Louis
Llevábamos unos 5
minutos sentados todos en los sofás. La situación era muy rara, nadie
hablaba. Beth se levantó y se puso a
buscar como loca entres los cajones de aquel gran salón. No paraba.
-¿Qué haces?- le
preguntó Jane, alguien que se atrevía.
-Busco unas zapatillas
de ballet nuevas, las últimas que compré estaban por aquí- le respondió esta
sin desviar la mirada de los cajones.
-¿Para qué quieres unas
zapatillas nuevas?- le preguntó Harry.
-Para bailar- se limitó
a decir esta.
-Beth, tienes montones
de zapatillas viejas en el estudio, coge una de esas- le dijo Ingrid, que la
miraba detenidamente.
-No, quiero unas
nuevas.
Nadie habló.
-¿Dónde coño están
Ingrid?- Beth la miró mal.
-Están en el segundo
cajón, ahora te traigo un mechero y el costurero.
-Trae unos libros- fue
lo último que dijo Beth.
Bajé la mirada, miré a
Jane, ella no sabía que decir ni tampoco que hacer. Después me dirigí a
Danielle, que estaban a mi lado.
-¿Para qué necesita
unos libros, un mechero y un costurero?- le pregunté en voz baja.
-Para romper las
zapatillas.
-A ver, espera ¿Va en
busca de unas zapatillas nuevas para romperlas? ¿No que iba a bailar?- preguntó
Harry intrigado, me quitó las palabras de la boca.
Danielle nos iba a
responder, pero Ingrid llegó con todo, perecía que estaba preparada para cada
vez que esto pasara. Se lo puso a Beth enfrente que estaba sentada en el suelo
del salón. Todos la mirábamos, su abuela lloraba, el padre parecía que no la
quería ver hacer lo que iba a hacer, y el hermano, el hermano estaba como que
espantado con lo que estaba mirando.
Más tarde comenzó a
meterle todo de nuevo, pero estaba arrugado. Cosió otra vez las cintas, las
quemó en las puntas, y después volvió a pasar las tijeras, pero esta vez por la
punta de las zapatillas de ballet. Las cogió y se las puso. Comenzó a caminar
con ellas, parecía incómoda, las maltrató todo lo que pudo y desapareció del
salón bajo la atenta mirada de todos.
-¿Por qué ha hecho
eso?- le pregunté a Danielle- Eran nuevas- la miré extrañado.
-Todos hacemos esos con
las zapatillas nuevas, y hasta más. Es porque las nuevas nos hacen daño.
-¿Y por qué no cogió
unas con las que había bailado más veces?
-Está claro Lou, está
demasiado claro- dijo Jane. Y entonces me di cuenta ¿Buscaba el sustituto del
dolor?
Fuera lo que fuera que
pasó ahí dentro. Es algo que escondía profundamente la familia McCadne.
Harry
Llegué a casa un poco
cansado. Hoy es el cumpleaños de Beth, son las 3 de la mañana y no la hemos felicitado,
porque ella desapareció de la casa, y su hermano nos dijo que era mejor dejarla
sola. Que si hablábamos con ella, lo más seguro era que la cosa empeorara.
-¿Cómo está?- preguntó
Zayn.
-Mal, esta rara- dijo
Danielle.
-Está rota- dije en un susurro.
-¿Rota?- preguntó Liam.
-Si Liam, está rota-
dije - Me voy a la cama- agregué.
-Tú no vas a ningún
sitio. Tienes que decirnos que pasó cuando te la llevaste a la habitación ¿Qué te
dijo?- me preguntó Lucía.
-Pues nada, lloró en mi
hombro, y lo demás lo dijo en francés, no sé que más deciros.
-Pues lo que dijo.
-Lo dijo en francés
Louis, no sé qué decirte- respondí.
-Harry Edward Styles
Cox, tú , yo y toda persona que te conoce, sabe que tienes una base de francés,
di lo que entendiste.
-Básicamente fueron
insultos, y dijo que se iba- solté lo segundo lo más rápido que pude.
-¿A dónde?- preguntó
Louis un poco alterado.
-¿A ti que te importa a
donde se va esa?- le gritó Eleanor- ¡Estoy harta de que ella esté primero que
yo!
-No creo que sea el
momento para discutir El- le dijo Zayn.
-No Zayn, si no se
aplazará y estaremos mal.
-¡Ya estamos mal!- le
gritó Louis- ¡Esto se acabó Eleanor! ¿Me oyes? ¡Se acabó!- y pegó un portazo
saliendo de casa.
