Louis
No podía
creer lo que estaba escuchando.. Los secretos de esta familia están al
descubierto por completo.
-Toca, por
favor- le susurré desde donde estaba en el salón. Ella me miró sorprendida.
-No toco hace
años Lou, no quiero…-me miró sonrojada. Sí, sí que quería. Lo que no quería era
hacer el ridículo.
-Yo me pongo
contigo- le dije.
-Vale.
Nos sentamos
en el piano. La partitura de Claro de
Luna estaba dentro del sobre. La
pusimos y tocamos las primeras dos teclas. Pero ella paró.
-¿Y si mamá
está viva, porque la otra se suicidó?- miró a su padre. Bryan se quedó
boquiabierto.
-¿No te
cansas de preguntar?- le miró la abuela, ella negó- Sólo sabemos que una semana
antes de su muerte, fue a visitar a tu mamá de verdad.
Silencio.
Todos se quedaron quietos.
Entonces el
piano comenzó a sonar, era algo tímido.
Y miré a las teclas, ahí estaba su manos, sus dedos era muy finos, como el de
un pianista, y las uñas las tenía preciosas, estaba el esmalte desgastados y
las uñas mordidas, por los nervios de estos días, pero a mí me parecieron
preciosas, imperfectamente bonitas.
-Lo haces muy
bien- le susurré. Ella se sonrojó.
-Lo sé…- me
miró mientras seguía tocando. Se sabía la canción de memoria, de eso no cabía
duda.
Harry
Eleanor
estaba molestando desde hacían 2 días, esperando a que Louis viniera. Se quedó
en la cena con mi madre y mi hermana. ¿Pero qué es esto? ¡Esta chica está loca!
-Seguro que
está con esa..
-¿Tú porqué
no lo dejas en paz, eh? Si no te quiere, no te quiere…- le miré mal.
-Sí que me quiere
Harry- me respondió enfadada- Lo que pasa es que apareció la chiquilla esa y le
metió mariposas en la cabeza.
-No, en la
cabeza no- le miré mal.
-¿Qué quieres
decir?
-Que no están
en su cabeza, están en su estómago, ahí es donde tiene las mariposas, y han
revivido cuando la conoció a ella.
-Ella no es
mejor que yo.
-Ni tú mejor
que ella, aquí no se trata de mejores o peores Els, aquí va de quién aporta lo
que queremos, y quién nos deja tontos con solo una sonrisa. No te digo que Lou
nunca te ha querido, porque mentiría. Pero ahora la quiere a ella, y tú, aunque
no lo quieras has pasado a un segundo plano. Y a nadie le gusta ese sitio…
-No quiero
que me deje Harry, hasta ahora nada tenía sentido. Nada, y entonces le conocí,
pero ahora aparece ella, y me rompe mis sueños. Todos.
-Els, no puedes
depender de alguien. Él la conoció y se enamoró, esta vez te toca perder a ti,
de alguna manera, has perdido algo demasiado importante, y créeme, entiendo
cómo te sientes…
-Harry, ya sé
que piensas y que todos lo hacen, pensáis que soy un chicle, pero tengo la
necesidad de estar todo el tiempo con él. Al principio no le molestaba, es que
nunca le molestaba, pero poco antes de conocerla, comenzó a apartarse, quería
espacio. Y con ella en juego, lo perdí del todo…
-Quería
respirar- me miró confundida- Es mi mejor amigo, me lo cuenta todo. Y eso está
incluido. Solo te diré algo. Contigo me lo contaba todo, absolutamente todo- me
miró sorprendida.
-¿Y con ella
no?- preguntó.
-No, es como
si la quisiera solo para él, como si no la quisiera compartir…
-Si, como te
pasa a ti con Jane- susurró- Ya no me quiere Harry- le salió una lágrima. En
verdad es buena persona.
-Trata de no
cometer los mismo errores con el próximo.
-Lo intentaré-
dijo mientras me abrazaba. Después se levantó, cogió sus cosas y salió de casa.
Beth
-Lou, me voy
a vivir con Alex- le dije mientras entrábamos a mi habitación- ¿Qué crees?
-Ya sabes lo
que creo pequeña- me dijo tirándose en mi cama- Creo que deberías vivir con
nosotros antes de con él.
-Lou, es mi
novio. Además, ya sabes que no le caéis muy bien. Dice que sois unos creídos-
le guiñé un ojo.
