo solo estaba dejando de ser tímida por primera vez con alguien. Me dijo que si algún día necesitaba ayuda, que solo abriera la ventana y le llamara, que el estará ahí para ayudarme.
Al martes a las 7 ya estaba despierta, sería raro entrar al nuevo cole. Jode mucho que te etiqueten como “la nueva” ¿Acaso no sabían mi nombre? Y si no lo sabían ¿Porqué no lo preguntaban?
Ya estaba en la puerta, iba vestida (así) supongo que era perfecto para un día de abril, aunque era Inglaterra, podía cambiar todo en un pispas.
Entré en el cole y me fui a la clase de gimnasia, era la primera clase. Me cambié mientras todas me observaban, vale, ya sé que no estaba muy bien, pero bueno, no hace falta que me miréis.
-¿Qué pasa? ¿Porqué me miráis?- les pregunté aturdida.
-¿De qué conoces a Zayn Malik?- me preguntó la rubia.
-Es mi vecino- dije seria-¿Tan raro es que él se acerque a mi?- le pregunté.
-Pues solo te digo esto, Rachel. Cómo te acerques a él, te mato. El es mío- dijo la rubia mientras se me acercaba con un gesto de amenaza-¿Queda claro?
-¿Y si no lo hago? ¿Y si me acerco a él?- le desafié.
-Pues no podrás poner un pie en este instituto otra vez, y créeme, no serías la primera en pasar por eso.
Me quedé helada. Bien, muy bien. Segundo día de clase y tengo problemas ¿Porqué me pasaban estas cosas a mi? Ya, claro Rachel, tenías que conocer a Zayn, el te ha traído tantos problemas. Me terminé de vestir, y me hice una coleta, me miré en el espejo del baño y salí hacía el gimnasio.
La clase comenzó. Y yo estaba sola, todas las chicas estaban con Ámber, la rubia. Nos mandaron a ponernos en parejas, y qué casualidad que todas las chicas tuvieran parejas y a la que le tocaba conmigo, fingió que le dolía el estómago.
-Te toca conmigo Rachel- dijo la voz del chico que es mi “vecino”
-No, yo no lo haré- dije en un susurro.
-¿Qué te han hecho?- se puso frente a mi mirándome a los ojos.
-¿Quiénes?- disimulé. Lo hago muy bien.
-Las chicas.
-Nada, en el vestuario me han dicho de quedar, pero soy demasiado tímida.
-¿Segura?- me preguntó, como si supiera que mentía. Como si fuera obvio.
-Segura- respondí en un susurro- Ahora… ¿Me puedes dejar en paz?- dije como si estuviera frustrada, y lo estaba, no quería que el estuviera conmigo. Me harían la vida imposible.
-Claro- se fue.
Las siguientes semanas evité todo tipo de contacto con Zayn, ya no abría la ventana y me quedaba a oscuras en mi habitación escuchando música aún más baja. Estaba pasándolo mal porque mi madre nunca está en casa y mi padre tampoco. Y mis amigas no están. No las tengo aquí. Estoy sola y no sé que hacer para que Ámber y sus cómplices no me molesten.
Si os soy sincera, me gusta Zayn. No es simplemente un chico más. No, nunca lo ha sido. Me encanta que me llame Rachel, aunque creo que es la única persona en el colegio que sabe que no me gusta que me llamen así. También es perfecto. Sabe cuando no quiero hablarle y ha intentado hablar conmigo una vez en casa, tirándome piedrecillas en la ventana. Pero nunca respondo. No respondo porque además de ser lo suficientemente tímida para hablarle después de tanto tiempo, no quiero terminar mal.
Hacía días que Zayn no llamaba a mi ventana. Ahora se dedicaba a dejarme mensajes en el Facebook. Mensajes privados. Cómo:
“Si el hecho de que no me quieras hablar tiene que ver algo con Amber, dímelo, yo lo arreglo"
”¿Porqué no me hablas? ¿Ahora te piensas que eres la más guapa del mundo y yo no estoy a tu altura? Respóndeme por favor”
“Voy a tirar una piedra grande y te romperé la ventana si no me respondes a este mensaje”
“Ya es el cuarto y no eh roto la ventana, tengo paciencia, es casi imposible que la pierda, pero si no me respondes me colaré en tu casa”
Los ignoré. Ignoré cada uno de los mensajes que me envió. Que si, para mí era duro, pero yo estoy por delante de él en mis prioridades de supervivencia. No sabía que hacer ¿Y si me rompía la ventana?