Louis
Caminé fuera de casa,
no quería que Eleanor me persiguiera, porque ya era mi cumple y solo lo quería
pasar con una persona, y esa persona posiblemente estaba pasando la peor etapa
de su vida.
Me llegó un mensaje al
móvil
“Feliz cumple Boo, no sabes cuánto te echamos de
menos, menos mal que mañana vienes ¿Al final en avión o en coche?”
Era de mi madre,
mierda. Tenía un vuelo para hoy a las 7 am con Eleanor, pero ella no irá
conmigo.
“Tenemos que hablar, por favor no ignores el
mensaje, esto no se puede haber acabado, tenemos que ir a Doncaster mañana.
Siento haberme puesto así, se que ella pasa por un mal momento y he sido una
insensible, lo siento Lou, por favor, respóndeme”
El.
“Bro, sentimos haber olvidado tu cumpleaños, pero
con toda esta movida, no es en lo que pensamos presisamente. Felicidades”
Liam.
“Lou, Eleanor está al borde de los nervios ¿Soy yo,
o ya el chicle perdió su sabor? ¡Feliz Cumple!”
Harry.
Y así recibí también uno de Niall y otro de
Zayn. Seguí caminando y llegué al sitio de donde me había ido hacía una hora
más o menos. La casa de Elizabeth.
-¿Qué haces aquí?- me
preguntó cuando abrió la ventana de su habitación para dejarme pasar.
-Pues, he venido a
decirte ¡Feliz cumpleaños!- la abracé y sonrió- Y a pasar mis últimas horas
aquí en Londres- sonreí falsamente.
-¡Feliz cumpleaños a ti
también Lou!- me abrazó y se me enganchó en el cuello de una forma muy
graciosa- era divertido estar con ella, era tranquilizador.
-Bueno, tu regalo está
en casa de los chicos.
-Louis, no tenías que
hacerme un regalo, yo no te eh hecho nada- bajó la mirada- Eh estado muy
ocupada con la gala- miró de reojo el escritorio, había una caja gigantesca
decorada con papel de regalo de zanahorias.
-Mentirosa- la abracé y
la besé en la mejilla.
-¿Tienes algo que
contarme?- me preguntó mientras corría a por mi regalo.
-Em…- pensé, si, pero
estaba demasiado ocupado pensando en que había en la caja- Lo eh dejado con
Eleanor.
-¿Así sin más? ¿No te
importa?- me miró rara.
-No es eso, es que lo
quería hacer hacía mucho, de hecho lo hemos dejado muchas veces y ellas siempre
se ponía “No Lou, no lo podemos dejar, estamos hechos el uno para el otro” Y me
cansé de eso.
-¿De qué te has cansado
exactamente?- me preguntó.
-Mira, si te soy
sincero…- pensé, era verdad me había
cansado- Me eh cansado de ella- le respondí fríamente.
-Vaya Louis, lo siento
mucho, sé que la quieres- me dijo abrazándome.
-Eh, que es nuestro
cumple- le dije sonriendo- Tengo que abrir mi regalo- me senté en su cama y lo
abrí. Era perfecto, un oso Ted que decía Boo Bear en el pecho...
-Apriétalo- me sonrió.
Lo hice y una “Te quiero mucho Boo” con
la voz de Beth, salió de la barriguita de aquel osito.
-Me encanta pequeña-
fui a por ella, la abracé tan fuerte, que podía escuchar el latir de su
corazón.
Me levanté asustado, el
móvil no paraba de sonar, y no podía moverme ¿Porqué no podía moverme? Miré a
mi lado. Y ahí estaba, abrazándome mientras tenía su cabeza en mi pecho y me
agarraba con fuerza. Como si tuviese miedo. Como si quiera que la protegieran
de algo, o de alguien.
-Beth- susurré,
mientras trataba de alcanzar el móvil- Beth- la zarandee para ver si
despertaba, pero nada. Así que supuse que tenía que tratar de moverme con ella encima, tampoco era
que pesara, porque era una chica “peso pluma” pero la posición era incómoda ¿Cómo
terminamos así?
Después de diversos
movimiento para coger el móvil que no paraba de sonar, tenía que cogerlo y
caímos los dos al suelo.
*Conversación telefónica*
-¿Sí?
-Boo, soy yo Harry, son
las 6:00 am y tienes un avión que coger- respiré hondo tratando de despertarme.
-Hostias, es verdad ¿Y
Eleanor?- le pregunté a ver si se había
ido.