-Y tú que le
crees- sonrió.
-Bueeeeno, no
hay más que ver cuántas veces por minutos va Zayn a mirarse en un espejo, y las
que tu les recuerdas a todos que eres el más guapo- le miré mal, pero a la vez
era una mirada divertida.
-Es verdad,
pero por eso nos quieres- sonrió.
-No, a ver…
Yo os quiero por todo vuestro dinero y fama, nada sentimental- me tiré en la
cama con él y lo abracé.
-Te echaré de
menos pequeñaja- me revolvió el palo.
-No lo harás.
Te visitaré cada día, y lo sabes.
-Nena,
tendrás novio, vivirás con él e Ingrid no te hará la colada ni te tendrá la
comida hecha cuando vuelvas de la academia..
-Ya la eh
terminado Lou.
-¿Y qué
harás?
-Disfrutar
con vosotros vuestros 2 últimos meses aquí.
-Es verdad,
se me olvidaba. Serán los dos meses más llenos de parrandas del mundo- me
sonrió.
-¡Sí! Seremos
unos alcohólicos noctámbulos- reí.
-Tampoco te
pases eh…
-Sabes que
sí.
-Si tú lo
dices…
Jane
Me tumbé en
la cama de Bryan. Dios… que guapo se ve con esas gafas de pasta. Pf, me pone a
cien…
La gente dirá
que soy una superficial, pero verdaderamente. Nunca eh tenido un novio tan
listo como Bryan. Dios… se le da tan bien la tecnología, y todo lo que tenga
que ver con las mates, la física y la química, y lo friki. Que ahora también me
llaman la atención los frikis…
-¿Sabes? Eres
un capullo, solo llevas 3 semanas sin Laure, y ya sales con otra- le sonreí.
-Ignoraré ese
comentario y trataré de seducirte con un masculinidad señorita Greene, por
cierto, me han dicho que le atraen los hombres con gafa pasta- me sonrió.
Yo no dije
nada, el estaba en su escritorio, tecleando sin parar. Y yo, solo lo miraba.
Dios, esto nunca me había pasado con un chico. No tan fuerte. Bueno si… con
uno. Pero ese no cuenta.
Me sonrojé
momentáneamente cuando me sonrió y me guiñó un ojo, estaba sin camisa, con unos
vaqueros y con su sonrisa de chico interesante. Oh dios, tiene que ser mío
ahora.
-¡Bryan!- le
grité.
-¿Qué?- dijo
girándose confundido, le sonreí y paró de teclear.
-Ven, vamos a
tener hijos guapos- le hice sitio en la cama y él se levantó de donde estaba,
tardando solo un segundo en estar a mi lado.
Nos besamos
desesperadamente, no. Aun no me había acostado con él, y creo que es el único
que eh mantenido a línea tanto tiempo después de lo de Harry y la famosa lista.
Me quitó la
camiseta a la velocidad de la luz, pero luego fue más despacio. Me besaba y me
acariciaba… Vamos, unos preliminares en regla. Cuando ya solo estaba en ropa
interior, entonces le quité los pantalones, y no me decepcionó lo que vi por
arriba. Oh si, los McCadne están bien dotados.
Me hizo el
amor. Sí, así de simple. No fue un polvo de una noche, que al final te
preguntas porque lo has hecho. No. Él me hizo el amor, y verdaderamente, es la
vez que más eh disfrutado con alguien. Con Bryan…
-Ha sido
increíble- le susurré.
-Pensé que no
estaría a la altura…- dijo mientras me acariciaba la cara.
-¿Quién te lo
ha contado?- le miré enfadada. Dios…
-Harry, me lo
comentó el día de la despedida de Beth.
-Ah, tenía
que ser él…- dios, lo odio.
-No pasa
nada, yo también tengo una especie de lista…- me sonrió pícaro.
-¿Cuántas?
-17.
-22, contigo.
-¡Hostia!- me
miró sorprendido- ¡Cómo ligas!
-A las chicas
nos resulta más fácil ligar que a los tíos.
-No es así…
-Sí que lo
es- le miré mal.
-No… A ver,
demuéstralo.
-Los chicos
siempre queréis.
-Es verdad.
Beth
Otra vez los
platos rotos. Las cosas por el suelo y él pidiéndome perdón. No, no aguantaba
más. Pero no podía irme.
