Sabes que todo está cambiado
cuando nada sale como tu esperabas, cuando tus amigos no reaccionan a todo como
tú esperabas, cuando tu familia no tiene en cuenta lo que tú piensas. Sabes que
todo está cambiando cuando nada es como antes.
-En serio mamá?- dije llorando.
-Sí, lo siento cariño, pero aquí
sola no te puedes quedar- dijo mientras me abrazaba fuertemente.
-Pero mamá, que aquí tengo a todos
mis amigos, y sabes que soy lo suficientemente tímida como para que me cueste
hacer amigos en el otro colegio- dije ahogada en llanto.
-Lo siento- dijo mi madre.
Hoy comienzo en el instituto
nuevo. Dejé a mis amigos y a mi novio en Londres, y ahora estoy aquí en Bradford,
en un sitio donde no quiero estar. Mi madre me ha traído y todos se me han quedado mirando. ¿Será
porque soy la nueva? Bueno, eso es lo más probable.
-Chicos, esta es Rachel (Reichel)
, vuestra nueva compañera- dijo el profesor de historia dándome un empujón
hacia delante.
-Ho...Hola- dije completamente
sonrojada y con la vista fija en el suelo.
-Hola- dijeron todos a la vez,
cosa que hiso que levantara la vista y mirara al fondo de la clase. Cosa que no
debería haber hecho.
-Bueno Rachel, te sentarás al
fondo, porque es el único sitio que hay libre.
Pero yo no respondí, estaba lo
suficientemente ocupada mirando a aquel morenazo de aires misteriosos como para responderle al
profesor. Lo que más me llamó la atención es la forma en la que me miraba. Con
aire de vampiro ¿quizás? No deja de ser ilusa Rachel, te está mirando por que
eres la nueva.
-¿Rachel?- repitió en profesor.
-¿Sí?.
-Que te sentarás al fondo- dijo
señalando el sitio que no quería que señalara.
-Val…Vale- me dirigí a mi sitio y
me senté sin mirar a la persona que tenía a mi lado.
La clase fue lo más incómodo que
eh presenciado nunca. Y mi timidez no ayuda. Cuando se acabó algunas chicas se
acercaron a mí y me acribillaron a preguntas.
-¿Cómo te llamas?- me preguntó la
más alta.
-Rachel Jane Mccann- dije en un susurro.
-¿Y de dónde vienes?- me preguntó
una morena.
-De Londres- dije en otro susurro.
-¿Y donde vivías en Londres?
-En un Loft en el mismo Coven Garden
- dije recordando aquel sitio tan maravilloso.
Y así se pasaron todo el cambio de
clase. No me dejaban en paz, era unas cotillas y yo lo único que quería era
salir corriendo de aquel sitio.
-¡Dejadla en paz! – dijo con mucha
mala leche aquel moreno. Todas salieron
corriendo.
-Gracias- dije lo más bajo que
pude.
-De nada Rachel Jane Mccann.
-Ah ¿te sabes mi nombre? Que raro,
pensé que no te caía bien.
-¿Por que no me ibas a caer bien?-
preguntó confuso.
-Porque eras el único que no me
había hablado- dije suspirando.
-Ya, es que soy muy cerrado Rachel
Jane Mccann.
-¿Puedes parar de llamarme así?-
dije sonriendo.
-¿Pues entonces como quieres que
te llame?- preguntó mientras apuntaba lo que decía la profesora de lengua.
-Puedes llamarme Jane- dije
apuntando yo también.
-No te gusta que te llamen
Rachel?- me miró.
-No mucho- dije sin levantar la
vista de los apuntes.
-Pues entonces te llamaré Rachel-
le miré mal- Ya que no te gusta, y yo soy único, pues entonces te llamaré así-
sonreí, porque era estúpido, muy estúpido.
-Vale- puse los ojos en blanco.
El resto del día pasó sin que
pasara nada nuevo. ¿Por qué? Porque nadie más se me acercó y eso me gustó por
una parte, pero por otra me sentó muy mal. Me sentía sola, y a mí no me gusta
sentirme sola.
-¿En que o quien piensas?- me dijo
aquella voz con aires misteriosos mientras caminaba a casa.
-¿Tú?- dudé- Pues en los deberes
que han puesto hoy- mentí.
-Ninguna persona normal piensa en
deberes cuando va del cole a casa- me miró de reojo.
-¿Yo eh dicho que sea normal?-
sonreí.