Me quedé pensando, estaba ensimismada. Mis padres no estaban y eran las 10 de la noche. “Estaban en la oficina” Sentí ruidos abajo. Pero me acababa de llegar un mensaje de papá.
“Esta noche no iremos a dormir a casa, tu madre me ha dicho que hay dinero en la encimera. Cualquier cosa, nos llamas”
¿Entonces quien era? Me asusté. Me asusté mucho. Decidí llamar a Zayn, solo porque tenía miedo. Abrí la ventana, que llevaba tanto tiempo cerrada. Pero no, el no estaba ahí como me prometió aquel día en la conversación. Las luces de su habitación estaban apagadas y yo no podía gritar ¿Porqué no estaba cuando más lo necesitaba?
Presa del pánico, me tumbé entre la cama y la pared, para esperar mi fin ¿Y si llamaba a mis padres? No, que se preocuparían por nada ¡Qué por nada! Me gritó mi consciencia ¡Alguien se ha colado en tu casa! Me reprochó mi cabeza.
Alguien entró en mi habitación. Me asusté más. Solo veía sus zapatos. Unas converses. Eran blancas. Entonces me permití el lujo de respirar. Pero respiré demasiado fuerte y el me escuchó.
-Estás aquí- dijo sonriendo mientras me miraba con ojos de asesino.
-¡Dios!- dije mientras se me pasaba el susto- Eres tú- respiré más hondo.
-Te lo dije en un mensaje. No sé porqué te asustas- dijo serio.
-Porque no leo tus mensajes Zayn, por favor… Déjame en paz- dije seria.
-No, si me ignoras quiero saber que hice para que lo hagas.
-Pues…- ¿Qué le decía? ¡No tenía ningún motivo que no implicara a las chicas!
-¿…Pues?
-Pues nada Zayn. No quiero tener ningún tipo de relación contigo. Tengo novio- ¿Qué digo?!
-Ah…- dijo triste.
-¿Te puedes ir?
-¿Sabes que siempre estaré aquí, no?
-Lo sé.
-Y que como ese capullo te haga algo, lo mato.
-No me hará nada Zayn, olvídame ¿Vale?

Otro día en el colegio, al fin viernes. Hoy  hay una fiesta en casa de Amber. Me ha invitado, bueno, prácticamente me ha obligado a ir. Me estaba vistiendo, cuando me acordé del día en que hablé con Zayn, como me vio bailar y como le echo de menos.
Me termine de vestir (así) Y abrí la ventana, necesitaba aire fresco. No podía seguir así. Pero fue un error, ahí estaba él. Con su ventana abierta, y fumando ¿Fumaba? No sabía eso. Pero nunca olía a tabaco, así que era raro.
-¿Vas a la fiesta?- me preguntó al verme vestida.
-Si- dije seria- ¿No te dije que no me hablaras?- me disponía a cerrar la ventana.
-Tú novio está en Londres, no sabrá nada de que has hablado con tu vecino- dijo con un tono irónico.
-¿Tú eres gilipollas?- me paré en seco- No quiero hablar contigo Zayn, no quiero- dije seria.
-Te esperaré, si Rachel Jane Mccadne. Te esperaré.
Dejé la ventana abierta, el aire frío que entraba era puro. Me hacía pensar, porque me enfriaba el cuerpo, cuando más caliente lo tenía. Si, estaba tan saturada por esto de Zayn que tengo hasta un tic.
Entré en la casa de Ámber, casa de pija. Era grande, más o menos como la mía, pero los muebles eran de catálogo y estaba muy iluminada. A lo mejor la veía así porque la mía siempre estaba a oscuras, como no había nadie, pues es lo que hay. Estaban casi todos los del cole, Ámber y sus secuaces, los tíos buenos de bachillerato, las de las demás clases, y Zayn. Estaba al fondo, hablando con Benjamín, uno de mi clase. Estaba muy guapo, con una camiseta blanca de mangas, pero las tenías remangadas, con unos pantalones beige y converses blanca. Tenía un pendiente negro guapísimo y el tupé hecho a la perfección. Sonreí al verle, y él me miró nada más entrar.
Ámber se acercó a mí, con aires de grandeza como siempre, pero la ignoré. Y me gritó.
-¿Qué has hecho para que Zayn viniera?- me preguntó feliz.
-Nada, apenas abro la ventana para no hablar con él- se que se puso feliz al escuchar eso.
