Capítulo 15- Un final inesperado-

Hello Chicas! 

Si, lo que pone el título del capítulo es verdad. Este es el final ¿Os lo esperabáis? A que no.. Bueno, pero no importa, es el final de la primera temporada. Os gutará la segunda, porque os haré un video de ella y  más o menos explicaré de que va toodo.. 

Bueno, nos vemos más o menos para la semana que viene, porque tengo exámenes y por favor comentad, o si no lo dejo, en serio.. 

Louis

-¡Necesitamos un  guitarrista!- grité por 5ta vez ¿Nadie me escuchaba?

-Ya lo sabemos Lou- me dijo Paul, también estresado- Pero es que no encontramos ninguno.

-¡Eh!- gritó Niall- ¡Yo sé tocar la guitarra!- se hizo en ofendido.

Nadie le respondió, los rubios son tontos ¡El tiene que cantar! No sé si pegarle o no.

-Se ve que eres rubio- le dijo Harry, si el pensaba lo mismo que yo.

-Sin insultar, que no soy rubio- dijo Niall sentándose en una silla.

-A ver, tenemos que dejar de discutir, que el concierto es dentro de una hora y no tenemos un segundo guitarrista, así que callaros y pensad- dijo Liam como siempre, calmándonos a todos.

Silencio.

Más silencio.

-¡Ya lo tengo!- grité, todos me miraron. A lo mejor si me ocurría una locura, pero no, esta vez iba en serio- Ya tenemos guitarrista.

-¡Qué!- gritó haciéndose la loca- ¡No! ¿Estáis locos?

-Te necesitamos Beth, si no lo haces no podemos hacer muchas de las canciones- dijo Zayn, para que esta reaccionara.

-Pero ¿Y vuestras fans? ¡Habrá cotilleos! Y yo no me puedo permitir ni una portada más.

-Venga Beth, te necesitamos- le dijo Harry.

-A mi no me hables Styles- le respondió esta- Vale, lo haré…

-¡Bien!- gritamos todos incluido Paul.

-Ahora… ¿Se aprenderá todas las canciones en una hora?-  preguntó Paul.

-¿Cuántas son?- esta nos miró sorprendida.

-36- le respondí.

-¿En cuántas toco yo?- preguntó una vez más.

-Pues, 36.

-Ah, me debéis una… Esto será un reto para mí- sonrió, esa sonrisa perfecta.

Jane

La verdad es que Beth parecía la reina del rock con aquella guitarra, y no se notó nada que faltaba un guitarrista. Es que ella también…

-Un vodka con red-bull, por favor- le dije al camarero.

-Marchando- respondió serio.

Me quedé sentada en el taburete de la barra, esperando mi bebida y mirando a mi alrededor. Estábamos en la fiesta de después del concierto y todos están haciendo algo. Las parejitas y Niall está dividido con Beth y Lucía.

-¿Aburrida?- sentí que decía alguien a mi lado.

-No sabes cuánto, las cosas en NY no son tan buenas como dice la gente.

-Solo es una ciudad más- Lo miré, era un rubio estaba más bueno que el pan, y más que Harry, cosa rara.

-Me eh dado cuenta- respondí seca.

-Soy Jackson- me sonrió.

-Jane- le sonreí.

-¿Siempre eres así de borde?- me preguntó.

-Normalmente, así que no te lo tomes muy a pecho- es verdad.

-Me caes bien Jane.

-Y tú, me entiendes.

-Hombre, es que eres muy guapa, a las guapas siempre se les entiende- sonrió.

-No seas cerdo.

-Eso no es ser cerdo.

-Es verdad.

-Pues, ahora no te entiendo.

-¿Me estás llamando fea?

-Me has liado.

-Tengo esa capacidad- y le guiñé un ojo.

-Eres buena Jane, eres una joya andante.

-A ver Jack, no me dices nada que no sepa. Innova y así me fijaré en ti.

-Bueno inglesita, yo me tengo que ir, pero no sé porqué me da a que dentro de poco nos veremos.

-Lo dudo, me voy mañana a Inglaterra, americano.

-En fin. Sigue siendo borde con la gente, que alguien que te quiera te apreciará- y desapareció entre la gente de la discoteca.

-Tú Vodka con Red-Bull- me la pusieron delante.

-Pues si que te has dado prisa, eh- le respondí mal.

Beth

-Chicos, os echaré de menos- les sonreí, y me dirigí a Harry- A ti no- hice una mueca.

El no dijo nada, seguramente ha ido a despedirnos a duras penas. Pero yo estoy tan extremadamente enfadada con él, que me da igual que esto le afecte.

-Solo serán 6 días- dijo Louis.

-Ya, pero siempre se os echa de menos- le respondí.

Después de una hora de despedidas, nos montamos en el avión.

Jane, Lucía, Danielle, Perrie, Eleanor y yo.

-¡Ya estoy en casa!- grité dejando las maletas en la entrada.

Jane siguió caminando y se encerró en su habitación, mientras Lucía se quedaba a mi lado, contemplando la enorme casa en la que vivía.

-Bienvenida a mi humilde morada- dije sonriendo.