-No, pero yo tampoco lo eh dicho-
dijo mirando un coche que pasaba.
-Es que a ti se te nota, yo paso
más desapercibida.
-Oh Rachel que graciosilla ¿no?-
dijo en tono de broma.
-Pues no- paré en seco.
-¿Porqué paras?- me miró
confundido.
-Pues porque vivo aquí- le miré y
sonreí.
-Pues que sepas que yo vivo al
lado- me giñó un ojo y sonrió.
Entré en casa y dejé las cosas en
la entrada y fui directo a la cocina. ¡Me moría de hambre! Después de merendar
cogí mis cosas y subí, tenía que hacer deberes y estudiar, abrí las cortinas de
la gran ventana que tengo en mi habitación y puse la música a un volumen
aceptable. Hice lo de siempre, cantar, bailar, saltar en mi cama y cuando
venían las canciones tristes llorar.
Estaba tan metida en mi mundo que
no sentí como me llamaban, hasta que algo dio en mi ventana.
-¿Qué coño?- me di la vuelta, y
allí estaba el sonriendo, o mejor dicho riéndose a carcajadas de mi baile- ¿Qué
haces ahí?- le miré mal.
-Vivo aquí- sonrió- Y esta es mi
habitación.
-¡Dios! Que vergüenza- me sonrojé.
-No te preocupes, solo estoy
mirando desde que comenzó How To Save A
Life- The Fray.
-¿Tú eres tonto?- me miró mal- Ese
es el principio- Soltó una carcajada.
-Lo sé- soltó una carcajada- Pero
que sepas que bailas muy bien- dijo con un tono burlón.
-Gilipollas- dije por lo bajo y
cerré la ventana y pasé la cortina.
Me pasé la noche haciendo deberes
y después me conecté en twitter y el facebook. ¡Sorpresa! Zayn me seguía y me había agregado de amigo… No solo le tenía
en mis narices… También tenía que aguantarlo en clase y en las redes sociales… ¡Era
increíble!
Lo acepté y seguí en lo mío. Me
entretuve y alguien me abrió en facebook.
Zayn: Hola.
Yo: Hola.
Zayn: ¿Qué tal el primer día de
colegio?
Yo: Bien, si no fuera porque un
gilipollas me ha acompañado hasta casa y dio la casualidad que era mi vecino.
Que después se puso a espiarme por la ventana de mi habitación.
Zayn; Menudo pervertido ¿No?
Yo: Y que lo digas.
Nos quedamos hablando mucho
tiempo. Tanto que me fui a la cama a las 2 de la madrugada. La conversación
había sido interesante. El era increíble y yo, yo solo estaba dejando de ser
tímida por primera vez con alguien. Me dijo que si algún día necesitaba ayuda,
que solo abriera la ventana y le llamara, que el estará ahí para ayudarme.
Al martes a las 7 ya estaba
despierta, sería raro entrar al nuevo cole. Jode mucho que te etiqueten como
“la nueva” ¿Acaso no sabían mi nombre? Y si no lo sabían ¿Porqué no lo
preguntaban?
Ya estaba en la puerta, iba
vestida (así) supongo que era perfecto para un día de abril, aunque era
Inglaterra, podía cambiar todo en un pispas.
Entré en el cole y me fui a la
clase de gimnasia, era la primera clase. Me cambié mientras todas me
observaban, vale, ya sé que no estaba muy bien, pero bueno, no hace falta que
me miréis.
-¿Qué pasa? ¿Porqué me miráis?-
les pregunté aturdida.
-¿De qué conoces a Zayn Malik?- me
preguntó la rubia.
-Es mi vecino- dije seria-¿Tan
raro es que él se acerque a mi?- le pregunté.
-Pues solo te digo esto, Rachel.
Cómo te acerques a él, te mato. El es mío- dijo la rubia mientras se me
acercaba con un gesto de amenaza-¿Queda claro?
-¿Y si no lo hago? ¿Y si me acerco
a él?- le desafié.
-Pues no podrás poner un pie en
este instituto otra vez, y créeme, no serías la primera en pasar por eso.
Me quedé helada. Bien, muy bien.
Segundo día de clase y tengo problemas ¿Porqué me pasaban estas cosas a mi? Ya,
claro Rachel, tenías que conocer a Zayn, el te ha traído tantos problemas. Me
terminé de vestir, y me hice una coleta, me miré en el espejo del baño y salí
hacía el gimnasio.