-Pues haces bien, eres de las pocas que ha durado tanto- me abrazo, sonreí falsamente porque Zayn miraba, si no hubiera dejado mi cara de póker que es la mejor que hay en el mundo.
-¿Qué quieres?- pregunté resignada.
-Pues que le digas a Zayn que baile conmigo- dijo mientras reía, y mientras yo la quería matar.
-No puedo hablar con Zayn, nos llevamos mal- mentira, pura mentira.
-Mira niñata, tú y yo sabemos que no es verdad, que te llevas demasiado bien con Zayn, que él está por ti y que hará lo que le pidas.
-Mira Ámber, te tengo que decir 5 cosas:
1- No soy una niñata.
2- Si, es verdad, no le hablo.
3- No me llevo bien con él, por lo menos yo no.
4- Él no está por mí, y si eso es lo que crees estás equivocada. Y 5- No hará lo que yo le pida.
-Pues entonces irás y lo convencerás de que baile conmigo.
-¿Qué pasaría si no lo hago, o no lo consigo?- estaba nerviosa.
-Lo mismo que si seguías hablando con él- dijo mientras me sonreía- Venga, antes de que acabe la fiesta Zayn tiene que bailar conmigo, tienes toda una noche para lograrlo. Buena suerte- Y se fue.
Bien, tenía una misión. Acercarme a Zayn, convencerlo para que baile con Ámber y sin que me saque nada. Estaba nerviosa, temblando. Me iba a acercar a Zayn después de mes y medio sin hablarle a penas.
-Hola- dije poniéndome delante de él, Benjamín se levantó y se fue sin decir nada para darnos intimidad.
-¿Ahora me hablas? ¿Qué pasa? ¿Me seguirás negando de que el hecho de tu ignorancia no tiene nada que ver con Ámber y sus secuaces?-  estaba tenso, tanto como yo, pero aparte de tenso se le notaba enfadado, muy enfadado.
-No, ya te eh dicho que no ¿Qué te hace pensar eso?- dije mientras miraba mis dedos, no sé mentir.
-No eres la única que ah pasado por esto- dijo con la voz ronca, y también con voz misteriosa. Era como la noche, no sabes lo que hay ahí porque está todo oscuro, y yo hoy tenía mi vena curiosa.
-Ah, que hay más…- mi voz fue de decepción, no quería que lo notara, pero es que me sentía así de verdad.
-No, a ver…- trató de explicarse pero me di la vuelta y empecé a caminar hacia la puerta, quería tomar el aire- ¡Jane!- me había llamado Jane, cosa rara.
Abrí la puerta y me fui al porche, el aire era frío y refrescante. Tenía que pensar, tenía que pensar en que hacer con Zayn y conmigo misma también.
-No me has dejado terminar- sentí la voz cálida otra vez, no, no quería hablar Zayn, me harás llorar.
-No quiero hablar contigo, sigamos como estábamos hace 10 minutos.
-¿No, me vas a escuchar? estoy harto de esto.
-Y yo- dije en un sollozo.
-¿Estás llorando?
-No- me levanté aún de espaldas a él, me sequé las lágrimas y me giré- Dile a Ámber que me llamaron mis padres por una urgencia.
-¿Te vas?-  le brillaban los ojos a la luz de la farola que era lo único que nos alumbraba.
-Sí, no me apetece hablar contigo, tengo demasiados problemas como que para que tú te conviertas en uno más.
-Entonces no me vas a escuchar…- era un tono al que había que temerle.
-No Zayn, me voy, no te voy a escuchar.
Me di la vuelta, y cuando me disponía a dar el primer paso, alguien me cogió del brazoZayn me cogió del brazo y tiró de mi hasta él.
Lo tenía en frente, cerca de mí, tan cerca que podía sentir su respiración y juraría que también podía sentir su corazón latir.
-Ahora me vas a escuchar- dijo un susurro, era emocionante y a la vez tenía miedo de cómo podía ser todo esto.
Me quedé callada, esperando a que dijera todo lo que pensaba o lo que sentía, o simplemente lo que tenía ensayado decirme.
-No hay otras, ni las ha habido. Aunque creo que eres la persona menos indicada para enfadarte por eso, ya que has estado mes y medio pasando de mi, y aunque no lo parezca eso me duele- Yo estaba perdida en su voz, en lo profunda que era. Mierda, tenía miedo, y no precisamente de él, o de Ámber- Nunca había sentido lo que siento, nunca. Tampoco había esperado por una chica, estoy acostumbrado a que ellas vallan detrás de mí y no quiero parecer engreído.  Tampoco es cuestión de eso, porque nunca había hecho muchas cosas y llegó el día en que las hice, pero nunca había estado tan desesperadamente loco por alguien, y tampoco había necesitado una chica para poder respirar, o dormir tranquilo. Y tú no me lo pones fácil Rachel.