-Pues, hace unos 5
minutos estaba aquí, pero se lo ocurrió la brillante idea de localizarte el
móvil para ver dónde estabas y ya te imaginas el cabreo que pilló cuando vio
que estabas en casa de Beth. Va para allá.
-Mierda- susurré- Mira,
hacemos una cosa. Coge mis maletas, y te quiero en el aeropuerto dentro de 30
minutos. Coge el paquete de emergencia,
sabes donde están y coge los dos pasajes. Te espero Styles.
-Boo ¿Qué piensas
hacer?
-Date prisa- le dije
bajito.
-Vale
*Fin de conversación
telefónica*
-¿Quién era?- me
preguntó Beth, parecía que se había despertado.
-Harry, Eleanor está de
camino, los despertará a todos y tu padre te castigará por tenemos a estas
horas en tu habitación.
-Es verdad. Mierda Lou,
me castigarán de por vida. Aunque ya tengo 18.
-¿Quieres venirte a
Doncaster?- le pregunté, así de la nada.
-¿Qué?- me miró
sonriendo.
-Que si… No sé, a ver,
iba con Eleanor, pero va a ser que no.
-Pues claro que si,
espera.
Comenzó a saltar por
toda la habitación buscando una maleta. Dios con una, la maleta más cara que eh
visto en mi vida. La cogió y comenzó a meter cosas, neceseres, pinturas,
planchas de pelo, gel de baño, de todo, ropa y abrigos.
-¿Sabes? Nos vamos 2
días ¡Dos días!- le miré mal.
-Louis, soy una chica.
Me da igual que nos vallamos solo 12 horas.
-Date prisa.
-Eh, que voy en pijama-
me miro mal.
-Yo viajo en pijama,
normalmente.
-Ya, pero yo soy una
chica.
-¡Date prisa Elizabeth!
No quiero ver a Eleanor.
-Vale, ya está. Terminé
¿Llamo a Taxi?it
Jane.
El timbre de la casa no
paraba de sonar. Era irritante que la gente tocara al timbre a las 6 de la
mañana ¿La gente no duerme? Esto es insoportable.
-¡Ya va coño!- grité
mientras caminaba a oscuras por el pasillo.
-Esa boca guapita- era
Bryan. Dios, que bueno estaba- Que dentro de poco serás una Ladie, tienes que
comportarte.
-¿Quieres saber por dónde
me paso el significado de Ladie?
-Recuérdame
imprimírtelo para que me enseñes por donde te lo pasas- me guiñó un ojo. Está
salido este chico.
-Hecho.
Mientras hablábamos
habíamos recorrido todos los pasillos hasta llegar a la puerta. Dos minutos
así.
-¿Quién coño es?-
pregunté abriendo la puerta.
-Eleanor- abrí los ojos
como un búho ¿Qué le ha pasado a los chicos?
-¿Qué haces aquí?- le miré
asustada- ¿Le pasó algo a los chicos?- la miré mal.
-No, eh venido a por
Louis, me ha dejado y su móvil dice que está en la habitación de Beth.
Comencé a reírme a
carcajadas y el hermano de Beth me miraba sorprendido mientras Eleanor trataba
de no saltarme encima para pegarme.
-¿Así que el chicle
perdió su saber?- la miré burlona- Lo siento, pero aquí no entras guapa. Te
dejó el día de su cumple. Tú te has buscado que te deje en noche vieja. SI no
le hubieras impedido que te dejara antes, 3 meses por lo menos.
-Hace 3 meses conoció a
Beth.
-Ahí le has dado- y le
cerré la puerta en la cara.
Beth.
Ya estábamos en
Doncaster. Harry estaba en el aeropuerto con las maletas de Louis y con los
pasajes. Tuvimos que liarla un poco para cambiar el nombre del pasaje a
Elizabeth. Pero lo conseguimos. Y Ahora mismo estamos en la puerta de la casa
de Louis. Son las 10 de la mañana, casi las 11, y no sé qué pinto en esta casa.
No tengo que hacer nada aquí.
-¿Estás preparada?- me
preguntó.
-No lo sé Lou. No soy
tu novia.
-¿A qué viene eso?-
preguntó confundido.
-Supongo que tu familia
espera a Eleanor. Y no quiero que se lleven la sorpresa del siglo cuando me
vean aquí.
-Beth, tú déjamelo a mí-
asentí.
-Señores, el taxímetro
está corriendo- nos dijo el taxista.
-¿Entonces estás
preparada?
-Sí. Lo estoy.
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