-Lo siento
Beth- me dijo mientras intentaba abrazarme. Pero lo aparté.
-Prometiste
no hacerlo más- le dije en un susurro. Me levanté y me miré al espejo ¿Qué le
diría esta vez a Lou y a Jane? No podía ser… Esta vez no colaría.
-Lo siento-
bajó la cabeza.
-Yo también
lo siento Alex. Pero no puedo seguir permitiendo que me trates así. No puedo.
-No pasará
más. Te lo prometo- me miró a los ojos. Y le creí.
-Vale, pero
no lo hagas más por favor… Me duele verte así Alex. Te quiero muchísimo, pero
te estás pasando por unos simples celos. Solo paso tiempo con ellos porque son
mis amigos y se van en 5 semanas, y no los volveré a ver en 5 meses. 5 meses
que serán para los dos y viajaremos por el mundo- asintió- ¿Lo volverás a
hacer?- negó con la cabeza.
-Te quiero-
dijo mientras me abrazaba.
-Y yo- dije
convencida de que con esta conversación estaba hundiendo mi vida en este pozo,
y no creía que nadie la pudiera salvar.
Ya era lunes
otra vez. Hoy había quedado con Jane para irnos de comprar. Los únicos que no
saben lo de Jane y mi hermano, son mi padre y su madre. Los demás estamos al
corriente y Harry está rabiando.
El moratón ya
se ha ido un poco. Pero me eh maquillado para ocultarlo. Ya casi o se ve. Pero
se le hará raro verme con maquillaje. Me eh puesto manga larga para ocultar lo
de los brazos. No quiero que ella los vea. Es capaz de castrarlo, torturarlo y
después matarlo.
-¡Hola flor!-
dije abrazándola.
-Holaaaaa-
dijo ella demasiado risueña.
-Oh, se de
alguien que ya ha consumado su noviazgo con mi copia masculina.
-Eso suena
mucho a Voyeur- dijo sonriendo.
-Lo sé. Me da
mala espina eso- sonrió.
Nos cogimos
del brazo y nos fuimos a explotar las tarjetas. Compré muchas cosas, cosas que
no necesito, pero tenía que descargar la tensión de estas semanas de alguna
manera. Joder ¿Cómo podía haber llegado a este punto, si solo llevo viviendo
con él 3 semanas? No lo sé, pero supongo que ya está mostrando su lado salvaje
y no me gusta nada.
Llegué a casa
sobre las 7:30. Él tenía refuerzo de bajo, porque había perdido muchas clases.
Así que en teoría, no llegaba tarde. Pero solo en teoría.
Abrí la
puerta de casa, y dejé las bolsas en la entrada. Me fui directa a la cocina y
me puse a preparar algo rápido. Vamos, lo que hemos comido durante estas 3
semanas. Comida precocinada.
-¿Dónde coño
estabas?- sentí que alguien sonoramente enfadado me preguntaba.
-De compras
con Jane- dije girándome lentamente- Te compré un jersey- le sonreí.
-¡Qué te eh
dicho de salir! ¿Eh?- me soltó la primera bofetada. Muy bien Beth, claro que
lista eres, como le has comprado un jersey no te pegará.
-¡Ahhhh!- solté
un grito ahogado, pero la nariz ya me estaba sangrando cuando me quise dar
cuenta.
-¡Al baño,
ahora!- me gritó.
-¿Qué me
harás?- le pregunté llorando.
-Ahora verás.
Esto por puta.
Tiró de mi
hasta el baño. Era un baño raro, porque tenía una especie de cristal, donde te
podía ver todo Londres, o mejor dicho, Londres, te podía ver a ti, porque el
cristal por fuera no es más que un simple espejo. Pero da al patio de luces y
como es un edificio raro, por ahí entra mucho aire si no cierras la ventana desde
fuera, cosa que solo puede hacer Alex subiendo por la cornisa.
En fin, me
rasgó la ropa y me tiró agua fría. Tenía mucho frío, y me encogí en el suelo.
Pero no sé cómo se las arregló, para terminar con mi pierna. Porque lo último
que recuerdo antes de desmayarme, es que tenía la pierna rota.
Jane
Había pasado
la tarde con Beth, y le había comprado un regalo a Bryan. No, no tengo ni puta
idea de que regalarle a alguien que ya lo tiene todo… Eso es algo tan
complicado como elegir una casa.