-Zayn, por favor esta noche baila con Ámber, hazlo por mí, si de verdad te importo.
Me había vuelto a decir Rachel, ahora me gustaba mi nombre, y solo por el  simple hecho de que él lo decía.
Me solté de su mano, me di la vuelta y comencé a caminar. Sentía como las lágrimas caía por mi rostro y el aire frío me golpeaba la cara. Pero también escuchaba como Zayn me llamaba, y como esa voz cada vez se hacía más lejana.

-¡Ya voy!- grité por quinta vez ¿Y mis padres? Pff, siempre igual, tenemos que trabajar, tenemos que trabajar y tenemos que trabajar. Bajé las escaleras con prisa, a lo mejor era algo importante, o a lo mejor era Zayn, aunque parece que últimamente prefiere colarse sin decirme nada.
Abrí la puerta, y un chico moreno entró como un relámpago, si, estaba enfadado.
-Buenos días, eh- dije haciéndome la indignada.
-De bueno no tiene nada- me miró a los ojos, estaba triste, como si le hubiera engañado. “Lo has hecho” dijo mi yo interior.
-¿Qué ha pasado?- me estaba preocupando.
-Que no me gusta que me mientan Rachel, es lo peor que puedes hacer cuando te lo doy todo, mentirme. Y tú lo has hecho.
-¿Qué dices?- le miré espantada.
-Que tienes la oportunidad de decirme la verdad, de decirme que todo este tiempo lo hemos estado pasando mal por culpa de Ámber, o la oportunidad de perderme y de que después de un tiempo mal, comience a pasar de ti como paso de ella.
¿¡QUÉ!? ¡Que me dejaría! Bueno, en teoría no teníamos nada, pero es lo que hay, tengo que decirle la verdad. Tengo que decírsela.
-Zayn- dije en un susurro. Asintió como dándome permiso para continuar- No…- “¡Mierda no lo digas!” me decía mi voz interior- No, esto no tiene nada que ver con Ámber- dije seria.
Su cara fue de dolor, de decepción, era un poema, pero no podía hacer más ¿O, sí?
-Solo quiero que sepas que ayer sí que bailé con ella, solo por ti- y salió de casa pegando un portazo.
¡Mierda, mierda, mierda, mierda! Lo había arruinado todo, no… esto no era cierto, era una broma, no mierda.
Tres semanas, tres semanas con miradas, lágrimas y decepciones. Zayn no me hablaba, nada. Estaba harta, no podía más ¿Porqué estaba así? Si  hubiera sido otra persona me daría igual, pero no, no me da igual.
-Hola- dije mostrando la sonrisa más falsa de mi vida.
-Hola- me respondió la que supongo que es hermana de Zayn, no sé, no la conocía.
-¿Está Zayn?- pregunté tímida.
-Sí, está en su habitación… Pero no creo que quiera hablar contigo- dijo mientras me hacía un chequeo.
-Lo sé, pero es que la eh cagado y no puedo estar así, el no se lo merece.
-Estamos de acuerdo en algo. Un consejo, a mi hermano nunca le mientas, porque eso le duele más que cualquier cosa en el mundo, no soporta la mentira y menos cuando sabe la verdad.
-Lo tendré en cuenta- dije pasando.
-Suerte- dijo mientras yo subía las escaleras.
Caminé todo el pasillo hasta llegar a su habitación, no es difícil perderse porque yo vivo en una casa exactamente igual a la de él.  Y está en la habitación  frente a la mía.  Bien, ahí estaba la puerta, lo vería en otro sitio que no fuera el colegio. Había cogido otra ruta para volver a casa y en el patio desaparecía. Me sentía mal por eso. Me sentía mentirosa, asquerosamente mala persona.
Entré sin llamar, porque si lo hacía no me abriría y mi misión no sería cumplida.
-Hola- le dije en un susurro, estaba mirando la ventana ¿Esperando a que yo la abriera para ver si estaba? No lo sé, pero era alucinante.
-¿Qué haces aquí?- dijo seco. Si, estaba muy enfadado.
-Pues… eh venido a pedirte perdón, y a contarte la verdad- dije en un susurro, sentía algo, sí, eso era miedo, miedo a perderlo, o a que no me quisiera.