La clase comenzó. Y yo estaba
sola, todas las chicas estaban con Ámber, la rubia. Nos mandaron a ponernos en
parejas, y qué casualidad que todas las chicas tuvieran parejas y a la que le
tocaba conmigo, fingió que le dolía el estómago.
-Te toca conmigo Rachel- dijo la
voz del chico que es mi “vecino”
-No, yo no lo haré- dije en un
susurro.
-¿Qué te han hecho?- se puso
frente a mi mirándome a los ojos.
-¿Quiénes?- disimulé. Lo hago muy
bien.
-Las chicas.
-Nada, en el vestuario me han
dicho de quedar, pero soy demasiado tímida.
-¿Segura?- me preguntó, como si
supiera que mentía. Como si fuera obvio.
-Segura- respondí en un susurro-
Ahora… ¿Me puedes dejar en paz?- dije como si estuviera frustrada, y lo estaba,
no quería que el estuviera conmigo. Me harían la vida imposible.
-Claro- se fue.
Las siguientes semanas evité todo
tipo de contacto con Zayn, ya no abría la ventana y me quedaba a oscuras en mi
habitación escuchando música aún más baja. Estaba pasándolo mal porque mi madre
nunca está en casa y mi padre tampoco. Y mis amigas no están. No las tengo
aquí. Estoy sola y no sé que hacer para que Ámber y sus cómplices no me
molesten.
Si os soy sincera, me gusta Zayn.
No es simplemente un chico más. No, nunca lo ha sido. Me encanta que me llame
Rachel, aunque creo que es la única persona en el colegio que sabe que no me
gusta que me llamen así. También es perfecto. Sabe cuando no quiero hablarle y
ha intentado hablar conmigo una vez en casa, tirándome piedrecillas en la
ventana. Pero nunca respondo. No respondo porque además de ser lo
suficientemente tímida para hablarle después de tanto tiempo, no quiero terminar
mal.
Hacía días que Zayn no llamaba a
mi ventana. Ahora se dedicaba a dejarme mensajes en el Facebook. Mensajes
privados. Cómo:
“Si el hecho de que no me quieras hablar tiene que ver algo con Amber,
dímelo, yo lo arreglo"
”¿Porqué no me hablas? ¿Ahora te piensas que eres la más guapa del mundo
y yo no estoy a tu altura? Respóndeme por favor”
“Voy a tirar una piedra grande y te romperé la ventana si no me
respondes a este mensaje”
“Ya es el cuarto y no eh roto la ventana, tengo paciencia, es casi imposible
que la pierda, pero si no me respondes me colaré en tu casa”
Los ignoré. Ignoré cada uno de los
mensajes que me envió. Que si, para mí era duro, pero yo estoy por delante de
él en mis prioridades de supervivencia. No sabía que hacer ¿Y si me rompía la
ventana?
Me quedé pensando, estaba
ensimismada. Mis padres no estaban y eran las 10 de la noche. “Estaban en la
oficina” Sentí ruidos abajo. Pero me acababa de llegar un mensaje de papá.
“Esta noche no iremos a dormir a casa, tu madre me ha dicho que hay
dinero en la encimera. Cualquier cosa, nos llamas”
¿Entonces quien era? Me asusté. Me
asusté mucho. Decidí llamar a Zayn, solo porque tenía miedo. Abrí la ventana,
que llevaba tanto tiempo cerrada. Pero no, el no estaba ahí como me prometió
aquel día en la conversación. Las luces de su habitación estaban apagadas y yo
no podía gritar ¿Porqué no estaba cuando más lo necesitaba?
Presa del pánico, me tumbé entre
la cama y la pared, para esperar mi fin ¿Y si llamaba a mis padres? No, que se
preocuparían por nada ¡Qué por nada! Me gritó mi consciencia ¡Alguien se ha
colado en tu casa! Me reprochó mi cabeza.
Alguien entró en mi habitación. Me
asusté más. Solo veía sus zapatos. Unas converses. Eran blancas. Entonces me
permití el lujo de respirar. Pero respiré demasiado fuerte y el me escuchó.
-Estás aquí- dijo sonriendo
mientras me miraba con ojos de asesino.
-¡Dios!- dije mientras se me
pasaba el susto- Eres tú- respiré más hondo.
-Te lo dije en un mensaje. No sé
porqué te asustas- dijo serio.