-Hola
pequeña- me saludó Bryan cuando entré a su habitación.
-Hola amor,
tenemos que ir a casa de Alex y Beth, que ella se llevó la bolsa de tu regalo.
-¿Me has
comprado algo?- me miró sorprendido.
-Claramente,
te compré un vibrador, pero tú shhhh- me miró con cariño.
-Oks, vamos
ya, que quiero ver tu gusto en regalos- me sonrió y nos fuimos a casa de Beth
(Esta escena
es un poco rara, porque narraran Beth y Jane a la vez, así que pondré a Jane de
color azul, estará pasando cada cosa al mismo
tiempo)
Me bajé del coche y miré a arriba, allí estaba aquel
espejo gigantesco. Y saber que es el baño de Beth. Pero hoy no estaba como
otros días, hoy temblaba. Qué raro.
-Mira- le indiqué a Bryan- Subamos y les avisamos de que
se les caerá el cristal.
-Eso no se cae listilla.
-¿A no, y por qué coño vibra?
-No lo sé, será un terremoto.
-Ya… y tú gilipollas.
Le estaba
pegando tan fuerte al cristal, que en cualquier momento caería. No me podía
creer lo que me estaba pasando. Lou me lo dijo. No te vayas con él. No me da
buena espina.
Y es que
tenía razones para dudar. Muchas.
-¡Déjame
salir Alexander, ahora!- le volví a
gritar- ¡Me muero de frío y me duele la pierna!
Si, la
pierna. Estaba rota. ROTA. Completamente rota. Me desmayé cuando se me rompió,
creo que es el fémur, pero nada. Me levanté y estoy luchando por vivir. Esto es
una pesadilla.
Ya estábamos en el descansillo, se sentían gritos. Gritos
de Beth. Le decía a Alex que la dejara salir, que le perdonaría todo. ¿Qué?
-¡Alex, tengo
la pierna rota, me duele!- le grité otra vez- ¡Déjame salir de aquí, hace frío!
Nada.
Silencio.
Me quedé quieta cuando escuché lo de la pierna. Bryan
estaba a mi lado con los puños cerrados. Miraba la puerta.
-Rómpela ya- le dije. Y eso hizo, de dos patadas la
puerta calló. Entramos, pero no se escuchaba más que el llanto de Beth.
Entramos en el baño, y mientras yo la abrazaba y le preguntaba que pasaba,
Bryan iba en busca de ese cabrón.
-¿Qué pasó?
-Me pega- fue lo único que dijo en ese momento…- Pero no
digas nada- y cerró los ojos.
-No ¡Eh, despierta!- le pegué en la cara- ¡Bryan ven!- le
grité.
-Está muerto.
Jane
No sabía
nada. Y la sirena de la ambulancia me estaba aturdiendo. No encontraba a Bryan,
los chicos no llegaban y Beth estaba inconsciente. No sabía qué pasaba.
-¿Cómo que
está muerto?- grité.
-¿Señorita
Greene, que dice?- me preguntó un hombre de blanco delante de mí.
-Está muerto.
Está muerto.
-Está usted
en shock señorita.
-Está muerto.
Ya lo sentía.
Esa mujer era guapísima. Y sentía lo que me ponía en la nariz, era asqueroso
ese olor, me recordaba algo malo. Pero nada en concreto.
-Dios, que
cosa más asquerosa- le dije con mala cara.
-Ya estás
bien pequeña- me sonrió.
-¿Dónde
están?- le pregunté.
-Él chico
habla con la policía y la chica está en quirófano. Y son malas noticias.
-¿Cómo no me
eh enterado de nada?
-Estabas en
Shock, viste algo increíble, así que no me extraña.
-Tenía la
pierna rota. Y está muerto.
-Sí, está
muerto.
Pero mi
problema era saber lo siguiente ¿Quién estaba muerto? ¿Bryan o Alex? Esperemos
que el segundo.
-Es un caso
de maltrato, así que os harán preguntas.
-¿Maltrato?
-¿No lo
sabías?
-Algo me
imaginaba.
-Pues eso.
Hola que tal ♥
ResponderEliminartus escritos son muy buenos me encantaria que te pasaras para compartir un poco mas y estar en comunicación de escritora a escritora *w* besos y felicitaciónes por tu bello y encantador blog ♥
Graciaas! :) Vale, pues yo me paso por tú blog, y te dejo el contacto y así hablamos!! :)
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