-¿Ahora? ¿Después de tanto tiempo?- se levantó de la cama, estaba vestido solo con un pantalón de chándal gris. Tenía el pecho descubierto y pude ver algunos de sus tatuajes, no sabía que tenía tatuajes.
-Mejor tarde que nunca ¿No?- ¡en serio esa era mi escusa! Pues sí, la verdad es que si.
-Mira, hagamos algo, me dices lo que llevas días pensando en decirme, después te vas y me dejas de hablar, por favor.
-Zayn…- mi corazón estaba roto en ese momento.
-¡Ni Zayn ni hostias Jane!- gritó. Mierda.
-Vale- dije en un susurro- Mira, ya sé que no te gusta que te mientan, que es lo que más odias, y que me diste la oportunidad de decirte la verdad y que te mentí cuando tú sabías de que iba todo. Pero lo siento, lo siento mucho. Yo solo quería protegerme, te mentí con lo de mi novio, con lo de que no quería que me hablaras… Te mentí vale… Y ya lo sé, que estuvo mal, pero yo no soporto la presión Zayn, y si me amenazan lo que haré es protegerme, pero si luchar- ¿En serio estaba llorando? ¡Me prometí no llorar!
-Vete- fue lo único que salió de sus labios.
-Joder Zayn, lo siento. ¿Qué tengo que hacer?
-Tuviste tu oportunidad Jane, y me mentiste ¿Entiendes? Te dije que si me decías la verdad todo seguiría igual, que lo olvidaría, pero que si me mentías otra vez, te olvidaría y pasaría de ti.
-Joder, lo siento ¿En que idioma te lo tengo que decir?
-En ninguno, ya no me digas nada más.
-Zayn, te juro que como no me hagas caso, soy capaz de hacer cualquier locura.
-No estás tan loca Jane, no estás tan loca.
-Entonces ahora sí que me has perdido, dije que haría cualquier cosa por recuperarte y  lo haré. Pero después no te arrepientas de esto- y salí pegando un portazo, estaba mal muy mal y no tenía al chico del cual estaba enamorada. Si de eso tenía miedo en la fiesta, de enamorarme de él. Del absurdo sentimiento que había en mi, que no me dejaba ni respirar tranquila. Tenía miedo de haberme enamorado.

Habían pasado por lo menos tres horas de mi conversación con Zayn. En verdad no haría nada, pero tenía que llamar su atención de alguna forma y parece que estaba fallando, porque Zayn pasó de mi, de todo lo que le dije y de lo que hice.
Abrí los ojos lentamente, estaba todo oscuro y yo estaba cansada, tenía los ojos hinchados seguramente, pero es que no podía parar de llorar. Algo se revolvió a mi lado y me giré asustada, pero no. No era nada malo. Y ahí lo vi, con la cara seria pero  se le notaba feliz, me estaba abrazando por la cintura y no tenía camisa puesta.
-¿Qué haces aquí?- pregunté con dificultad.
-Cuando te fuiste, me sentí mal porque solo eh pensado en mi todo este tiempo. No sé, tenía que haberte hecho caso, además tenía miedo de que hicieras alguna locura.
-A ver, estás sin camisa abrazándome, no sé si estar feliz por esto, o sentirme rara.
-A ver, me colé porque como tus padres nunca están, pues no pasa nada. Cuando llegué aquí estabas llorando.
-No recuerdo haberte visto.
-No, porque estabas dormida- puse cara de asombro- Sí, dormías y llorabas, era raro.
-¿Y?
-Y estabas temblando, entonces me quité la camisa y te abracé, y te eh estado observando una hora y media- dijo sonriente. Su cara era hermosa a la luz de la lámpara que supongo que había encendido.
-Vamos que te crees Jacob- dije de broma. Pero me fulminó con la mirada- En serio, a ver, te eh mentido Zayn ¿Podrás vivir con eso?
-Me da igual, siempre y cuando me prometas que no me mentiras más – me susurró.
-Te lo prometo.
-¿Entonces me dejarás enfrentarme a Ámber?- me miró con ojitos de cordero.
-No, la que se debe enfrentar a Ámber soy yo- dije seria.
-¿Sabes qué?
-¿Qué?
-Te quiero con fuerza y te odio a momentos.
-Zayn, yo solo te preguntaré algo.
-¿Qué?
-¿Estás dispuesto a que esto sea algo más?
-¿Con rosas y corazones?
-Con rosas y corazones.
-Por mi perfecto.