-Porque no leo tus mensajes Zayn,
por favor… Déjame en paz- dije seria.
-No, si me ignoras quiero saber
que hice para que lo hagas.
-Pues…- ¿Qué le decía? ¡No tenía
ningún motivo que no implicara a las chicas!
-¿…Pues?
-Pues nada Zayn. No quiero tener
ningún tipo de relación contigo. Tengo novio- ¿Qué digo?!
-Ah…- dijo triste.
-¿Te puedes ir?
-¿Sabes que siempre estaré aquí,
no?
-Lo sé.
-Y que como ese capullo te haga
algo, lo mato.
-No me hará nada Zayn, olvídame
¿Vale?
Otro día en el colegio, al fin
viernes. Hoy hay una fiesta en casa de
Amber. Me ha invitado, bueno, prácticamente me ha obligado a ir. Me estaba
vistiendo, cuando me acordé del día en que hablé con Zayn, como me vio bailar y
como le echo de menos.
Me termine de vestir (así) Y abrí
la ventana, necesitaba aire fresco. No podía seguir así. Pero fue un error, ahí
estaba él. Con su ventana abierta, y fumando ¿Fumaba? No sabía eso. Pero nunca
olía a tabaco, así que era raro.
-¿Vas a la fiesta?- me preguntó al
verme vestida.
-Si- dije seria- ¿No te dije que
no me hablaras?- me disponía a cerrar la ventana.
-Tú novio está en Londres, no
sabrá nada de que has hablado con tu vecino- dijo con un tono irónico.
-¿Tú eres gilipollas?- me paré en
seco- No quiero hablar contigo Zayn, no quiero- dije seria.
-Te esperaré, si Rachel Jane
Mccadne. Te esperaré.
Dejé la ventana abierta, el aire
frío que entraba era puro. Me hacía pensar, porque me enfriaba el cuerpo,
cuando más caliente lo tenía. Si, estaba tan saturada por esto de Zayn que
tengo hasta un tic.
Entré en la casa de Ámber, casa de
pija. Era grande, más o menos como la mía, pero los muebles eran de catálogo y
estaba muy iluminada. A lo mejor la veía así porque la mía siempre estaba a
oscuras, como no había nadie, pues es lo que hay. Estaban casi todos los del
cole, Ámber y sus secuaces, los tíos buenos de bachillerato, las de las demás
clases, y Zayn. Estaba al fondo, hablando con Benjamín, uno de mi clase. Estaba
muy guapo, con una camiseta blanca de mangas, pero las tenías remangadas, con
unos pantalones beige y converses blanca. Tenía un pendiente negro guapísimo y
el tupé hecho a la perfección. Sonreí al verle, y él me miró nada más entrar.
Ámber se acercó a mí, con aires de
grandeza como siempre, pero la ignoré. Y me gritó.
-¿Qué has hecho para que Zayn
viniera?- me preguntó feliz.
-Nada, apenas abro la ventana para
no hablar con él- se que se puso feliz al escuchar eso.
-Pues haces bien, eres de las
pocas que ha durado tanto- me abrazo, sonreí falsamente porque Zayn miraba, si
no hubiera dejado mi cara de póker que es la mejor que hay en el mundo.
-¿Qué quieres?- pregunté
resignada.
-Pues que le digas a Zayn que
baile conmigo- dijo mientras reía, y mientras yo la quería matar.
-No puedo hablar con Zayn, nos
llevamos mal- mentira, pura mentira.
-Mira niñata, tú y yo sabemos que
no es verdad, que te llevas demasiado bien con Zayn, que él está por ti y que
hará lo que le pidas.
-Mira Ámber, te tengo que decir 5
cosas:
1- No soy una niñata.
2- Si, es verdad, no le hablo.
3- No me llevo bien con él, por lo
menos yo no.
4- Él no está por mí, y si eso es
lo que crees estás equivocada. Y 5- No hará lo que yo le pida.
-Pues entonces irás y lo
convencerás de que baile conmigo.
-¿Qué pasaría si no lo hago, o no
lo consigo?- estaba nerviosa.
-Lo mismo que si seguías hablando
con él- dijo mientras me sonreía- Venga, antes de que acabe la fiesta Zayn
tiene que bailar conmigo, tienes toda una noche para lograrlo. Buena suerte- Y
se fue.
Bien, tenía una misión. Acercarme
a Zayn, convencerlo para que baile con Ámber y sin que me saque nada. Estaba
nerviosa, temblando. Me iba a acercar a Zayn después de mes y medio sin
hablarle a penas.
-Hola- dije poniéndome delante de
él, Benjamín se levantó y se fue sin decir nada para darnos intimidad.
-¿Ahora me hablas? ¿Qué pasa? ¿Me
seguirás negando de que el hecho de tu ignorancia no tiene nada que ver con
Ámber y sus secuaces?- estaba tenso,
tanto como yo, pero aparte de tenso se le notaba enfadado, muy enfadado.
-No, ya te eh dicho que no ¿Qué te
hace pensar eso?- dije mientras miraba mis dedos, no sé mentir.
-No eres la única que ah pasado
por esto- dijo con la voz ronca, y también con voz misteriosa. Era como la
noche, no sabes lo que hay ahí porque está todo oscuro, y yo hoy tenía mi vena
curiosa.
-Ah, que hay más…- mi voz fue de
decepción, no quería que lo notara, pero es que me sentía así de verdad.
-No, a ver…- trató de explicarse
pero me di la vuelta y empecé a caminar hacia la puerta, quería tomar el aire-
¡Jane!- me había llamado Jane, cosa rara.
Abrí la puerta y me fui al porche,
el aire era frío y refrescante. Tenía que pensar, tenía que pensar en que hacer
con Zayn y conmigo misma también.
-No me has dejado terminar- sentí
la voz cálida otra vez, no, no quería hablar Zayn, me harás llorar.
-No quiero hablar contigo, sigamos
como estábamos hace 10 minutos.
-¿No, me vas a escuchar? estoy
harto de esto.
-Y yo- dije en un sollozo.
-¿Estás llorando?
-No- me levanté aún de espaldas a
él, me sequé las lágrimas y me giré- Dile a Ámber que me llamaron mis padres
por una urgencia.
-¿Te vas?- le brillaban los ojos a la luz de la farola que
era lo único que nos alumbraba.
-Sí, no me apetece hablar contigo,
tengo demasiados problemas como que para que tú te conviertas en uno más.
-Entonces no me vas a escuchar…-
era un tono al que había que temerle.
-No Zayn, me voy, no te voy a
escuchar.
Me di la vuelta, y cuando me
disponía a dar el primer paso, alguien me cogió del brazoZayn me cogió del
brazo y tiró de mi hasta él.
Lo tenía en frente, cerca de mí,
tan cerca que podía sentir su respiración y juraría que también podía sentir su
corazón latir.
-Ahora me vas a escuchar- dijo un
susurro, era emocionante y a la vez tenía miedo de cómo podía ser todo esto.
Me quedé callada, esperando a que
dijera todo lo que pensaba o lo que sentía, o simplemente lo que tenía ensayado
decirme.
-No hay otras, ni las ha habido.
Aunque creo que eres la persona menos indicada para enfadarte por eso, ya que
has estado mes y medio pasando de mi, y aunque no lo parezca eso me duele- Yo
estaba perdida en su voz, en lo profunda que era. Mierda, tenía miedo, y no
precisamente de él, o de Ámber- Nunca había sentido lo que siento, nunca.
Tampoco había esperado por una chica, estoy acostumbrado a que ellas vallan
detrás de mí y no quiero parecer engreído.
Tampoco es cuestión de eso, porque nunca había hecho muchas cosas y
llegó el día en que las hice, pero nunca había estado tan desesperadamente loco
por alguien, y tampoco había necesitado una chica para poder respirar, o dormir
tranquilo. Y tú no me lo pones fácil Rachel.
-Zayn, por favor esta noche baila
con Ámber, hazlo por mí, si de verdad te importo.
Me había vuelto a decir Rachel,
ahora me gustaba mi nombre, y solo por el simple hecho de que él lo decía.
Me solté de su mano, me di la
vuelta y comencé a caminar. Sentía como las lágrimas caía por mi rostro y el
aire frío me golpeaba la cara. Pero también escuchaba como Zayn me llamaba, y
como esa voz cada vez se hacía más lejana.
-¡Ya voy!- grité por quinta vez ¿Y
mis padres? Pff, siempre igual, tenemos que trabajar, tenemos que trabajar y
tenemos que trabajar. Bajé las escaleras con prisa, a lo mejor era algo
importante, o a lo mejor era Zayn, aunque parece que últimamente prefiere
colarse sin decirme nada.
Abrí la puerta, y un chico moreno
entró como un relámpago, si, estaba enfadado.
-Buenos días, eh- dije haciéndome
la indignada.
-De bueno no tiene nada- me miró a
los ojos, estaba triste, como si le hubiera engañado. “Lo has hecho” dijo mi yo
interior.
-¿Qué ha pasado?- me estaba
preocupando.
-Que no me gusta que me mientan
Rachel, es lo peor que puedes hacer cuando te lo doy todo, mentirme. Y tú lo
has hecho.
-¿Qué dices?- le miré espantada.
-Que tienes la oportunidad de
decirme la verdad, de decirme que todo este tiempo lo hemos estado pasando mal
por culpa de Ámber, o la oportunidad de perderme y de que después de un tiempo
mal, comience a pasar de ti como paso de ella.
¿¡QUÉ!? ¡Que me dejaría! Bueno, en
teoría no teníamos nada, pero es lo que hay, tengo que decirle la verdad. Tengo
que decírsela.
-Zayn- dije en un susurro. Asintió
como dándome permiso para continuar- No…- “¡Mierda no lo digas!” me decía mi
voz interior- No, esto no tiene nada que ver con Ámber- dije seria.
Su cara fue de dolor, de
decepción, era un poema, pero no podía hacer más ¿O, sí?
-Solo quiero que sepas que ayer sí
que bailé con ella, solo por ti- y salió de casa pegando un portazo.
¡Mierda, mierda, mierda, mierda!
Lo había arruinado todo, no… esto no era cierto, era una broma, no mierda.
Tres semanas, tres semanas con
miradas, lágrimas y decepciones. Zayn no me hablaba, nada. Estaba harta, no
podía más ¿Porqué estaba así? Si hubiera
sido otra persona me daría igual, pero no, no me da igual.
-Hola- dije mostrando la sonrisa
más falsa de mi vida.
-Hola- me respondió la que supongo
que es hermana de Zayn, no sé, no la conocía.
-¿Está Zayn?- pregunté tímida.
-Sí, está en su habitación… Pero
no creo que quiera hablar contigo- dijo mientras me hacía un chequeo.
-Lo sé, pero es que la eh cagado y
no puedo estar así, el no se lo merece.
-Estamos de acuerdo en algo. Un
consejo, a mi hermano nunca le mientas, porque eso le duele más que cualquier
cosa en el mundo, no soporta la mentira y menos cuando sabe la verdad.
-Lo tendré en cuenta- dije
pasando.
-Suerte- dijo mientras yo subía
las escaleras.
Caminé todo el pasillo hasta
llegar a su habitación, no es difícil perderse porque yo vivo en una casa
exactamente igual a la de él. Y está en
la habitación frente a la mía. Bien, ahí estaba la puerta, lo vería en otro
sitio que no fuera el colegio. Había cogido otra ruta para volver a casa y en
el patio desaparecía. Me sentía mal por eso. Me sentía mentirosa,
asquerosamente mala persona.
Entré sin llamar, porque si lo
hacía no me abriría y mi misión no sería cumplida.
-Hola- le dije en un susurro,
estaba mirando la ventana ¿Esperando a que yo la abriera para ver si estaba? No
lo sé, pero era alucinante.
-¿Qué haces aquí?- dijo seco. Si,
estaba muy enfadado.
-Pues… eh venido a pedirte perdón,
y a contarte la verdad- dije en un susurro, sentía algo, sí, eso era miedo,
miedo a perderlo, o a que no me quisiera.
-¿Ahora? ¿Después de tanto
tiempo?- se levantó de la cama, estaba vestido solo con un pantalón de chándal
gris. Tenía el pecho descubierto y pude ver algunos de sus tatuajes, no sabía
que tenía tatuajes.
-Mejor tarde que nunca ¿No?- ¡en
serio esa era mi escusa! Pues sí, la verdad es que si.
-Mira, hagamos algo, me dices lo
que llevas días pensando en decirme, después te vas y me dejas de hablar, por
favor.
-Zayn…- mi corazón estaba roto en
ese momento.
-¡Ni Zayn ni hostias Jane!- gritó.
Mierda.
-Vale- dije en un susurro- Mira,
ya sé que no te gusta que te mientan, que es lo que más odias, y que me diste
la oportunidad de decirte la verdad y que te mentí cuando tú sabías de que iba
todo. Pero lo siento, lo siento mucho. Yo solo quería protegerme, te mentí con
lo de mi novio, con lo de que no quería que me hablaras… Te mentí vale… Y ya lo
sé, que estuvo mal, pero yo no soporto la presión Zayn, y si me amenazan lo que
haré es protegerme, pero si luchar- ¿En serio estaba llorando? ¡Me prometí no
llorar!
-Vete- fue lo único que salió de
sus labios.
-Joder Zayn, lo siento. ¿Qué tengo
que hacer?
-Tuviste tu oportunidad Jane, y me
mentiste ¿Entiendes? Te dije que si me decías la verdad todo seguiría igual,
que lo olvidaría, pero que si me mentías otra vez, te olvidaría y pasaría de
ti.
-Joder, lo siento ¿En que idioma
te lo tengo que decir?
-En ninguno, ya no me digas nada
más.
-Zayn, te juro que como no me
hagas caso, soy capaz de hacer cualquier locura.
-No estás tan loca Jane, no estás
tan loca.
-Entonces ahora sí que me has
perdido, dije que haría cualquier cosa por recuperarte y lo haré. Pero después no te arrepientas de
esto- y salí pegando un portazo, estaba mal muy mal y no tenía al chico del
cual estaba enamorada. Si de eso tenía miedo en la fiesta, de enamorarme de él.
Del absurdo sentimiento que había en mi, que no me dejaba ni respirar
tranquila. Tenía miedo de haberme enamorado.
Habían pasado por lo menos tres
horas de mi conversación con Zayn. En verdad no haría nada, pero tenía que
llamar su atención de alguna forma y parece que estaba fallando, porque Zayn
pasó de mi, de todo lo que le dije y de lo que hice.
Abrí los ojos lentamente, estaba
todo oscuro y yo estaba cansada, tenía los ojos hinchados seguramente, pero es
que no podía parar de llorar. Algo se revolvió a mi lado y me giré asustada,
pero no. No era nada malo. Y ahí lo vi, con la cara seria pero se le notaba feliz, me estaba abrazando por
la cintura y no tenía camisa puesta.
-¿Qué haces aquí?- pregunté con
dificultad.
-Cuando te fuiste, me sentí mal
porque solo eh pensado en mi todo este tiempo. No sé, tenía que haberte hecho
caso, además tenía miedo de que hicieras alguna locura.
-A ver, estás sin camisa
abrazándome, no sé si estar feliz por esto, o sentirme rara.
-A ver, me colé porque como tus
padres nunca están, pues no pasa nada. Cuando llegué aquí estabas llorando.
-No recuerdo haberte visto.
-No, porque estabas dormida- puse
cara de asombro- Sí, dormías y llorabas, era raro.
-¿Y?
-Y estabas temblando, entonces me quité
la camisa y te abracé, y te eh estado observando una hora y media- dijo
sonriente. Su cara era hermosa a la luz de la lámpara que supongo que había
encendido.
-Vamos que te crees Jacob- dije de
broma. Pero me fulminó con la mirada- En serio, a ver, te eh mentido Zayn ¿Podrás
vivir con eso?
-Me da igual, siempre y cuando me
prometas que no me mentiras más – me susurró.
-Te lo prometo.
-¿Entonces me dejarás enfrentarme
a Ámber?- me miró con ojitos de cordero.
-No, la que se debe enfrentar a
Ámber soy yo- dije seria.
-¿Sabes qué?
-¿Qué?
-Te quiero con fuerza y te odio a
momentos.
-Zayn, yo solo te preguntaré algo.
-¿Qué?
-¿Estás dispuesto a que esto sea
algo más?
-¿Con rosas y corazones?
-Con rosas y corazones.
-Por mi perfecto.
Ohhhhh m encanto el one shot m encanta m encanta to cuki <3 Jaja m paseeee !! Y m encanta como escribes. M has enganchado bonita ;) así k sube muy muy pronto <333 besooos LL
ResponderEliminarOoh! Muchas gracias por haberte pasadoo y haber comentadoo :) hahahah Que bien que te haya gustadoo! Si quieres te aviso cuando publique, déjame tu twitter y eso!
ResponderEliminarhahahah Si, subiré este findeee
One kiss (L
Me ha gustado mucho :) Como ves, por fin me he leído todo lo publicado ;) Espero poder seguir leyendo pronto :)) Por cierto, he puesto una encuesta en mi blog ¿te importaría votar? Me gustaría conocer tu opinión ;)
ResponderEliminarUn beso